Colifer: ¿DESTINO O CASUALIDAD? [TERMINADA]

Capítulo 16

Y tan solo dos horas más tarde, después de habernos instalado en la habitación, nos encontramos paseando de la mano por las imponentes calles de Nueva York.

Siempre había visto Nueva York como una ciudad ajetreada y que nunca descansa, pero esta vez... esta vez es diferente. Ver a la gente correr para todos lados hace que me de cuenta de lo mucho que estoy disfrutando, es como si tan solo él y yo estuviésemos en una especie de burbuja, en una realidad solo nuestra. Ver nuestros dedos entrelazados hace que quiera pasar con él el resto de mis días.

Por fin encontramos un Starbuks sin mucha cola y entramos sin pensarlo dos veces. Esperamos nuestro turno detrás de una pareja con una encantadora niña que no para de sonreírme y, sin poder evitarlo, un pequeño suspiro de pura ternura sale de mis labios antes de que Colin me interrumpa para decir:

-Tranquila, Morrison. Algún día una pareja esperará su café con nata y canela mientras nos envidian por ser una maravillosa familia.

No puedo evitar ruborizarme al instante y en cuanto Colin lo advierte, se acerca para darme un corto pero dulce beso en los labios.

La idea de formar una familia siempre ha estado en mis planes de futuro. He soñado desde niña con criar a mis hijos en una casa enorme junto con un hombre como padre del cual podrían sentirse orgullosos. Jugar con ellos en el jardín durante horas y horas en verano y buscar un lugar cercano para usar un fantástico trineo en invierno. Decorar todos juntos el árbol en navidad y salir por ahí en Halloween a pedir caramelos...

Ahora ya falta menos para mi vida de en sueño.

Colin me tiende el humeante café sacándome de mis pensamientos, pasa su brazo libro por mi cintura y así salimos del establecimiento.

-Jen...-dice Colin ya en la calle mientras me detengo y le miro a los ojos- ¿Tu crees en el destino?

Su pregunta me desconcierta, así que guardo silencio esperando a que continúe.

- Quiero decir...¿Crees que todo sucede por una razón?¿Que existen las almas gemelas y esas cosas?- antes de poder contestar, continúa- Se que lo que te dije ahí dentro no te lo esperabas, y no estoy muy seguro del efecto que ha causado en ti pero quería decirte que vamos a llegar tan lejos como tu quieras...solo quiero que seas feliz.

Sin poder evitarlo me pongo de puntillas y junto nuestros labios en un cálido beso.

-Colin, no se si conocerte fue cosa del destino o una simple casualidad, lo que tengo muy claro es que no hay nada que desee más en este mundo que pasar el resto de mi vida a tu lado.

-Te quiero, Jen- dice antes de abrazarme, ahogando mi "y yo" en un suspiro.

Decidimos volver al hotel y pedir la cena al servicio de habitaciones. Me ducho mientras Colin busca alguna película que ver en Netflix esta noche ya que los dos estamos cansados.

Salgo del baño en busca de mi pijama y lo encuentro poniéndose el suyo.

-Me gusta como te queda esa toalla en la cabeza, Morrison. tendrías que usarla más a menudo. En la próxima Comic Con, por ejemplo...-Dice estallando en una carcajada.

Comienzo a reír yo también sin poder dejar de observar ese cuerpo digno de un dios del Olimpo.

-Está bien yo usaré la toalla si tu prometes ir con estos pantalones- respondo acercandome y señalando el pantalón gris que utiliza como pijama.

-Trato hecho- dice mientras tira de mi brazo, acercándome a él para darme un beso.

Poco después de acabar de vestirme llega el pedido que habíamos hecho. Entonces comenzamos a cenar sentados en el sofá de la pequeña pero acogedora "sala de estar" de la habitación.

-Vamos a jugar a un juego- digo dejando el trozo de pizza sobre la sofisticada bandeja y acomodándome como una niña pequeña en el sofá- Yo te doy dos opciones y tienes que elegir la que preferirías. Si es la misma opción que yo elegiría puedes dar un mordisco a la pizza, si no, te quedarás sin.

-¿Yo también puedo preguntar? - sugiere levantando una sola ceja, como solo el mismísimo Killian Jones haría

-Si insistes...

-Genial, entonces quiero comenzar- afirma para mi sorpresa. - Que preferirías, pasar el resto de tu vida en una misma ciudad, o poder viajar pero siempre acompañada de alguna persona insufrible.

Después de esa pregunta vienen muchas más y, cuando se termina la pizza, decidimos seguir jugando con la botella de champán que encontramos allí al llegar.

-Me toca- digo con algo de dificultad entre la risa y el champán- ¿Que preferirías hacer una superproducción que tenga mucho éxito pero a ti no te guste nada o hacer un corto sin éxito pero que a ti te encante?

-Lo segundo- dice después de meditarlo por un momento, yo levanto la copa en señal de aprobación y los dos bebemos un pequeño sorbo de su contenido.

-Que preferirías dejarme a mi o dejar Once Upon a Time?- preguna en un tono más serio de lo esperado.

Después de habernos bebido casi la botella entera me cuesta pensad con claridad.
¿De verdad ha preguntado lo que creo haber oído?

Entonces el alcohol hace su efecto y, mi mente o mi corazón, no lo sé, deciden omitir y pregunta y soltar:

-¿Que preferirías retomar tu vida con tu esposa y tu hijo sin acordarte de mi o comenzar de cero conmigo?

En cuanto esas palabras salen de mi boca su mandíbula se tensa. Ni si quiera se porque he dicho eso. No puedo parar de pensar en la idea de que si Colin no me hubiera conocido, hubiera arreglado las cosas con Helen y ahora viviría feliz con su hijo y su esposa.

Sin darle permiso, una lágrima recorre mi rostro. Supongo que al fin y al cabo esa inseguridad siempre estuvo ahí, pero no la quise ver porque todo era demasiado perfecto.

Cierro los ojos y es entonces cuando siento como seca mi lágrima, deslizando su mano por mi mejilla hasta llegar a la barbilla y levantando ésta haciéndome mirarle a los ojos.

-Lo segundo. - dice mirándome como solo él sabe hacerlo.

-Lo segundo. - Le respondo refiriéndome a su pregunta anterior.

Me atrae hacia sí con suavidad, posando sus labios sobre los míos ahora salados.

Esta vez soy yo la que dejo los suspiros de lado y digo:

-Te quiero.

Hundo mi cabeza en su cuello, disfrutando de lo que queda de su perfume y así, abrazados, despertamos a la mañana siguiente.