Jayden y Aiden | ✔️

012| Comida.

Sonó de lo más estúpido, le acabé de decir rubio al rubio que no sabía que le decía rubio.

Genial, ya no tiene sentido lo que estoy diciendo.

Ahora la pregunta es esta: ¿Qué hacía él afuera de MÍ casa?

Entiendo que ayer me había hecho el favor de dejarme allí, pero no entiendo este nuevo aparecimiento... aunque bueno, su presencia no me molesta pero tampoco es lo más normal.

¿En qué momento mi vida se había convertido en una novela?

Sin embargo cuando iba a decir algo más él se me adelantó.

—Aritos —me dice e instintivamente juego con mi arito y su mirada se detiene un segundo en mis labios.

Oh.

Lo veo rápidamente y parece que salió del Instituto —lo digo por la maleta en su hombro y deduje que era la hora de la salida —llevaba puesto unos vaqueros y un buzo gris, no se ve mal. En realidad, dudo que algo le quede mal.

¡Espera un momento!

Yo estaba en...¡mierda! Me sonrojo un poco y trato de ocultarme, cosa que ya no puedo hacer, me había visto.

—Lindos pantalones —se ríe haciendo referencia a mis pequeños pantalones con la cara de bob esponja en mis... partes.

No era mi culpa que sean tan cómodos, y que mamá me haya casi obligado a usarlos.

Además ¿quién usaba ropa linda en casa? es casi una regla que usemos los peores outfits dentro de casa.

—Y-yo —balbuceo tragándome la vergüenza —¿Qué haces tú aquí? —intento recuperar la postura pero se me hace difícil, de repente siento mucho calor y disimuladamente me soplo la cara.

Sigue sin responderme.

Vine a verte, ¿qué más sería? —susurra como si nada. Me hace a un lado y me mira ladeando la cabeza —Entraré.

No esperó a que diga algo, entró como perro por su casa y fue a la cocina, dejó un paquete ahí y volvió junto a mí —no sin antes darme una sonrisa burlona—, giré mi rostro.

—Deja de bromear, ¿por qué has venido?

Elimina la cara de chiste que tenía para ponerla seria. No medí el tono en el que lo dije, ni porqué soné tan a la defensiva. Quizás empezaría a evitarlo por la vergüenza de ayer.

—Te traje comida, ayer estabas mal y hoy faltaste. Debes cuidarte, es todo.