Desperté de golpe al escuchar la alarma sonar una y otra vez. Soy de esas personas que tienen que poner diez alarmas porque a la primera no despiertan. Jessey no estaba en la cama así que supuse que estaba en la ducha. Me levanté de la cama para cambiar las sábanas y volverla a tender.
Me dirigí a la cocina para preparar un buen desayuno para ambos. Hice unos macarrones con queso que Jessey había comprado y algo de café para despertar.
Desayune yo primero ya que este hombre no se aparecía. Dejé los trastos en el lavabo y fui a la habitación para prepararme. Jessey salió de la ducha y se quedo viendo por la ventana, me acerqué y le planté un beso en la mandíbula.
— Buenos días — pasé mis manos al rededor de su cuello.
— Buen día — me dio un corto beso en los labios — ¿Cómo amaneciste? —.
— Muy bien, ¿y tú? — sonrió pícaro.
— Demasiado bien — me tomó de la cintura y me acercó más él para darme un beso feroz. No tarde ni un segundo en responderlo, hasta que recordé que no quería que se hiciera tarde. Me separé de él.
— Tengo que ducharme ahora o se me hará tarde para la entrevista — él asintió — dejé el desayuno listo en la cocina — no esperé respuesta. Me adentre al baño para al fin ducharme. Al salir supe que vendría la parte difícil de todo.
¿Qué iba a ponerme?
Por lo general no me preocupo por eso pero en este caso es diferente. Se trata de algo muy importante y no planeo llegar con short y sandalias. Rebusque en todo el armario algo digno de usar para una entrevista hasta que encontré algo perfecto.
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Me cepille el cabello y lo acomodé para cuando se secara por completo no enloqueciera. No me maquille en exceso, solo algo natural. Me dirigí a la cocina para ver si Jessey ya estaba listo.
— Podrías llevarme a la clínica — le pregunté mientras le acomodaba la corbata.
— Claro — me dio un corto beso en los labios — solo iré a lavarme los dientes y nos vamos — asentí y dejé que fuera hacer lo suyo.
En un bolso metí lo que supuse que necesitaría en todo caso de que me aceptaran. Una vez ambos listos salimos de casa para irnos al auto.
Me agradecí mentalmente el haber traído algo abrigado ya que estaba haciendo algo de frío. La clínica no estaba muy lejos así que llegamos en media hora.
Jessey bajó primero del auto para abrirme la puerta. Le agradecí con una sonrisa, me tomó de las manos llevándoselas a los labios para besarlas.
— Tranquila Julie, ese puesto será tu yo — asentí varías veces para poder meterme eso en la cabeza. Ese puesto será mío.
— Gracias por traerme — le acaricié la mejilla — ya que ese puesto será mío hoy mismo tendré que llegar por mí misma a casa así que no te apures en venir por mí — él asintió.
