Capitulo 14: Intenciones

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-Espero volver a veros pronto -Ewan beso la mano de ella y la miro sonriente -Eres bienvenida a estas tierras cuando lo desees Eara.


-Gracias Ewan. -ella sonrió divertida -Estoy deseando volver a verte -y sorprendió a ambos hombres cuando se acerco a él y le abrazo -Algún día, una mujer te hará llegar a lo inimaginable y entonces recordaras todas las risas a costa de tus amigos. -se aparto y subió al carruaje, escuchando la risa de él.


-Y tu estarás a la espera de verlo -cerro la puerta del carruaje entre risas.


-¡No lo dudes! -y se escucho la voz de ella del interior.


-Bueno, Conde -Ewan se acerco a él y le dio una palmada, bastante fuerte en la espalda -Te deseo mucha suerte -y se giro y camino hacia la entrada del castillo -La vas a necesitar, amigo.


Alexander con el ceño fruncido, se quedo observando como él se adentraba en el castillo.


-¿Vamos a quedarnos más tiempo? -Eara asomo la cabeza por la ventana del carruaje, mirando a Alexander con una sonrisa.


-Si por mi fuera ...-Se trago su réplica y subió a su caballo, miro molesto a Andrew que sonreía divertido -¡¡Vamos!!


La magia de Las Highlands la atrapo en un segundo, basto mirar a su alrededor, la hermosura de sus paisajes. Tantas veces había imaginado visitar ese lugar y nunca imagino que sería de esta manera.


En muchas ocasiones se había imaginado escapando, huyendo de la Corte y de todos sus deberes, esconderse en esas lejanas tierras, comenzar una vida nueva y encontrar el amor.


El carruaje se adentro en una aldea y Eara pudo observar como los aldeanos saludaban con respeto al Conde, sin sorprenderse de verle. Siguieron el sendero por el prado, pasando por granjas y un precioso lago. Pudo vislumbrar el castillo al final del camino y observo el escudo que ondeaba en el. El Clan MacClain.


Estaba en las tierras del Diablo y pronto conocería a La Guerrera.


Cuando el carruaje se adentro en el patio, un grupo de guerreros dejaron lo que hacían y se acercaron a ayudar con los caballos.


Alexander miro el castillo, después al carruaje y suspiro. Estaba desmontando cuando oyó los gritos.


-¡¡Tío Conde!! -Moira apareció por el lateral de la casa, corriendo con su espada de madera en la mano y el vestido completamente lleno de barro.


-¡Tío!¡Tío! -y Marga seguía a su hermana y al alcanzarla, la empujaba a un lado intentando ser la primera en llegar a él. -¡¡Quita!!


-¡No me empujes! -y Moira parecía olvidar que Alexander estaba ante ellas y se concentro en agarrar del pelo a su hermana.


-¡AYY! -y Marga se lanzo sobre ella.


Y la pelea comenzó.

El CondeWhere stories live. Discover now