La Esperada Subasta

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Tomé aire y cerré los ojos intentando recordar a mi mamá, recordé sus manos suaves que acariciaban mi cabello y su dulce voz que me calmaba cuando no podía conciliar el sueño. Recordé a mi papá cuando me cargaba en su espalda y su barba que picaba con cada beso. Recordé los pleitos que tenía con mis hermanas, y la foto que tenía con ellas. Comencé a llorar, y al segundo llego un asistente de imagen con un pañuelo para evitar que arruinara mi maquillaje.

El sonido de unos aplausos me sacó de mis pensamientos y me hizo caer en la realidad. Había una pantalla al fondo de la habitación en la que se veía una señorita muy guapa entrando a la plataforma de exhibiciones. Me supongo que es la imagen de los que estaba sucediendo allá afuera. De pronto en la habitación nombran a Alaia y le dicen que pase al frente por que será la primera en la subasta. La retocaron un poco y le acomodaron el vestido y el peinado. Yo no alcanzaba a ver su rostro ya que la mayoría de las chicas me tapaba la vista pero entonces escuché que la llamaba la presentadora desde afuera.

-Alaia Zaveri- entonces alaba paso tras la cortina y yo me gire a la pantalla para ver lo que estaba sucediendo. - 21 años, 1.66 mts de altura, pesa 50 kg, cabello negro, ojos azules y tez blanca clara.- Alaia entro caminando como nos enseñaron en las clases de pasarela en la CESI y se poso en un taburete encima de la plataforma, ella estaba sonriendo y a decir verdad, se veía muy guapa con ese vestido verde.

-¡1,500,000 dólares!- se escucho entre la multitud y un hombre que no alcance a ver se levantó

-¡1,700,000 dólares!- dijo otro hombre

-1,750,000- dijo un señor diferente

-¡1,850,000!-  dijo el comprador inicial

-1M 850K a la una. 1M 850K a las 2. Vendida al Señor Tuckerman por 1 850 000!- toda la sala aplaudía mientras que Alaia salía por un costado, no me imagino los sentimientos por los que debió de estar pasando. Pero claro, el gobierno no le pierda, se ha subastado 1 sola chica y ya llevan casi 2 millones de dólares.

-Brunette Sohail, es tu turno- al contrario de Alaia, Brunette estaba muy asustada, tuvieron que guiarla hasta la entrada.

Después de que Brunette desapareciera por las cortinas deje de prestar atención a la subasta, creo que pasaron al rededor de 34 chicas y me pareció una eternidad. No llevan ni el 7% de chicas y ya me estoy cansando. ¿Qué se supone que hacen aquí para no aburrirse? Fue entonces cuando decidí ir a buscar a Zelanda, iba a ser difícil entre tantas personas pero disponía de tiempo extra.

-Samira, haz visto a Zelanda? no la encuentro por ninguna parte-

-No Keyra, ya intentaste en el baño?-

Envidiaba en parte a Samira, como es que siempre estaba en tanta calma, sobre todo en momentos como estos, ni siquiera esta emocionada, esta simplemente ecuánime y serena. Tenía ganas de ir a buscar a mi mejor amiga a los sanitarios, pero no quería volver a encontrarme a Anaide, entonces decidí esperarla afuera. Pasaron 20 minutos y nada, pero comenzaba a desesperarme, quería despedirme de ella. ¿Y si ya la subastaron y no me di cuenta? ¿Y si ya me va a tocar y no la encuentro para entonces? Decide ir con la Sta. Hebbans para estar segura.

-Señorita, sabe si Zelanda ya pasó?-

-Keyra no tengo tiempo para esto, estoy bastante ocupada. Y no te alejes por que en cualquier momento podrían nombrarte- le rodee los ojos y me di la media vuelta. Tal vez Zelie estaría en un lugar en el que nadie espere que esté.

-¡Te encontré!- le dije a esa morena que estaba en una habitación donde almacenaban las maletas - Pero que haces aquí? Podrían nombrarte y estarías en un lío-

Me senté frente a ella y me di cuenta de que había sacado de su maleta el collar que tenía cuando llego a la Casa.

-Quería estar segura de llevarlo puesto el día que llegue, así como el día que me voy- extendió la mano, me dio la cadena con dije, se giró y recogió su melena para que se lo pusiera. Luego de eso nos miramos a los ojos y nos abrazamos

-Siempre serás mi alma gemela me oíste?- le dije tratando de no llorar

-Prométeme que esta no será la ultima vez que nos veamos-

-Te lo prometo...- le dije a mi compañera de lo que llevaba de vida sin dudarlo ni un segundo. En menos de 24 horas llevo 2 promesas que no tengo idea de como haré para cumplir, quien lo diría?

Como yo había dejado la puerta abierta pasó un guardia y nos dijo que no podíamos estar ahí, así que Zelanda y yo nos salimos tomadas de la mano y fuimos hacia donde estaban todas las demás. Nos encontramos con Rolanda y Jullie que estaban hablando de sus vestidos favoritos y de quien se veia mas diferente con el cambio de imagen.

-Keyra- escuchar mi nombre me sacó de lugar y al ver que me llamaba una de las organizadoras comencé a sudar frío - pasa al frente, que ya te toca- eso último apenas y logre entenderlo ya que los latidos de mi corazón sonaban todavía mas fuerte que todas las voces del entorno.

Yo caminaba y veia como todas se apartaban. Voltee hacia atrás y vi a Zelanda, estaba gritando pero yo solo escuchaba mis respiraciones. Alcancé a leer sus labios diciéndome "Te amo", no tuve tiempo ni siquiera de responderle cuando la perdí de vista mientras a mi me acomodaban la cola del vestido, los accesorios del cabello y me aplicaban maquillaje. 

Todo parecía estar pasando en cámara lenta y de repente una luz me encandiló, apenas y podía abrir bien los ojos. Y ahí estaba yo, caminando sin ninguna expresión ante un público de cientos de personas, por poco y me tropiezo con el taburete. Estaba demasiado agitada que tenia la sensación como si me fuera a desmayar.

-Keyra Laurenn Maine. 21 años, 1,60 mts de altura, pesa 47 kg, cabello rubio, ojos marrón olivo y tez blanca.- dijo la alta presentadora del vestido negro extravagante. y fue entonces cuando se escuchó la primera oferta...



C O M P R A D AWhere stories live. Discover now