Capítulo 20

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NARRA IZAN

Trastorno de alimentación...anorexia...desde que tenía 14 años...

Las palabras de Eli suenan en mi mente una y otra vez. No puede ser...no quiero creerme eso.

Cuando Sara comía a la fuerza pensaba que era la típica chica obsesionada con lo de no engordar, pero jamás pensé que detrás habría todo esto. Si es verdad que me extrañó mucho lo de las cicatrices y las arcadas en el baño, pensaba que solamente le habría sentado mal la cena.

-¿Izan?-Eli me saca de mis pensamientos-¿Estás bien?

-Tengo que hablar con ella.

-No. No vas a hacerlo. No matará si se entera de que te lo hemos contado.

-Entonces amplíame más el tema, ya que has empezado quiero saberlo todo.

Mira a Mery y Mery la mira a ella. Dudan pero termina asintiendo.

-Tienes a toda una clase esperando dentro-Dice señalando detrás de mí.

-Me importa un carajo la clase. Vengan conmigo, si preguntan, diré que las he castigado y que necesito hablar con ustedes dos.

Camino hasta mi despacho y ellas hacen lo mismo. Una vez que entramos, cierro la puerta y soy todo oídos.

-Bien...pues...

-¿Que tal si mejor te pregunto?

La veo un poco perdida, no sabe por dónde empezar y yo no puedo estar más desesperado.

-Está bien. Adelante.

-¿Como de grave es lo de Sara?

-Grave al nivel de auto lesionarse-Es ahí cuando mi mente viaja haya la imagen de las cicatrices en sus brazos-También vomita cuando come demasiado, casi nunca la dejamos comer sola porque entonces no lo hace, estaba muy bien desde que nos pusimos muy en serio a ayudarla, pero tiene recaídas, algunas enormes como hasta el punto de querer llegar a suicidarse.

Mi mundo se desploma en ese instante. ¿Suicidarse? No puede ser.

-¿A-alguna vez lo ha...

-No lo ha intentado nunca, pero porque lo hemos evitado estando 24 horas con ella hasta que ha vuelto a mejorar.

-No puedo creer esto...-Jamás pensé que Sara podría estar pasando por algo así.

-Izan, tú puedes ayudarla...

-¿Cómo? No me dejáis decirle...

-No hace falta que le digas nada de esto...sabiéndolo tú ahora puedes estar con ella y evitar que vomite por ejemplo...tú puedes evadirla de sus pensamientos negativos.

Pienso en cómo salí ayer de su casa y me arrepiento. Me estoy sintiendo el peor hombre de la tierra.

-Haré todo lo que pueda...

-Te lo agradecemos Izan, ella te está cogiendo mucho cariño.

-Y yo a ella.

Las dos sonríen y seguido salen del despacho para dirigirse a su siguiente clase. Asimilo toda la información y no sé que hacer.
Creo que lo mejor será escribirle o...o ir a su casa antes de que llegue su madre de ese viaje.

NARRA SARA

Despierto mareada. Me pongo de pie y mi cuerpo se tambalea. Mira la hora, 11:15, bajo y voy hacia la cocina, bebo un vaso de agua y voy al sofá. Me veo en el reflejo de la televisión apagado y mi cuerpo se ve cada día más ancho. No puedo permitir esto, estoy gorda. Me levanto y camino más cerca de la televisión, subo mi camiseta y miro mi barriga...bajo la camiseta rápidamente y rompo a llorar. Estoy asquerosa.

Me tiro al sofá con la intención de quedarme ahí todo el día. Lloro y lloro hasta quedar nuevamente dormida.

NARRA IZAN

Sexta y última hora. Estoy cansado de estar aquí metido, necesito llegar a casa ya. Mi cabeza no ha parado de pensar en Sara, ¿qué estará haciendo?, en cuanto llegue a casa la llamaré para decirle de quedar.

Ando hacia mi última clase y siento un enorme tirón de mi brazo encerrándome en el baño de chicas. Miro a la chica que se encuentra cerrando la puerta y es Eli.

-No deberías encerrarme así, casi arrancas el brazo y podrían pensar mal.

Al girarse me mira y me acerco a ella cuando veo lágrimas en sus ojos.

-¿Qué pasa?

Siento que es algo de Sara y empiezo a ponerme nervioso.

-Sara no contesta a las llamadas, ni mensajes...-Absorbe por la nariz-No es nada del otro mundo Izan pero...me asusta, se como lo ha pasado y me asusta que pueda recaer...

Se me parte el alma al verla así, y más se me parte al pensar en Sara.

-Tranquila Eli-Intento consolarla-En cuanto salga de aquí iré a su casa, ¿vale?

Asiente limpiándose las lágrimas.

Abre y sale ella primero, al pasar un rato salgo yo y aunque voy tarde, entro a la última clase.

Interminable. Interminable es la palabra con la que puedo definir esta puta mañana. Por fin salgo del instituto y llamo a Sara.

Llamando...llamando...y nada. No lo coge. Me meto en Whatsapp y miro su última hora de conexión.
Ayer a las 21:49.

No lo pienso dos veces y decido ir a su casa. Cojo las llaves del coche y me pongo en camino. A medida que voy avanzando mi coche comienza a fallar. ¿Un bmw que no tiene ni un año fallando? No puede ser, definitivamente hoy no es mi día...

El coche se para poco a poco y aparco a la derecha. Joder.

Me bajo y después de probar a arrancar de nuevo compruebo que es la batería. ¿Como es posible?

Después de unas dos horas un amigo puede venir y poner las pinzas a mi coche. Para cuando quiero ir a la casa de Sara mi hermana me llama diciendo que tengo que ir a recogerla a su clase de piano, genial...

Llego y sube al coche, la llevo a casa de mi madre y recibo una llamada de un número desconocido.

-¿Sí?

-Izan...soy Eli-Escucho al otro lado.

-¿Eli? ¿Pasa algo?

-¿Has ido a casa de Sara?

-No...he tenido varios problemas con el coche, iba ahora mismo, ¿por qué?

-He estado yo en su casa...-Se escucha un silencio.

-¿Y?-Empiezo a preocuparme, no me dice que pasa.

-No abre...Izan tiene que estar ahí, ¿dónde estaría si no?-Puedo notar como sus ganas de llorar aumentan.

-Deja que yo vaya, te llamo en un rato.

Cuelgo y me dirijo rápidamente a casa de Sara. ¿Y si se ha desmayado? ¿Y si no ha comido bien? ¿Y si se ha dado algún golpe?
Mis pensamientos no quieren llegar a más y piso para llegar lo antes posible.

Maratón 2/3

El profe de historia.Where stories live. Discover now