Punto de vista Anahi
15 de noviembre del 2011
Córdoba, Argentina
Habían pasado unos cuantos meses de aquel momento en el que Paulo me confesó que le gustaba, después de eso las cosas siguieron igual. Nos dábamos besos a escondidas de mi hermano, él estaba en casa casi todos los días y cuando teníamos oportunidad salíamos los tres juntos.
Hoy era el cumpleaños de Paulo y él iba a hacer una fiesta en su casa para festejar sus dieciocho años recién cumplidos. Me dijo que yo no podía faltar porque quería compartir esa gran noche conmigo y yo obviamente no podía negarme a pasar tiempo con él.
Por lo que sabía la fiesta iba a ser bastante elegante, Paulo vestiria un traje que no quiso mostrarme para "sorprenderme" en la fiesta, así que tampoco deje que él viera lo que yo me pondría.
Era un vestido corto de color blanco que tenía unos cuantos volados y algunas pequeñas flores de color rosa en la parte superior. No solia usar zapatos tan altos pero necesitaba verme elegante así que esa noche fue la excepción, decidí usar unos zapatos color crema que quedaban muy bonitos con el vestido.
Mi mamá se encargó de peinarme, haciéndome un medio recogido y algunas ondas en las puntas de mi pelo. Lo tenía bastante largo y a Paulo le encantaba eso, siempre se la pasaba tocandome el pelo.
Cuando termine de arreglarme era temprano todavía así que me quedé con mamá charlando un rato hasta que mi hermano me llamó desde la planta baja y baje las escaleras con cuidado.
Mi hermano me dio su brazo haciéndose el caballero y me llevó hasta el auto que estaba afuera. Nos subimos y nos pusimos en marcha hasta la fiesta que sería en un gran salón ubicado en el centro de la ciudad.
Tardamos más de media hora en llegar y cuando estuvimos en el lugar citado, mi hermano me ayudó a bajar del auto para entrar por la enorme puerta que estaba en la entrada. Podía ver a algunos familiares de Paulo afuera del salón, fumando o simplemente charlando.
Apenas entramos vimos a Alicia caminar de un lado a otro mientras hablaba por teléfono con alguien. A lo lejos pude ver a Paulo con algunos compañeros de Instituto y con mi hermano nos acercamos hasta donde estaba.
Cuando lo tuvimos enfrente, él nos saludó y mi hermano se fue en busca de Alicia para preguntarle algo. Con Paulo aprovechamos ese momento para abrazarnos y me susurró al oído un "estás hermosa como siempre".
- Vos sos hermoso. -susurré sonriendole.
Vestía una camisa blanca que era acompañada por un moño negro y un pantalón del mismo color. Estaba realmente precioso. Su pelo ya había crecido un poco y se lo había rapado a los costados, dejándolo un poco más largo en el medio.
Tuvimos que separarnos cuando vimos a mi hermano volver a dónde estábamos y en ese momento me di cuenta de que no le había comprado ningún regalo a Paulo.
- Me olvide de comprarte un regalo, me merezco ir al infierno. -dije mientras lo miraba.
- Eso no importa, que estés acá ya es un regalo para mi. -respondió antes de que mi hermano llegará hasta donde estábamos.
Después de aquella charla con Paulo, él nos había invitado a sentarnos en una mesa con su familia y algunos amigos. Mi hermano se sentó a su izquierda y yo me senté a su derecha, en varias ocasiones me tomaba la mano por debajo de la mesa para acariciarla con cariño cuando su familia me hablaba y yo me ponía nerviosa.
Luego de la comida llegó el momento en el que Paulo debía soplar las velas de la torta, y después de haberle cantado el feliz cumpleaños, se tomaba fotos con su familia. En un momento nos llamó a mi y a mi hermano, nos sacamos la foto poniéndonos a los costados de Paulo.
- Ya no aguanto más. -dijo cuando nos terminamos de tomar las fotos y mi hermano se alejó.
Antes de que pudiera preguntarle a que se refería, sus labios atraparon los míos una vez más. Pero a diferencia de todas las veces anteriores, él me había besado enfrente de toda su familia y amigos. En presencia de mi hermano.
Gritos y silbidos se escuchaban de fondo mientras nosotros nos besabamos. Él con sus manos en mi cintura para mantenerme pegada a su cuerpo y yo acariciandole la nuca con mis manos temblorosas.
Nada me había importado hasta que pude notar que nos habían tomado una foto y fue ahí cuando nos separamos, pegando nuestras frentes y sonriendo. No quería girar sabiendo que probablemente a mi hermano no le había gustado para nada lo que había pasado.
Antes de alejarme, Gustavo nos pidió una foto más juntos y yo le di un beso en la mejilla a Paulo para que capturara aquel momento. Con miedo me aleje de Paulo y mi hermano me tironeo del brazo, llevandome lejos de la multitud que había en el salón.
- No voy a decirte nada, pero cuando estemos en casa me vas a tener que dar una buena explicación de lo que acaba de pasar. -dijo mirándome fijamente y yo de los nervios sólo pude asentir.
Me esperaba un largo interrogatorio cuando estuviera en casa.
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Tuve que poner la foto del vestido en multimedia porque me daba mucha paja especificar y aparte soy malisima haciendolo.
Nos leemos pronto ❤
