Capítulo 30

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Para Raúl sobraban las palabras, con un simple gesto había entendido lo que su hija quería decirle.

Dentro de la comisaría esperaban ser atendidos por el jefe de policía para saber todo lo referente al caso de Nick.

Un rato después, una señorita les indicaba a Lorena y Raúl donde debían pasar para hablar con el jefe de policía. Al entrar a una diminuta oficina, donde en la cual solo había una mesa de madera, una silla de piel negro, varios ordenadores, pantallas y varios aparatos con cables tirados por el suelo.

El jefe de policía que se encontraba sentado mirando el expediente de Nick, habló con ellos explicándole lo sucedido.

—El señor Nickolas Garvier, ha sido detenido tras la denuncia de la señora Antonella Reveré, acusándole de traficar con drogas. Estamos estudiando el caso, y hasta que sea llevado ante un juez, el condenado tiene derecho a salir bajo fianza con vigilancia las 24 horas. Debiendo ingresar en prisión si el juez así lo exponga.

— ¿Y de cuánto es la fianza?—Con su boca pastosa Lorena preguntó al jefe de policía agarrando la mano de su padre a su vez.

El jefe de policía no pudo darle más información sin presencia de un abogado. Seguidamente, Raúl y Lorena se marchaban para llamar Agus, el abogado que contrató Mariola.

Horas después aún con su café en la mano, Lorena esperaba la llegada del abogado. Junto a ella se encontraba su padre intentando consolarla.  

Por fin llegó Agus con la información referente a la fianza de Nick.

Abatida Lorena salió a la calle, se sentó en un bordillo agarrando sus rodillas pensando en lo injusta que era la vida.

De pronto la silueta de una mujer llenó de nuevo sus esperanzas.

—Paola ¿Qué haces? Pensaba que te habías ido.

—Me fui pero decidí volver, pienso que he sido un poco injusta con Nick. —Paola tomó asiento junto a Lorena—Después de que me echaras el sermón, pensé en tus palabras. He sido una injusta Lorena, Nick ha sido el único que se portado bien conmigo cuando me encontrado en la calle sin nada ni nadie quien me auxiliara. Voy a declarar a favor de Nick. Si por ello debo de ir a la cárcel lo haré, ya nada me importa, total no tengo nada que perder.

— ¿En verdad Paola qué harías algo así?

—Sí. Lo haré, porque al igual que yo, tú también estas enamorada de Nick, pero admito que él con quien quiere estar es contigo y no conmigo. Me da mucho coraje, pero es la realidad.

—Bueno tampoco nos vamos a casar mañana creo que Nick debe empezar primero por luchar por su hermana y dejar de ser un estúpido.

Paola y Lorena se dieron un abrazo dejando atrás sus rencillas. Minutos después Lorena le presentaba a Paola a Agus, ella le hizo varias preguntas al abogado. Este con un gesto amable le dijo que primero van a pagar la fianza y después tendrían que esperar el juicio. No obstante ella iría a testificar como testigo, por lo cual no le pasaría nada.

Más tranquila, Paola sonrió agradeciendo a Lorena todos sus esfuerzos por sacar a Nick de la cárcel.

Tres días después Lorena depositó el dinero de la fianza de Nick y éste pudo salir de los calabozos.

Habían sido tres días penosos donde pudo pensar en todo lo relacionado con él y su vida. Viéndose encerrado, Nick aprendió que debía luchar por su hermana para que no siguiera pagando por culpa de él. Mariela no tenía culpa de nada, era tan solo una niña y no era necesario verse viviendo con su madrastra que la trataba tan severamente.

CONCÉDEME EL DESEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora