Prólogo

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Cierro los ojos a medida que subo la música de mis audífonos. Mi madre me ha repetido hasta el cansancio que esta costumbre me dejará sin oídos algún día, eso no podría importarme menos.

Respiro hondo y me dedico a dibujar en mi cuaderno, mientras la hermosa voz de Gerard Way inunda mi cabeza y hace a mis garabatos más "grotescos". He pensado varias veces en unirme al club de arte de la escuela pero no siento que mis dibujos sean lo suficientemente buenos como para impresionar al 'cordi'. Mis manos están manchadas de carbón y me acabo de dar cuenta de que borré demasiado fuerte, la hoja se arrugó. Demonios.

Mi teléfono vibra varias veces. Alguien me mandó un mensaje, eso era raro; no tenía muchos amigos y Amy no es de muchas palabras que digamos. Sin mucho interés alcancé el aparato y me sorprendí al darme cuenta de que era un mensaje de Oliver.

"Sin mucho que hacer. Quieres salir?" leo brevemente su mensaje en la blanquizca pantalla de mi celular.

Mentalmente maldigo, tengo que negar su oferta... espera... ¿Estoy hablando en serio? No suelo hablar mucho con Oliver... no lo clasificaría como un chico inalcanzable, pero él es parte de los "normales". No es de los creídos de la esquina del salón, pero tampoco es parte de "los raros", en mi muy personal opinión ese nombre solo lo llevaba cualquiera que no esté en los creídos, los nerds, deportistas y normales. Al mismo tiempo siento que no soy nada de eso. No creo ser algo raro.

"Hola? Ya te dormiste?" el celular vibra en mi mano con insistencia. No me había dado cuenta que aún no contestaba el mensaje de Oliver. Trago saliva y pienso un poco. ¿Qué se supone que deba decirle? Se verá completamente desesperado que responda que si porque sí.

"Dibujando. Me escapo o que hago? (8" ¿Que acaso no pude escribir algo más tonto? Ugh... va a odiarme.

"Deberías escaparte conmigo ;)"

Esto tiene que ser una broma, lo están obligando, es imposible que me estuviera diciendo estas cosas. O quizá soy yo y mis imaginaciones locas. Estoy exagerando la situación. Oliver hablándome de esa manera me hace sentir feliz, pero una inseguridad terrible invade mi cuerpo.

"Estaré en el parque por si cambias de opinión" otro mensaje aparece en la pantalla y yo sólo suspiro.

Tienes que ser fuerte Alex. Pienso para mis adentros mientras otra canción cantada por mi amor platónico Gerard Way comienza en mis audífonos.

¿Fuerte con qué exactamente? De lo que a mi concierne, Oliver está en el parque congelándose a las diez de la noche sólo porque yo estoy aquí en mi cuarto haciéndome difícil. No voy a negarlo, quiero ir a verlo en serio que sí, pero...

Refunfuño ante mi hilo de pensamientos, simplemente tomo una chamarra y salgo por la ventana de mi habitación. En cuanto mis pies tocan el césped una sensación de culpa invade mi estómago, si mis padres me descubren me van a matar. ¿Vale la pena todo esto por Oliver? Bueno, al menos después de algo así al fin tendré algo interesante que contarle a Amy y quizá hasta postear en mi blog, con los nombres distintos claro.

Vuelvo a colocar los audífonos sobre mis oídos y comienzo a caminar sin muchas esperanzas de algo mágico. Tengo que calmar mis pensamientos y sobre todo a mi corazón, no creo que signifique algo especial que Oliver quiera verme a estas horas, y menos que algo vaya a pasar entre nosotros. Comienzo a reír ante tal posibilidad. ¿Por qué razón Oliver se fijaría en alguien como yo?

Historia de un AdolescenteWhere stories live. Discover now