Encerradas- The Loud House

Sospechas

Temprano por la mañana. Leni despertó, algo confundida, pero miró a su alrededor. Lucy sacaba el galón de jugo de naranja y servía un vaso.

-¿Lucy?- Preguntó confundida.

-¡Leni!- "Exclamó"-.

-¿Qué estás haciendo Lucy?- Preguntó Leni, sospechando de ella- ¿No me digas que vas a ver a...?-.

-¡No te muevas!- Exclamó.

-¿¡Qué!? ¿¡Tengo una araña encima!?- Gritó asustada- ¡¡QUITALA!!-.

-¡Peor! Tienes un grano en la punta de la nariz-.

-¡¡Soy un mounstro horrendo!!- Exclamó asustada, y se encerró en el baño.

-Perfecto- Dijo Lucy tranquila, sabiendo que Leni era demasiado estúpida y fácil de convencer.

Mientras tanto con Leni.

-¡Yo ya sabía que no tenía una araña! Ésas cosas sólo están en el cuarto de Lynn, a donde Lucy siempre va. ¿Cree que no lo sé? De todas formas, les diré a las demás-.

Una vez en el cuarto de Lynn, Lucy saludó como siempre.

-Hola Lynn- Saludó.

-....¿Lucy? Pensé que...no vendrías hoy...- En su voz se notó que había llorado bastante.

-No iba a dejarte en la oscuridad otra vez, aunque me guste, no quiero que sufras con ella- Dijo Lucy acercándose a Lynn, y llamando su atención con el vaso.

-Te traje jugo de naranja- Dijo.

Lynn se giró a verla, sus ojos estaban completamente rojos, y las lágrimas secas en sus mejillas.

-¿Lynn?- Se preguntó al verla así- ¿Qué ha sucedido?- Preguntó preocupada, agachandose a su altura y tocando su hombro.

Lynn le dio la espalda quitándose la mano fría de Lucy de encima.

-¿Qué pasa? Me preocupas mucho, y sabes que aún cuentas conmigo- Dijo.

-¡Ése es el problema!- Exclamó al borde de las lágrimas.

-¿¡Yo!?-.

-¡¡N-NO!! ESTOY HARTA DE ESTAR AQUÍ ENCERRADA, DE NO PODER DISCULPARME CON LAS DEMÁS, DE SER CONSIDERADA UNA BESTIA SALVAJE...DE NO PODER TENERTE SIEMPRE CONMIGO...- Estalló en un llanto dolorido, lleno de sufrimiento; todas tenían resentimiento hacia ella, y sabía que nunca la perdonarían; todo era una basura en su vida, excepto por Lucy, quien nunca se alejaría de ella.

Lucy quería llorar, pero tenía que ser fuerte, a pesar de todo lo que habían pasado, tenía que ser valiente, y proteger a Lynn.

-L-Ly-nn...- Su voz se entrecortó, se agachó y dejó que Lynn llorara sobre ella.

-Lucy~....- Balbuceaba cosas, como lo tonta que era, que no valía nada, y que sólo con Lucy podía sentirse bien; Lucy no dijo nada, dejó que se desahogara en alguien. Lloró tanto que se quedó dormida, al igual que Lucy unos minutos después.

Mientras tanto en la habitación de las chicas, los científicos entraron de golpe, sin alarma alguna.

-¿Dónde está la peli-negra?- Preguntó una de ellos.

Ninguna contestó.

Leni, quien sabía donde estaba Lucy, hizo unas señas hacía afuera de la habitación.

Los científicos entendieron de inmediato, y fueron a la habitación de enfrente.

-¿¡Leni!?- Exclamaron todas.

-¿Qué?-.

En la habitación, dormían ambas chicas.

-¿¡Qué está haciendo ella aquí!?- Preguntó uno de ellos.

-¡No tengo idea! Pero según yo, las cámaras vigilaban todas las habitaciones, ¿Qué pasó con ésta?- Preguntó una científica de cabello corto.

-Ayer estuve vigilando las cámaras, y no vi ésta- Dijo otro científico.

-Éso ya no importa, tenemos que recoger a la otra niña, son órdenes de la genio- Dijo otra científica.

Una vez frente a ellas, Lucy abrió los ojos, podiendo ver a 4 científicos frente a ella. Gritó asustada, cuando un científico quiso agarrarla a la pura fuerza.

-¡No! ¡Sueltenme!- Pidió a gritos.

Lynn despertó.

-¿¡Lucy!?...¡¡No!! ¡¡No se la lleven!! ¡¡Se los ruego!!- Exclamó Lynn llorando.

-¡¡Tú cállate enana!!- Y un científico la pisoteó en la cara, dejándola inconsciente al instante.

-¡¡Lynn!!....- Exclamó Lucy en brazos de un científico mientras se iban- Lynn...- Dijo con una lágrima en su mejilla.

Ésa misma noche, ocurrió algo que podría arruinar más la vida de cierta niña.

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Entre a nuestro cuarto de documentos, donde guardamos miles de documentos sobre nuestro trabajo.

Me sorprendí al ver a Lisa Loud, nuestra niña genio, hojeando nuestros documentos.

-¿Lisa?- Pregunté confundida.

-¡¡Ay!!- Se sobresaltó.

-¿Qué, estás, haciendo?- Pregunté con sospechas.

-Na-Nada, s-sólo recogo mis listas- Dijo tartamudeando.

-Pero tus listas no están aquí- Dije.

-Am...em...y-yo...- Tartamudeó.

-¿Qué nos ocultas niña? ¿Acaso quieres ir con tus hermanas? ¡Oh, pero para qué! Si tu las has torturado, creí que te irías de su lado, pero ahora que estás con nosotros nos engañas, ¿o acaso me equivoco?- Amenace.

Lisa bajó la cabeza, sin decir nada.

-Anda, dime, ¿qué tramas?- Pregunté.

Lisa comenzó a temblar, y de repente salió corriendo del cuarto.

-¿¡A dónde vas!?- Exclamé, tomandola del brazo.

-¡¡Déjeme en paz!!- Gritó pataleando sus piernas intentando soltarse de mi agarre- ¡¡Yo sólo quería sacar a mis hermanas de aquí!!- Y comenzó a llorar.

-¿¡Con qué traicionandonos eh!? ¡¡Pues a ver como te sientes cuando vayas a la sala de castigo todo el día mañana!!- Grité.

-¡¡NO POR FAVOR!!- Gritó.

-¡Ya cállate!-.

Y Lisa fue dejada inconsciente, antes de llegar al cuarto.