2. 지민

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Como Jimin vivía en el apartamento mas pequeño del hotel; solo tenia una habitación donde cabía su cama, un escritorio y un armario y la cocina con microondas, un fregadero, una vitrocerámica y una mesa donde cabían dos personas, al lado de su habitación había un pequeño baño con una ducha y una letrina; no tenía televisión, ni nada con lo que entretenerse excepto un cuaderno donde hacía dibujos la mayor parte del día.

"Puedes sentarte donde quieras, lo único que te puedo ofrecer es un vaso de agua"

Tae simplemente respondió:

"No, gracias"

Jimin se fijó en el omega que tenía delante. Era mas alto que él; con el pelo rojo, ojos pequeños y unos labios —. Tenía un lunar debajo de su ojo derecho y otro en su mejilla izquierda, llevaba ropa de Gucci, lo que significaba que tenía dinero aunque su madre trabajara en este mísero hotel.

"Cuantos años tienes, Tae?"

"Tengo 23"

"Yo también"

El omega más pequeño se sintió feliz al saber que tenía la misma edad que él.

Cuando Jimin le contó todo a Tae, empezó a sollozar y a abrazarlo fuertemente murmurando:

"No voy a dejarte solo, puedes confiar en mi, aunque nos hayamos conocido hoy... ya es hora de que alguien con tu historia le pasara algo bueno en la vida! Además, no deberías hacer esos trabajos, un alfa equivocado podría morderte y tendrías que quedarte con él para siempre!"

Se levantó y salió corriendo del apartamento no sin antes decir que volvería pronto. Jimin asintió.

Miró la hora. 5:30PM.

Esperó a que alguien llamara a la puerta.

Esperó. 7:00PM.

Y esperó. 10PM.

Pero nadie vino.

Jimin se sintió extraño, no sentía esta sensación desde que su mamá lo abandonó, su olor en vez de ser vainilla con fresas, se convertió en durián*(un olor bastante peculiar, ya que generalmente, todos los omegas olían muy bien).

Jimin miró su caja de ahorros y vio que todavía le faltaban 127.809₩** para pagar el alquiler. Como no tenía mucho dinero pagaba al hotel a plazos, a la señora Kim no le importaba porque Jimin ya le contó un trozo de su historia cuando empezó a vivir allí.

Suspiró.

No tenía mas remedio que ir al lugar donde le pagaban bastante bien a cambio de sexo. Sí, como Jimin no tenía estudios y no podía pagárselos, solía ir a un club de un barrio alejado del suyo donde suelen ir los lobos y las lobas mas adinerados de Busan. A él le daba mucha vergüenza admitir lo que hacía.

Se marchó de su apartamento junto a ese olor tan distinto al que solía tener siempre. Cuando salió, no vio a Tae y se relajó un poco, no le apetecía verlo después de que lo dejara plantado.

Jimin era un omega bastante atractivo: Tenía el cabello rubio, ojos pequeños de color marrón y labios rechonchos, lo que a muchos alfas les parecía adorable y sexy. Iba vestido con una camiseta blanca de manga larga, una chamarra vaquera azul, unos pantalones negros ajustados y unas zapatillas que compró en un mercadillo.

Antes de llegar al club, para quitarse ese olor que apestaba, decidió que podría gastar un poco de su dinero en un helado de chocolate, amaba ese helado y aunque estuvieran en invierno e hiciera un frío terrible, seguía queriendolo.

Cuando llegó al club después de comerse su nieve de chocolate, ya se sentía mucho mas a gusto y notó que su olor a vainilla con fresas regresaba.

「함께✨JUNTOS • JIKOOK」Where stories live. Discover now