Gritando Bajo el Agua

343 29 6
                                    

—Es curioso encontrarte aquí— sonrió al verme. Esa maldita sonrisa.

Se me revolvió el estómago y quise seguir corriendo ¿Qué estaba haciendo aquí? ¿Qué era lo que quería? ¿Por qué ahora? ¿Por qué yo? Lo único que podía pensar era en todas las cosas que podrían salir mal en ese momento ¿Qué pasaría con Oliver? Estoy con Oliver. No tengo porqué olvidar eso. Me sentía completamente vulnerable. 

Necesito ayuda.

—¡Alex! —Escuché su voz detrás de mi. No pude voltearme, la mirada de Jason me tenía paralizado —Perdón, aquellas chicas me estaban haciendo muchas preguntas.

—¿Amigo tuyo?— preguntó Jason. Su sonrisa desapareció.

—¡Hola! Oliver Sharp, un gusto— Oliver le extendió su mano. Era demasiado amable. Dudo que haya notado lo incómoda que era la situación para mi. 

—Jason Hoover— le estrechó la mano. La mirada de Jason caía dura sobre Oliver, aunque era disfrazada por una especie de mueca que se suponía que era una sonrisa. 

Volteé a ver a Oliver, a primera vista parecía genuinamente feliz e ingenuo ante la situación, pero su cara era extraña, era una expresión que no había visto antes. Era como si hubiera una batalla en sus cabezas y yo solo estaba ahí, en medio de todo ese embrollo. El apretón que pareció durar horas terminó finalmente. Había cierto aire sombrío rodeando a Oliver, pero esa sensación desapareció cuando volteó a verme. Me sonrió y sentí como despejaba todas las nubes que había en mi cabeza. 

—Voy a llegar tarde...— dije en un murmullo, ni siquiera miré a Jason— Necesito ir a atender mi puesto, ya voy tarde.

Giré sobre mis talones y me alejé. Esa despedida fue demasiado ruda para mi gusto, pero mentiría si le hubiera dicho algo como "gusto en verte" o "nos vemos luego" porque la realidad se alejaba completamente de esas frases. No quería volverlo a ver nunca. Comencé a caminar en dirección a la convención. Sentía la presencia de Oliver detrás de mi. Quería vomitar, todos mis ánimos se habían ido a la basura. La esperanza de tener un buen día dependerá de poder distraerme con los regaños de Amy.

No pasó mucho tiempo hasta que la encontré entre dos puestos tratando de acomodar todo, aun no se le estaba permitiendo el paso a la gente a esta sección, así que no estaba tan preocupado. Forcé a mi cerebro a concentrarse en el problema inmediato. La convención es primero idiota. Dejé mis cosas sobre una de las mesas y caminé hacia Amy para ayudarla a colgar una de las lonas sobre la pared.

—Tu termina con esto, iré sacando la mercancía de las cajas —me dijo aventándome un par de cuerdas— ¿Te sientes bien?

No le respondí. Estaba seguro que mi cerebro había registrado la pregunta, pero no dije nada. Pasado un tiempo, me forcé a ser funcional en esa situación. Acomodé un poco la distribución de las mesas, de modo que tuviéramos mas espacio para las otras cajas. Saqué otro par de cosas de la mochila, con la esperanza de que al ver mis artículos de dibujo mi felicidad volviera. De vez en cuando volteaba al rededor para buscar a Oliver. Él estaba dando vueltas por ahí, viendo como los otros expositores acomodaban, y viendo la mercancía de puestos ya terminados. Caminaba con las manos en los bolsillos un poco encorvado, de seguro estaba nervioso pero sus ojos escaneaban la escena de la convención, aparentemente tenía mucha curiosidad.

Verlo así era muy inusual, considerando que él era de los que hacía acto de presencia cuando entraba en algún lugar. Terminé de acomodar las cosas que Amy me había asignado. Nuestro puesto estaba comenzando a verse un poco más decente, aunque aun estábamos muy por debajo de otros lugares más "profesionales". Era aceptable, considerando que solo éramos dos chicos en su primera convención.

Historia de un AdolescenteWhere stories live. Discover now