Los Descendientes (Historias Extras) | Fanfic Ranma 1/2

Examen Extraordinario

Los personajes de Ranma ½ pertenecen a la mangaka Rumiko Takahashi y solo escribo para los fans por diversión que aman esta genial serie de Anime y manga sin obtener algún ingreso económico.

—Es hora de comenzar—dijo Izanami.

Izanami y Akane estaban en el salón de clases de Izanami enfrente de diez alumnos que hacían sus exámenes extraordinarios. Akane e Izanami decidieron juntar sus dos grupos para terminar con el curso antes de tiempo.

—No se estén viendo Haruka y Hirai—dijo Akane.

—No nos estábamos viendo—contestó Haruka—. Solo estábamos comparando respuestas.

—¡Prácticamente estaban copiándose! —se quejó un alumno.

—¡Sepárense! —ordenó Akane.

Los chicos obedecieron.

Nuevamente se quedaron en silencio hasta que Izanami habló en voz baja.

—Supe que papá nuevamente le pidió dinero prestado a Emi.

—Solo que esta vez deje que él lo resolviera él—respondió Akane—. La verdad no sé que hace con el dinero que gana si recibe lo suficiente.

—Eso quiere decir que le esconde algo—comentó una alumna.

Akane la vio y la chica se asustó.

—O eso pienso—dijo la chica.

—A ver, ¿Tú que piensas? —le preguntó Akane.

—Tal vez lo usa para algo que no le quiere decir—siguió la chica—. Eso le sucedió a mi mamá y lo que pasaba era que lo usaba con su amante.

El rostro de Akane se endureció.

—Cálmate, no creo que haga eso—la calmó Izanami—. Sabes bien que él no es así.

—Paso lo mismo con papá—habló otro chico—. Mi papá siempre salía de noche y regresaba tarde y para no sentirse culpable abrazaba a mamá porque cuando llegaba, ella ya estaba dormida.

El rostro de Izanami se endureció.

—Maru hace eso cada miércoles.

El chico brincó del susto.

—Pero calme, maestra. No creo que su esposo lo haga. No todos son iguales—dijo una alumna.

—Mi mamá siempre le decía que iba a caminar—siguió el joven.

—Él dice lo mismo—dijo Izanami.

Los chicos se asustaron.

—Te dije que era un desgraciado.

—También le decía que iba a comprar leche y pan, y eso era todos los días.

—Ranma lo hace cada noche.

Los chicos se asustaron.

—¡Suficiente no hay que seguir hablando de esto! —exclamó otra alumna—. No todos son iguales y posiblemente ellos si hacen lo que dicen.