Capitulo 1 La Balanza (Alfred)

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                                                               PARTE III

El primer régimen de la gran isla. Era una división política entre la Mancha Azul, y la daga dorada. Alfred era el líder y jefe del partido la Mancha azul, pero aun con el liderazgo, pocas cosas podían lograr con la mayoría de los guardianes a favor del partido la Daga Dorada, liderado por Sobacio el segundo líder de la isla. En ese tiempo las leyes restringía el uso de la magia para los habitantes de la zona 1. De forma equitativa había otra ley que prohibía el uso de magia de Mo 2 para cualquier habitante de la isla, solo los miembros del Ministerio podían usarlo en cualquier momento.

El líder de la isla Alfred un señor ya llegando a los 50 años. Poseedor de una cicatriz, con la forma de una estrella en su cuello (la marca de renovación y signo de la mayor voz de la Balanza). Su rasgo emocionales provenía de una persona trabajadora con sueño de liderar a su pueblo, con la justicia por sobre toda las cosas, una obsesión por el café, un poco confianzudo con las personas, que en el pasado genero algunos problemas personales, muy bueno para guardar secreto y nadie le ganaba jugando ajedrez, ni siquiera su consejero Alex o al menos eso decía él después de ganarle una vez.

En la madrugada del mismo díaque Teo llego a la Balanza. Alfred tuvo un sueño extraño. Una guerra entrehermanos y amigos, pero luego la guerra terminaba por un extraño héroe. Unmuchacho con un talento incansable en la magia; justo cuando el muchacho quisousar su varita para eliminar a todos los enemigos, se despierta pensando."Que sueño, pero no puedo arriesgar a mi gente, necesito encontrar a esesalvador. Convertir una ilusión en una verdad que renovara este pueblo".

En la zona 2. Las cosas eran muy diferentes, había ciertas cosas peculiares. Existía un lugar que solo Alfred y su consejero sabía. Un sótano que escondía unos de los más grandes secretos de la isla. El primer líder, siempre evadía el tema cuando alguien llegaba mencionar algo del tema. Una imponente diferencia que tenían las dos zonas, eran los grandes rascacielos, obras arquitectónica creadas por un mago diseñador, que su obra fue cobrando vidas por ingenieros del ministerio. La zona 2 sufría de una fuerte división, esta era de la siguiente manera: un 15 % eran magos corrientes graduado como guardián, pero que optaron por un camino meno práctico. No era raro ver un mago de la zona 1, graduado como filósofo y que no desempeñara su labor como protector ni como miembros del ministerio, también habitaba un 7 % de magos que llegaron por algún lazo político o de sangre por algún habitante de la zona 2, era uno de los problemas que en este lugar se veía a menudo, muchos magos pobres buscaban la forma de enrollarse con alguien superior (socialmente). Con la finalidad de subir de estatus y dejar atrás la miseria. Un 50 % eran los magos descendientes de los 7 magos (sin incluir los 2 líderes), que habitaron la isla. Un 33 % los guardianes y miembros del consejo de magia, está de más decir, que es la mayor aspiración de un mago de la zona 1, al graduarse. Por último queda un 5 % de hechiceros de la zona 1, que se encarga del trabajo duro en la zona 2, son unos de las personas que más insulto y desprecio pasan, y los vacante cada vez son pocos, magos se pelean entre sí para ser elegido.

No hay duda que el lugar que Alfred deseaba, estaba aún muy lejos. La esperanza se mantenía viva. Algún día obtendría el fallo por su oponente político Sobacio. Aunque mantenía una sospecha que guardaba consigo mismo, decía que de ser cierto, las cosas cambiaria drásticamente y tal vez, su bando seria el que tome las riendas en la isla.

En el ministerio la mañana, fue testigo de otra reunión para el futuro de la isla, había un guardián que se sentía fastidiado por perder la oportunidad de salir con una chica, que había contactado la noche anterior. Su amigo por su parte, estaba alegre porque quería probar sus nuevos conocimientos sobre el área política de la Balanza. Un tercer miembro competía con su fastidiado compañero, y mantenía una pequeña competencia descarada sobre chicas con la que salía. Otros miembros ya estaban acostumbrados al horario de dicha reunión. Sin embargo le parecía raro, que siendo Alfred un líder sin mandato. Sea quien más acostumbraba por llevar reuniones.

Un salón enorme con muchas sillas juntas, una mesa enorme de forma de elipse, era el lugar donde se debatía los asuntos interno de la isla. Ya los pocos miembros de la mancha azul, estaba en su puesto, y charlaba entre ellos. Aún faltaba 3 miembros de la Daga Dorada, pero Alfred hizo acto de presencia, como era de costumbre Sobacio falto. El tipo era muy raro, y sus decisiones a veces solían ser demasiado injustos para los pobladores de la Balanza, más humilde.

Alfred, estaba listo para dar una noticia, que duro mucho tiempo convenciendo a su consejero, de que era una decisión muy importante. El líder, se paró miro detenidamente a su alrededor y pensó: "Estoy rodeado de personas que estarán de acuerdo conmigo en esta decisión. Sin embargo por no tener la mayoría de miembros de mi lado me toco pensar la forma de que ellos tampoco se niegue. Espero que todo salga como lo planeé. Si llega salir algo mal, mi sueño estará acabado. Te abre fallado a ti. No, no debo ser negativo".

—Vamos Alfred. A diferencia de ustedes nosotros la Daga Dorada tiene muchos asuntos que a tender por el bien de nuestro pueblo —interrumpió un hombre, que mantenía las manos juntas, como si él fuera unos de los líderes.

—Si —tosió y murmuro en su mente. "Allí voy" —.Queridos amigos, me han elegido como su sabio líder, pero la edad no me da para continuar por siempre, necesito un sucesor joven, alguien que esté preparado para cualquier amenaza. —explico su punto esperando la aprobación de la mayoría.

—Pues que así sea, desde el principio sabía que no iba a poder con la presión... es mucho para alguien con debilidades... para esta edad necesitaba empezar a pensar en un posible reemplazo. —comento la voz de unos de los presentes.

—Todos votamos porque hasta no te muera seguirá siendo el líder. —otra persona negaba su retiro.

—Si quieres cambiar la cosa no hay problema yo estoy dispuesto a ocupar el lugar que me corresponde. —intervino una tercera voz.

—Sigue soñando prefiero volver a estar comiendo con mortales ante de estar a tu mando. —opino una quinta voz.

— ¡Silencio! Yo diré quién será el que ocupe mi lugar. —Sentención Alfred, evitando escuchar más comentarios tanto a favor como en contra de su posición—. Solo aquel que me traiga un joven con un talento casi imposible de igualar, ese será el nuevo líder de la isla o al menos la mano derecha de Sobacio (a diferencia de Alfred su cicatriz era una llave).

Todos quedaron sorprendidos, no esperaba tal noticia. Entre bocas abiertas, como miradas desafiantes, en contra de ellos mismo. La idea de Alfred, provoco una nueva meta para los guardianes, si el control total del ministerio era unos de los deseos más preciado, para ambos bandos. La oportunidad de tener un puesto como líder. Era sumamente ambiciosa para la Daga Dorada que obtendría el dominio total a nivel político. A diferencia de la Mancha Azul, los pocos miembros de acuerdo, solo deseaban implementar su metodología política para atacar a su adversario.

The chain of Light and Darkness  #CA2020Where stories live. Discover now