Los Descendientes (Historias Extras) | Fanfic Ranma 1/2

Extra #11 Cita con el Dentista

Los personajes de Ranma ½ pertenecen a la mangaka Rumiko Takahashi y solo escribo para los fans por diversión que aman esta genial serie de Anime y manga sin obtener algún ingreso económico.     

Izanami esperaba afuera del consultorio del dentista mientras estaba revisando algunas cosas del trabajo en su tableta. Al lado de ella estaba Nana de siete años jugando en el celular de Izanami.

—Es muy extraño que esté silencioso—comentó Izanami.

—Tal vez le quitaron el dolor y por eso están callados—dijo Nana que balanceaba sus piernas dejando de ver el celular para mirar ahora a Izanami.

—Se dice anestesiados—le corrigió Izanami.

Nana le mostró la pantalla del celular a Izanami y está lo miró.

—Ya no tengo dinero canjeable en la compañía de la manzanita mordida para comprarte el juego... Ah, pero... —sacó otro celular—. Tu querido hermano tiene agregada la tarjeta de crédito en la tienda por lo que podrás comprar el juego de 150 yenes.

Nana puso atención en la pantalla del celular.

—Está bloqueado y solo se ocupa la huella de dedo de mi hermano—comentó Nana.

—¿Y sabes por qué lo hizo? Porque el otro día creyó que estaba leyendo sus mensajes cuando no era así.

—Pero en otras ocasiones si lo habías hecho—le recordó Nana.

—Si, pero... Al menos supe que Saori lo andaba molestando por mensaje y ahí si tuve un motivo para pelearme con él.

—¿Entonces no podré jugar?

—Recuerda que soy buena policía e investigadora—Izanami metió su mano en su bolsa y sacó un estuche donde estaba una goma que parecía de pegamento—. Solo esperé a que pusiera sus dedos en el picaporte y el resto es historia—se puso la goma en su dedo meñique y la pego al botón y se desbloqueó.

Nana tomó el celular y al entrar y dar opción "comprar" en el juego, nuevamente requería la huella.

—¿Me prestas la goma? —le pidió a Izanami.

Se la dio a Nana mientras contestaba su teléfono.

—Hola, papá—respondió—. No es necesario, estoy aquí con el dentista... No me dijo nada... Estuvo de comedia, pero resulta que vine porque Nana tenía una carie y además también Maru tenía cita después de ella, y resultó que la secretaria se equivocó en la citas y pusieron a la misma hora tanto a mi mamá como Maru. Comenzaron su clásico ritual de saludo e hicieron escándalo. Fue tanto el desastre que hicieron que al final el dentista los tuvo que atender al mismo tiempo y ellos están encerrados en esa habitación desde hace una hora y ya me estoy preocupando porque no se escuchan sus gritos... No me refería a gritos de dolor, me refiero a sus peleas... No te reías. Si estuvieras aquí en mi lugar sufrirías... Creo que ya entrare, Adiós.

Nana le dio la goma a Izanami y esta la guardó. Después de unos momentos, Izanami y Nana entraron a la habitación donde ellos estaban acostado con en una camilla completamente inconscientes o eso pensaba. Izanami se acercó a Maru y Nana a Akane.

Nana la tocaba con su dedo para despertarla. Akane abrió los ojos y le sonrió a Nana poniendo su mano en su cabeza.

—Que bonita te miras hoy, aunque te parezcas al hombre que más odio—habló Akane con una sonrisa.

Por otro lado, Izanami intentaba despertar a Maru y este no tardó en abrir los ojos.

—Odio a tu madre—dijo.