"El pan nuestro de cada día es el amor"
Es delicioso el aroma del pan acabado de salir del horno y disfruto vivir el proceso de su elaboración. Abro un espacio de comunión con cada ingrediente, con cada movimiento de las manos, con las sensaciones que experimento con cada textura, aroma, temperatura. Vivo la creación del pan ensilencio. La cocina ahora es como un templo y se me ocurre que esta sensación es tan rica como el Amor, porque éste es verdaderamente "El pan nuestro de cada día" del cual habla la oración cristiana, el Padre Nuestro.
Dos procesos ricos, el amor y el pan, parecidos porque se logran por medio de la transformación creativa, sensual y maravillosa de todo eso que nos nutre. Creo que cuando lo asumimos de ese modo, nada nos falta, estamos bien nutridos, porque a eso vinimos a este plano a transformar los ingredientes de la vida en el pan nuestro que alimenta y sustenta la vida. Amor y Pan, deliciosa combinación, apreciada en todo momento y en todo lugar.
Hay Maestros Panaderos que nos convocan al disfrute del alimento del cuerpo, y lo percibimos en la atmosfera apenas inicia el nuevo día porque el rico perfume del pan acabadito de hornear nos llama. El Maestro de Reiki es un Líder del Amor que vive en comunión con la energía universal, también nos envia en la distancia un fluido maravilloso que proviene de la más alta dimensión, y actúa como la levadura del pan, haciendo crecer lo bueno de la vida, y llenando todos los espacios con ese perfume delicioso que todos queremos disfrutar.
Los ingredientes para vivir esa transformación del amor están disponibles para todos y son cinco principios que ayudan a la comprensión mental de un fenómeno bioenergético que nos facilita Re-conocer, es decir, volver a conocer, cada vez que los recordamos, que los elegimos, los amasamos y los hacemos crecer, para compartir con todos una nueva faceta del amor.
Rico pan que deja sentir su existencia riquísima y se mete por todos los rincones de la casa, y se dispersa por el vecindario de la misma manera que la Luz Reiki se filtra en todos los hogares y todos quieren disfrutarlo, saborearlo, nutrirse de esa maravilla como el mejor de los regalos que Dios dejó en nuestras manos.
