"Juliette"
Le estaba ayudando a Max a vestirse en lo que llegaba su madre por él. La promesa que le hice pudo hacerse realidad gracias a Gabriel. Durante todo este tiempo jamás habíamos visto a su madre, pues siempre venía cuando no había nadie en guardia.
— Estoy muy emocionado.
— Lo sé.
— ¿Ya estás listo? — le preguntó Gabriel con una leve sonrisa.
— Más que nunca.
Nos observó detenidamente intentando descifrar algo.
— ¿Puedo hacerles una pregunta?.
— Claro — le respondí yo.
— ¿Ustedes son novios?
Dejé de hacer lo que hacía alarmada ante esa pregunta tan incómoda. Gabriel comenzó a toser como loco y negó varias veces.
— No, no, no — me miró y volvió a negar — nunca.
— Creí que sí, siempre están juntos.
— Es sólo trabajo, Max.
— Además de que yo tengo novio.
— Ya veo.
Asintió levemente no muy convencido de lo que decíamos. Pero en cierta forma no mentía en que siempre estábamos juntos, pero era por trabajo y nada más.
Una mujer de cabello negro y grandes ojos azules entró a la habitación. Venía distraída con el teléfono en mano, se sorprendió bastante cuando nos vio frente a ella.
— Oh — guardó su teléfono — disculpen — nos sonrió avergonzada.
— No se preocupe — me acerqué a ella — soy la Dra. Vega — le tendí la mano.
— Mucho gusto — me estrechó la mano — soy Lauren Pettersen, la madre de Max.
— ¡Mami! — el pequeño saltó de la camilla y se abalanzó sobre su madre.
— Hola cariño.
— ¿Ya podemos irnos?
— ¿Podemos? — nos preguntó con timidez.
— Claro, sólo no olviden volver el lunes — ella asintió.
— No lo haremos.
— ¡Nos vemos! — se despidió Max antes de desaparecer por la puerta.
Mis ojos se encontraron con los de Gabriel y no pude evitar sonrojarme.
— Iré a inspeccionar otras áreas — asintió levemente.
Tomé una de las tabletas de pacientes que se me habían asignado y justo cuando iba a salir a hacer mi deber mi madre se interpuso en el camino.
— ¿Pasa algo mamá? — pregunté confundida.
— Tú vienes conmigo ahora mismo — me tomó por la muñeca y me arrastro con ella por el pasillo.
— Mamá tengo trabajo — me quejé.
Entramos a su consultorio y cerro la puerta tras ella, me soltó y buscó algo en uno de sus cajones.
— Jessey me llamó para decirme que no te haz sentido bien últimamente y que no te haz alimentado bien — saco lo esencial para sacarme sangre.
— Estoy bien mamá.
— Mientes.
— Mamá...
ESTÁS LEYENDO
Bad Liars
Teen FictionJusto cuando todo parece ir bien regresan los problemas, los celos y malentendidos. ¿Podrá ser este el final? Portada hecha por: @Lion_blue1