Mates (Camren G!P)

Capítulo 22

"Uh, oh... Y-yo, no lo sé, s-sólo... No pensé que-" 

"¿Quién más estaba viéndola?" Indagué, curiosa. Era perfectamente normal que me sintiera protectora de lo que me pertenecía, ¿o no? Después de todo, Lauren era mi novia, se suponía que todos en el instituto lo sabían. 

MI novia.

"Pues, l-las de siempre. Tiffany, Sarah, Kendall, las animadoras en general." ¡Y apostaba que también la morena del club de atletismo! 

Ugh.

Eran todas un hueso duro de roer, Lauren había rechazado a cada una de ellas y sus coquetas insinuaciones, pero claramente no querían un no como respuesta. ¿Qué tenía que hacer para que se movieran del camino? Echarles pegamento industrial en el pelo sonaba como una buena idea en mi mente. "Hmm, no sabía que fueras celosa." Añadió asombrado.

"Por supuesto que me pondré celosa si hay casi medio alumnado babeando por ella." Hice un puchero, descartando mi vaso y cruzándome enfadada de brazos. 

"Bueno, pero ella te quiere a ti. La he escuchado diciéndotelo, lo hace todo el tiempo." Mi corazón se derretía al recuerdo. Siempre hacía eso, ablandarme con pequeños detalles como un 'te quiero' o besos, comúnmente robados. Sabía cómo llegarme.

"L-lo sé. Prefiero omitir el tema."

"Entiendo, no te preocupes." Me dio una sonrisa comprensiva, y tomó su teléfono de la mesita de noche. "Mamá está viniendo por mí, dime algo más sobre ella antes de que me marche." 

Lo contemplé. ¿Qué podía decirle que destacara de su personalidad? Sin contar la particularidad de... Bueno, ser una loba, todo en ella lo hacía, todo brillaba y se hacía notar. Mordí mi labio. Tal vez no debía hablar de eso, sino de lo que hacía para tenerme pensando en ella constantemente. 

"Le g-gusta cuando me recuesto encima de su pecho. Dice que así puede sentir con facilidad mi corazón latiendo junto al suyo." Sólo imaginar sus brazos a mi alrededor me hacía sentir más cálida, contenida. "También le gusta hacerme cosquillas, aunque yo las odio. Siempre está encontrando un modo nuevo de tocarme, es una persona de contacto físico." Tampoco era como si me molestase. Muy por el contrario, me encantaba tener sus manos en mí, aislándome del frío gélido del invierno y protegiéndome de cualquier peligro. Eran mágicas, estaba convencida de que lo eran. 

¡Estás molesta con ella, concéntrate! 

"Sí parece serlo, pero sólo contigo. No la he visto tocando a otros... Diría que mantiene su distancia." Y lo agradecía. Ella misma odiaba que invadieran su espacio personal, nadie la tocaba sin pedir permiso antes, a menos que desearan morir con todas sus fuerzas, o bien, terminar con el labio, la nariz, o el pómulo, roto. Podía hacerse muy tosca y bruta sin conocerla, pero en verdad, era sólo una enorme dulzura. Una gigante con el tacto más suave que alguna vez había sentido. 

Pero no me tocará hasta que se me pasen los celos.

"Tiene sus reservas. Algunas veces solamente luce amenazante para que los del equipo de baloncesto no se me acerquen. Ya sabes, desde que peleó con Seth Maccain y Jay Patterson, ellos han estado apuñalándome con la mirada." Troye resopló, estaba de acuerdo conmigo con respecto al dúo de imbéciles. Esos dos aparentemente se creían los dueños del instituto, pero tenían en claro que no podían con Lauren y la manada, por eso es que se habían quedado con la bronca atascada en el trasero. Había visto a Zayn, Jeremy e inclusive Vero, practicando movimientos de pelea. Si quisieran, les hubieran arrancado el pellejo de una sola vez, pero no eran así. No sacaban provecho de sus habilidades y fuerza bestial a no ser que fuese totalmente necesario.