>Capítulo 46

258 22 0
                                    

Nos hicimos camino entre toda la gente, temiendo lo peor tras el grito de Charly. Pero al llegar al epicentro del barullo encontramos lo último que nos esperábamos: no gritaba por sí mismo, sino por su padre.

Nos quedamos parados a sus espaldas, observando la escena sin saber qué hacer. Sentí miedo, miedo al ver que alguien más se había convertido en una víctima al seguir uno de mis planes. Ahora recordaba porqué no quería grupos, siempre acababa ocurriendo lo mismo. Todos morían o me abandonaban, conduciéndome a mi inevitable soledad.

— Charly, deja de gritar y exagerar, alertarás a más—era Grover quien nos sacó a todos de nuestros pensamientos sobre la muerte y otras inquietudes. Charly le hizo caso y lo ayudó a incorporarse, tenía un mordisco repugnante en la clavícula—. Vamos a seguir con la marcha, después de comprobar las bajas, claro.

Joel tiró de mí y me alejó de los demás para limpiarme la herida sin que nadie se diera cuenta. Yo no podía sacarme de la cabeza lo ocurrido, ¿qué haríamos? ¿De verdad íbamos a seguir con el plan? ¿Querría Charly seguir una vez su padre no estuviera? Y... ¿Quién se encargaría de él...?

 —Ellie, no te preocupes.

 —No estoy preocupada—respondí de mala manera al no soportar su tono protector. Me arrepentí al instante pero no pude prestarle mucha atención a causa del escozor en la mano.

 —Ponte los guantes—dijo separándose de mí una vez ya se había encargado de la herida. Lo seguí con la mirada; por alguna razón se alejaba de mí y yo no quería seguirlo.

Anduvimos más de lo esperado a pesar de la situación de Grover, sin incidentes y sin parar a descansar hasta bien entrada la noche. Por lo que se habló aquella noche, estábamos realmente cerca y el plan se iba a seguir adelante. El problema llegó cuando se decidió, Charly no estaba de acuerdo y menos con la nueva idea.

Me puse mejor los guantes, como si no los llevará bien ya, y sin muchas ganas de separarme de la hoguera, me dirigí adonde se había ido Charly. Separado de todos, de brazos cruzados y con el ceño fruncido; se encontraba una cara de él que no había conocido en lo poco que llevábamos juntos.

—¿Estás bien?—no sabía qué decir y me sentía estúpida por soltar aquello.

—Emily tenía razón sobre mí. Pero sí estoy bien. Mi padre está infectado por mi culpa y ahora quiere utilizarse de carnada. Sí, estoy mejor que nunca.

—Él sólo quiere que nos salgamos con la nuestra, quiere ayudarte. Es una buena oportunidad y ha sido su decisión.

—¿Sabes, Ellie?—se separó del árbol en el cual se apoyaba y descruzó los brazos—. Déjame descansar. 

The Last of Us   {COMPLETA}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora