Capitulo 2 Se unen los Caminos

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                                                                PARTE II

Esa misma tarde el largo recorrido y el hambre atormentaban a Teo. Había pasado mucho tiempo dando vuelta por toda la zona 1. Después de que un muchacho le explicara un poco sobre cómo funcionaba la isla, además de hacer un énfasis a "si desea sobrevivir en este lugar, guíate por tus instinto".

El niño ya estaba cansado de caminar y termino llegando al centro de la isla, recorrió el lugar viendo por segunda vez. Con el estómago gruñendo y los ojos hundido por la falta de alimento. Su sentido del olfato comenzaba a trabajar. Logro captar un aroma fuerte a 2 m de donde se encontraba. La suerte cayó como el agua de una cascada. Con muchas personas rodando en el lugar se le iba perdiendo el aroma. Comenzó a caminar esquivando cada puesto, del lado izquierdo y luego cruzo a la derecha ya que al frente había una pared que obstaculizaba su paso. Un puesto de repuestos de bicicletas donde el encargado era un señor gordo, con un defecto característico a primera vista, una enorme nariz, al menos le parecía exageradamente grande. Siguió caminando, pero se llevó a otro señor por delante, aquel sujeto iba apurado, porque no reacciono al golpe. Al fin de tanto caminar llego a un puesto donde muchas personas no dejaban ver que vendía en aquel lugar. "¿Seria comida?"

—Pescado fresco. Bagres, armadillo, boca—chico. —proclama con un guion ya preparado. Dando oferta sin cesar, ofreciendo muestra y mostrando la variedad de sus pescados.

Teo al oír, que se trataba de pescado. Olvido el asunto y se marchó en sentido contrario. La muchedumbre aún continuaba en aquel puesto. Los vendedores vecinos discutían, porque el olor espantaba a sus clientes. Si bien el niño había perdido su tiempo al no llegar a localizar ese aroma, el fuerte aroma volvió al dar 2 pasos. "Otra vez".

Con el fuerte aroma llego a un puesto retirado. En donde solo estaban 3 puesto aparte del vendedor. Una mesa con unos lotes de panes recién calentados. "Estoy solo, muerto de hambre... al menos un bocado". Reunió mucho valor y se acercó sigilosamente. Estaba agachado, por debajo de la mesa, su mano sudaba y su corazón no disminuía su ritmo, cuando su mano tomo un pequeño trozo de pan, fue sorprendido por el vendedor, un señor con la mirada clavada en la mano del niño. El queda perplejo, y su pierna empezaba a flaquear. A muy lejos del lugar muchos locales comenzaban a recoger su puesto, entre los vendedores que se encontraba más cerca del lugar, estaban un señor de 50 años que vendía plátano y una señora que vendía verdura. El vendedor de panes con una histérica risa, con sus brazos lleno de bellos y sudado por lo ardiente que estaba el sol. Agarro a Teo por los brazos y lo lanzo al suelo.

—Ladrón —dijo el vendedor.

Teo, se arrepentía de su acto, no paraba de negar con la cabeza, que no era ladrón. El hombre furioso con las ganas enormes de castigar al muchacho, no cambiaba nada que solo fue un solo bocado, ni que había empujado a un menor de edad. Por tal motivo el hombre no perdió tiempo y con destreza, hizo que de la nada en su pierna derecha apareciera una esfera naranja, que en su interior un aire frio se movía en el sentido inverso a las manecillas de reloj. Con mucha tristeza y miedo, Teo se cubría la cara con sus 2 manos y mantenía las piernas flexionada. La agonía por tomar algo para sobrevivir, le jugó una mala pasada. Nadie podía salvarlo.

—Akurui Tatsumaki—se escuchó y en medio del lugar un tornado de 5 metros comenzó a llevarse todo a su paso.

Ese día Logan y Fred también estaban cerca del suceso. El casanova estaba alegre por la oportunidad de tropezarse con una chica, para agregarla a la lista y llegarle a ganar a Jhon, un guardián casanova, que compite con Logan por ver quien lleva más chicas a la cama. Fred por su parte, llevaba un reglamento de la isla. Una fuerte jaqueca por los chistes malos de su compañero, hacía que su cabeza se convirtiera en un chasco. La vista al cielo sorprendió a Logan, y mintiéndole a su amigo le dijo que lo esperara en aquel restaurante, que tenía una nueva presa para agregar al cuadernito. Ese lugar era de por si humilde con una fachada pobre, con una chica como mesonera que le sonrió a Fred, cuando vio las mesas adornada por un mantel transparente que daba la ilusión de una cámara que grababa la corriente de un rio. Se sintió intimidado por la sonrisa de la mesera, pero trago saliva y se dirigió al lugar.

—"¿Qué es eso?"—se preguntó Logan, corriendo hacia lo que parecía un tornado—. "¿Pero qué hago corriendo? Puedo llegar allá tele transportándome". El mago cerró los ojos y un aro azul aparece encima de su cabeza y baja hasta sus zapatos negros.

Mientras tanto en el lugar de los hechos, El fuerte poder del hechizo continuaba llevándose todos. Centenares de locales informales, fueron arrasados por la magnitud del fenómeno mágico. Muchos de los magos de la zona 1, dominaba los hechizos de rango 1. Sin embargo pasar esos límites no estaba permitido por las leyes mágicas.

—Las cosas no. —grito una mujer desesperada por la mercancía.

—No no no no no— Un señor gritaba y fue atraído por la fuerza de atracción del tornado y al mismo tiempo entre las maderas de los tarantines, el concreto de las casas que estaban cerca y los árboles que eran desprendido desde su raíz. El pobre sujeto murió al llegarle una rama de un árbol.

—Aaaaaaaaaah —Un grupo de vendedores salieron corriendo como desesperado gritando por sus vidas.

Una chica llevaba a su hijo consigo. Se tropezó con una piedra y algo evitaba que se levantara, el niño lloraba porque el tornado lo iba alcanzar. Desvió la mirada para no ver la trágica muerte de su madre. Sin embargo otro niño estaba agarrado de la mano con un señor dentro del vórtice del tornado.

—Hay que salir de aquí. —dijo Logan que se tele transporto y cogió al pequeño y lo llevo a un lugar seguro.

—Mi madre. Tienes que salvarla. —pidió el niño.

—Ya es muy tarde. —Logan solo pudo abrazar al niño para que contuviera el dolor de la perdida.

—Ayuda. Ayuda. AYUDA— se escuchaba dentro del tornado.

— ¿Qué es eso? —miro y con un hechizo especial amplio su vista y pudo ver, como un niño pedía, por su vida.

Teo estaba llorando. El vendedor lo mantenía abrazado, pero sus brazos estaban frio. Las manos del chico estaban rojas de sangre. Debido a que el vendedor lo tenía abrazado, el niño no murió por una madera puntiaguda que mato al señor. Aun con su suerte no faltaría mucho para que un objeto lo matara.

The chain of Light and Darkness  #CA2020Où les histoires vivent. Découvrez maintenant