JACK

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-¿Por cuántas ciudades habremos pasado ya?- pregunté.

-No lo sé, demasiadas- dijo Judit.

-Sabes, siempre me había gustado viajar, escaparme y evadirme y conocer lugares, cercanos y remotos, me daba igual con la excusa de desconectar- ella me miró  -Obviamente en otras condiciones-

Estábamos en la cola de racionamiento, llevábamos más de dos años caminando por las diferentes ciudades de Europa, Barcelona, Marsella, París, Zúrich, Berlín, Viena, Praga,... Un sinfín de nombres de asentamientos que estaban siendo arrasadas por los V, que no hacían más que proliferar y evolucionar. Decían que el V-Virus había sido liberado intencionadamente en sujetos de prueba humanos en Londres para combatir el VIH. Este virus iba desapareciendo aparentemente de ellos a los meses y poco a poco sus cuerpos iban volviendo a producir glóbulos blancos, pero también otros tipos de células. El V-Virus fue comercializado en masa, el medicamento costaba mucho pero la gran mayoría de personas podían permitírselo después de ahorrar dinero unos cuantos meses, la farmacéutica que lo desarrolló se estaba haciendo inmensamente rica, incluso gente libre del virus del VIH lo quería para prevenirse de este lo cual ocasionó un mercado negro de este medicamento. Un año más tarde los primeros sujetos empezaron a presentar otro tipo de síntomas, la farmacéutica fue denunciada multitudinariamente y sus altos cargos fueron encarcelados.

La policía y los servicios de inteligencia al fin descubrieron su plan: vender el medicamento que combatía el temido virus del VIH, un virus el cual jamás se había encontrado una cura y que creaba una fecha límite incierta para la muerte y cuyos huéspedes querían evitar a toda costa. Después de esto, el VIH iba desapareciendo pero los efectos del medicamento seguían y cada día se iba alterando más y más lo que originalmente estaba planeado que ocurriera. La farmacéutica no preveía algo mucho más fuerte que una gripe para la cual también estaba prevista una cura disponible para ser comercializada pero lo que no previeron fue que se les iba a ir de las manos por jugar a ser Dios, a desatar literalmente el Apocalipsis y pese a que tenían el poder de desatarlo no tenían el suficiente para acabarlo.

Al principio los afectados presentaban síntomas relativamente normales: vómitos, náuseas, mareos, expulsión de sangre, ronchas, palidez, calvicie... Pero luego los síntomas se agravaron en otros no tan leves dentro de lo que cabe: deformidades físicas, demencias mentales, crecimiento anormal de los dientes, caída de los tejidos, taquicardia extrema, violencia... hasta llegar a lo que actualmente conocemos como un V-0, un V sin evolucionar.

Mi primer contacto con un V fue en Barcelona, conducía mi moto por la carretera de l'Arrabassada y lo encontré tirado en el suelo, pensaba que sólo era un borracho o un yonqui o algo parecido pero cuando me acerqué a él se levantó lentamente y casi me mordió, le pegué una patada y me fui lo más deprisa que pude de ahí.

Los medios de comunicación no hacían más que vender humo y extender el terror d estos nuevos humanoides y pronto comenzaron  los disturbios y los saqueos, los estados establecieron leyes marciales y muchos aprovecharon para alzarse con el poder y establecer dictaduras militares, pero no duraron demasiado, las ciudades se infestaron de V, era peligroso hasta beber agua. Los pocos países o regiones que sobrevivieron se adhirieron a la OTAN y a la ONU si no lo estaban ya, abrieron sus fronteras hasta llegar el punto de que cualquier ciudadano tenía la libertad total para acceder a cualquier país del mundo. En el fin del mundo los países se unieron inútilmente, ya no podían hacer nada.

Judit y yo estábamos en la fría ciudad de Minsk, Bielorrusia, era una de las pocas ciudades que aún no había sido totalmente evacuada ya que los V aún no habían proliferado allí, hasta ese momento.

V-Virus #TBNAwards18Onde as histórias ganham vida. Descobre agora