1K 188 115
                                    

Al día siguiente, Wooseok decidió ir a echar un vistazo a aquellas escaleras, preguntándose si ahí estaría Yuto bebiendo su leche rosada, sentado en un escalón y sosteniendo el envase con sus dos manos mientras hacía bizcos mirando la pajilla de la que bebía.

Pero no se encontraba en las escaleras.

Por mera curiosidad, subió hasta la última planta, llegando a la azotea, con la esperanza de verlo ahí y preguntarle cómo le había ido con su mancha. Al abrir la puerta, lo encontró recargado justo a unos centímetros de distancia, bebiendo su leche y haciendo bizcos.

Tal como lo imaginaba.

—Tus globos oculares se saldrán si sigues haciendo eso. —se acercó y le arrebató el envase, puso la pajilla en su boca y comenzó a beber—.

—¡¿Qué diablos haces?!—Yuto lo fulminó con la mirada e intentó recuperar su leche, pero falló, puesto que Wooseok (quien es demasiado alto, por cierto) alzó su mano con la bebida, lo que hizo imposible que Yuto pudiese alcanzarlo—.

—Joder, tienes un grave problema con la leche. —rió mientras observaba al otro dar brincos, intentando recuperarla—. ¿A caso no fuiste amamantado?

—Pff, olvídalo. —se rindió y rodó los ojos—. De todos modos, ¿qué haces aquí?

—Ayer dijiste que nadie venía aquí. —respondió después de dar un sorbo a la bebida y finalmente acabársela—. Las chicas de tercero siguen acosándome, y necesitaba un lugar tranquilo. Pero tú estás aquí. Es una coincidencia.

—Si quieres me voy de inmediato. —pronunció Yuto con algo de sarcasmo—.

—Sí, por favor. —Wooseok tiró el envase vacío en un bote de basura que se encontraba cerca—. Y, la próxima vez, compra leche de durazno. Me viene mejor.

—¿Qué mierda? ¿Soy tu esclavo acaso? —bufó mientras cruzaba los brazos-.

—¿Te gustaría serlo? —acortó aún más su distancia con el mayor y susurró con voz grave en su oído—.

—N-No digas estupideces. —respondió cerrando los ojos con fuerza y ladeando levemente su cabeza—. ¿Acaso eres homosexual?

—No lo sé. —volvió a susurrar, esta vez con una voz aún más grave—. ¿Tú lo eres?

—Tengo novia, por si no sabes. —Dijo Yuto riendo levemente quizá por el nerviosismo que le provocaba la cercanía del contrario—. Su nombre es Momo.

—¿Hirai? ¿La de Volleyball? —arqueó la ceja y finalmente se alejó un poco de Yuto—. Creo que deberías cuidarla más, amigo. Dicen por ahí que se besa con sus compañeras de equipo.

—Como su fuese a creerte. —volvió a rodar los ojos—. Los rumores no son más que eso. Deberías saberlo tú más que nadie.

—¿Por qué yo?—Preguntó el menor rascando su cabeza—.

—¿No has oído los rumores que dicen sobre tí?

—¿Los de mis padres?—desvió su mirada hacia la nada mientras apretaba sus labios—. No lo sé, tal vez tengan algo de verdad. Los rumores no se crean de la nada, ¿sabes?

—¿Y no te molesta que hablen a tus espaldas?—cuestionó levantando un poco la voz—.

—Nah. —entrecerró los ojos y sonrió, como si de un chiste se tratara—. Pero por lo visto a tí sí te preocupa, y mucho.

—Pff. Claro que no —bufó el mayor.

—¡Ja! ¿Entonces por qué te escondes para beber leche? No es un crimen ni algo tonto. De hecho, ingerir bebidas es de lo más normal.

—¿Y por qué piensas que me escondo? —resongó Yuto—. Simplemente me gusta estar solo a veces. Que la máquina expendedora quede de paso es otra cosa. Me aburro si no tengo algo en la boca.

Wooseok no pudo evitar soltar una carcajada ante las palabras del contrario. ¿Es que acaso lo hacía a propósito, o era Woo quién tenía una mente demasiado sucia?

—¿Por qué te ríes?—levantó la ceja retando al menor—. ¿Es que acaso piensas que bebo leche todo el tiempo?

—Vale, hagamos una cosa. —Wooseok tomó aire, después de reír—. Te reto a abstenerte por completo de la leche el lunes, ¿qué dices?

—Bah. Eso es pan comido. —dijo con seguridad—. Pero, ¿qué me darás si logro cumplirlo?

—Mmhn... —el menor llevó su mano derecha hacia su mentón, pensando en qué podía darle a Yuto—. Pide lo que quieras.

—¿Lo que yo quiera?—alzó las cejas sonriendo, y el menor asintió—. ¿Eres coreano, cierto? Debes conocer a TVXQ.

—Sí, ¿te gustan?—preguntó Wooseok mirando con atención las expresiones de Yuto.— Mi hermana tiene un álbum de ellos autografiado, puedo negociar con ella.

—¡¿Es en serio?!—los ojos del mayor comenzaron a brillar, pocos segundos después se percató de que estaba siendo demasiado infantil y apartó su vista del menor—. Ah, debes estar mintiendo.

—Nope. —el más alto hizo un puchero—. Pero puedo darte otra cosa si quieres.

—Eso estaría bien. Pero si estás mintiéndome...

—¡Ah, por cierto!—le interrumpió Wooseok—. Si no logras cumplir con el reto, tendrás que ir a mi casa por dos semanas y jugar Play Station conmigo. Soy muy cruel, ¿no crees?

—Eso es ridículo. ¿No tienes a alguien más a quién invitar?

—Supongo que no. —respondió el más joven mientras tocaba su nuca—. Ayer invité a unos chicos de mi clase, pero son pésimos jugando, y se la pasaron comiendo chatarra. Dejaron mi habitación hecha un desastre.

—Yo tampoco sé jugar. —Mintió, esperando así librarse de aquél castigo, si es que se le podía llamar de esa forma—.

—No te preocupes por esto. —Una amplia e inocente sonrisa se dibujó en el rostro del menor—. Yo puedo enseñarte a jugar.

Ahora que Adachi lo pensaba, Wooseok parecía ser alguien agradable, e incluso lindo.

—Bien. —respondió—. Pero de una vez te digo que no te hagas ilusiones. No perderé.

—Eso lo veremos el lunes. Me tengo que ir, te veo a las 2:30 en la biblioteca.—Golpeó suavemente el hombro del mayor y sin decir una palabra más, abrió la puerta y se fue. Dejando a Yuto solo de nuevo en la azotea.

Mañana será un día largo”.

¡Hola otra vez!
Aquí está la tercera parte^^.
Las estrellitas son bienvenidas🌠, así como también agradecería si comentaran cómo les está pareciendo el fic, para poder mejorar. :)

También sería lindo si pudiesen pasarse a mi nuevo fic—si se le puede llamar así— «kakaotalk» xD.

Muchas gracias. ^^♥

«🍓leche de fresa🍓» ||wooyu||PENTAGON||Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang