AMNESIA. (COMPLETA): SAGA ATRACCIONES PELIGROSAS

Parte 32

-Tu eres su hijo- hace un puchero tan adorable.

Al llegar Daniela solo nos dice que entremos. Al ingresar hay alguien más en la oficina de mi padre, una chica.

-Ismael, Hana. Tomen a ciento por favor, que bueno que pudieron venir tan rápido-

-¿Que pasa señor Harrison?- dice Hana algo angustiada.

- Bueno Hana, como sabes hemos rescindido del Lic. Williams, por algunas quejas que hemos recibido con respecto a su comportamiento algo...- carraspea como para hallar las palabras- impropias en esta empresa- Hana asiente nerviosa. – Por lo que al momento de hoy no tienes un jefe como tal, además de mí, eras asistente de Williams y se lo eficiente que has sido, pero no creo...-

-La vas a correr- lo interrumpo levantándome bruscamente de la silla

-Ismael, deja que termine.- la chica que está en la sala acomodando unos papeles, suelta una pequeña risa. -No, Hana continuara con nosotros, pero ocupara otro puesto-

-Otro puesto- dice ella extrañada

-Hana, con el tiempo que llevas aquí y la experiencia adquirida decidí ascenderte a asesora legal- Hana abre los ojos tanto y veo como se asoman pequeñas lágrimas.

Me dijo que su sueño era siempre ser parte del área jurídica, que ser asistente solo era un escalón a cumplir. Sé que está feliz y yo estoy feliz por ella.

-En serio Señor Harrison- mi padre asiente. -Gracias, muchas gracias, vera que no lo defraudare- dice muy emocionada.

-Felicidades Hana- le dedico una gran sonrisa – ¿Y que querías conmigo?- le digo a mi padre

-Pues al darle ese puesto a Hana, que es tú puesto, tu ocuparas el puesto de Williams, como mi mano derecho- me petrifico

-Hay otros que pueden ocupar ese puesto o que realmente lo desean-

-A pesar de tu poco interés, tus casos han sido exitosos, por lo que el puesto es tuyo no por ser mi hijo, sino por ser un pilar de la empresa-

-Es ridículo, gano los casos, porque me identifico con ellos; son caso de hijos maltratados y patrias potestades, ebrios y delitos menores-

-No es una ridiculez Ismael y no te permito que me levantes la voz- mi padre y yo tenemos una pelea de miradas. –Hana puedes retirarte, Daniela ya tiene las indicaciones para que puedas ocupar tu puesto-

-Sí Señor, con permiso- y se marcha con la cabeza gacha.

Un pequeño carraspeo rompe nuestra concentración y el sonido de unos tacones invaden el espacio.

-Si me permite decirlo señor- esa voz- si Ismael no se siente totalmente seguro del puesto a cumplir no debería de obligarlo-

-No se meta en donde no la llaman Señorita Mayer- dice mi padre entre dientes

-Solo doy mi más sincera opinión- dice con una amplia sonrisa – Creo que Ismael además de tener un gran potencial puede hacer lo que se le imponga, pero no es bueno forzar las situaciones- toma a ciento en el lugar que ocupo Hana hace unos momentos.

-¿Que hace ella aquí?-

-Anastasia fue la mejor de su promoción. Por lo que en acuerdo con la universidad, tiene un puesto garantizado en este bufete- dice mi padre tratando de controlar su molestia.

-Joven Harrison- dice ella con una gran sonrisa

-Es una broma verdad-

-Lamento decirte que no, pero viene lo mejor- dice ella cruzando sus bien torneadas piernas, tomando toda mi atención.