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"Ah, ¿por qué estoy tan nervioso? ¿por qué estoy sintiéndome así?"

—Apuesto a que jamás has tomado el tren, ¿no es así?—cuestionó el menor divertido, mientras iban bajando las escaleras del subterráneo.

—Claro que lo he hecho, ¿quién crees que soy?

—¿Ah, sí? ¿Cuándo fue la última vez que tomaste uno?

—Uhm... Creo que, creo que fue hace dos años. —contestó con un algo de pena—.

Después de pasar sus tíckets y dirigirse hacia el andén, Yuto comenzó a asfixiarse debido a la gran cantidad de gente que se encontraba esperando.

—Ah... ¿por qué hay tantas personas?—preguntó incómodo mientras ambos se adentraban a la multitud con dificultad—.

—Siempre está así a esta hora. —respondió—. No te preocupes, sólo agárrate de mi mochila para no separarte de mí, ¿vale? De igual manera, acá nadie empuja a la hora de entrar, pero debemos ser audaces si queremos un buen lugar.

Como un niño pequeño siguiendo a su maestro, Yuto tomó de la mochila de Woo y al llegar el tren, se adentraron a él con la esperanza de tener asientos, pero este ya venía demasiado lleno.

—Ah, parece que ni siquiera podemos sotenernos de los tubos. Deberíamos esperar el siguiente. —dijo Adachi preocupado, e intentando convencer al más joven de bajarse—.

—¿Estás loco? El que sigue vendrá aún más lleno. Sólo sosténte de mí, ¿quieres? —respondió Wooseok mientras él  tocaba el techo del tren para sostenerse.

"Woah, él sí que es realmente alto".

Después de dudarlo un poco (y de unas cuantas sacudidas entre la gente que lo asustaron), Yuto decidió aferrarse a Wooseok, tomándolo de su suéter y escondiendo su cabeza en el pecho del menor, mientras cerraba los ojos, pues al parecer se había mareado.

Wooseok sonrió al notarlo y con la mano que tenía libre, lo tomó de la nuca y comenzó a acariciarle el cabello para calmarlo.

—Estoy en casa. —pronunció Jung al abrir la puerta, esperando una bienvenida, pero al parecer no había nadie—. Pasa, parece que mi familia no está.

—¿Tu hermana no estaría aquí? —preguntó mientras se quitaba los zapatos y se ponía las slippers que Wooseok le dió—.

—No, ella trabaja hasta tarde—respondió—. Pero me sorprende que papá no esté.

—Oh, ya veo. Y...

—¿Quieres algo de beber?—Wooseok le interrumpió—. Debes tener mucho calor por lo del tren.

—Ah, sí. —rascó su nuca con algo de vergüenza, pues había sudado un poco por el calor que hacía en aquél lugar cerrado—. Creo que estoy sudando.

—Puedes darte una ducha, si quieres. Te prestaré algo de ropa.

—¿Eh? No, no es necesario. —comenzó a enrojecerse de nuevo—.

«🍓leche de fresa🍓» ||wooyu||PENTAGON||Where stories live. Discover now