Porque te amo.

Capítulo 2: Cuando la bomba explota.

NOTA DE LA AUTORA.

Primero que todo, quiero dar infinitas gracias a todas, todos, todes la gente que le han dado una oportunidad a esta historia. De verdad me emociona mucho.

Me gustaría saber sus impresiones, ya que soy muy insegura y no se si estoy haciendo un buen trabajo.

Bueno sin nada mas que agregar les dejo el siguiente capitulo, de ante mano pido disculpas por las faltas de ortografía y espero que disfrute.

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Capítulo 2: Cuando la bomba explota.

Kagami estaba nervioso, su padre lo había citado a una reunión y por cómo habían estado de tensas las cosas los últimos meses sabía que no sería algo agradable.

Toco la puerta de la oficina de su padre y espero a que le dieran permiso para entrar. Una vez dentro vio a su padre parado mirando por el ventanal del cuarto. Su oficina era amplia pero no extremadamente. Un sillón largo junto a un par de sillones en la entrada de esta, una mesita de café, un gran escritorio y 3 sillas. Un par de libreros adornaban la estancia

-¿Me necesitabas Papá?

-Si Taiga. Siéntate – dijo un hombre maduro de rojizos cabellos y ojos cafés. – Sé que hemos tenido esta discusión muchas veces este último mes. Pero ya me canse. Necesito que te hagas cargo de la empresa. – dijo con voz seria.

-Papá. Ya te lo dije no sé porque insistes tanto con el tema – dijo cansado - No quiero quedarme con tu empresa. No tienes a otra persona de confianza o algo así. Ya me canse de decirt...-

-¡SUFICIENTE TAIGA!- grito mientras golpeaba la mesa – Ya me canse de esta mierda. Ser bombero no es una maldita profesión que de estabilidad. No le puedes dar comodidades a Kuroko viviendo de lo poco que ganaras y lo arriesgado que es.

-No hables de Tetsuya como si tuvieras una maldita idea de lo que él quiere – espeto con furia – Jamás ha sido una persona que quiera tener lujos. Es alguien sencillo. Y me apoya en las decisiones que tomo en la vida. Ser bombero es lo que quiero. ¡Por que no puedes estar orgulloso de que salve vidas Papá!

-Ser bombero no es lo que querías lo olvidas – dijo con suficiencia – Desde que Tatsuya te enseño a jugar basquetbol no hablabas de otra cosa que no fuera ser jugador de la NBA. Y lo pudiste ser.

-Eso no tiene nada que ver ahora – hablo con furia contenida.

-Si tienes razón. No nos desviemos del tema. Hasta que no recapacites cortare todo sustento económico que recibas de mí.

-No es que reciba mucho – dijo con burla.

-Pues ahora veras menos. Olvídate que seguiré pagando tu educación. Si quieres ser un maldito bombero eso será tu problema. Pero no esperes que siga pagando tu curso en la Universidad. Y tampoco podrás trabajar para esta empresa – dijo tomando asiento – necesito un heredero Taiga.

-Pues ten suerte encontrándolo. Porque yo no me encerrare en una maldita oficina – dijo levantándose y marchándose.

No lo tomo por sorpresa. Había sido tantas veces amenazado por su padre para que abandonara la profesión de bombero que ya se había hecho a la idea de que terminaría desheredado.

Kuroko había conseguido un trabajo de medio tiempo en una librería cercana a su casa, y él podría tomar más turnos en el cuartel para ganar un poco más de dinero. Nunca habían sido de vivir de lujos, por lo que los gastos de su hogar se apretarían solo un poco.