Capitulo 11: Muestrame tu hogar

32.8K 4.3K 124
                                    


-No va a venir a comer ¿verdad? -Eara miro a Miltred suspirando.


-Me temo que no -ella negó con la cabeza.


-Me evita -paso las manos por su rostro -Esto está siendo más complicado de lo que pensaba.


-Necesita tiempo -Miltred sonrió -Es un buen chico, pero cabezota.


-Pero yo no dispongo de tiempo y lo sabes -la miro -Voy a necesitar ayuda y solo hay una persona que puede dármela.


-¿Quien? -ella frunció el ceño


-La guerrera -cerro la puerta de su habitación y se dirigió a su baúl, tomo la capa y se la coloco.


-¿No pensareis ir a buscarla? -ella la miro sorprendida


-No -tomo la parte de arriba con ambas manos -Alexander va a llevarme hasta ella.


-¿Por qué os cubrís? -ella frunció el ceño


-Lord gusano aun no habrá llegado a la corte, evitemos que alguien más pueda reconocerme en las tierras de Alexander -abrió la puerta de la habitación -Cuando este en la Highlands no tendré que preocuparme de esta capa.






-¡¡Alzad mas la espada!! -Andrew observo el movimiento de sus hombres y de repente todos pararon y se quedaron observándole -¡¿Qué?!


-Creo que mi presencia les distrae -Eara hablo y el dio un salto, girándose rápidamente hacia ella.


-Señora, digo señorita -la miro nervioso -¿En qué puedo ayudarla?

-¿Donde está Alexander? -No se molesto en seguir prótalo alguno, no volvería a llamarle conde y esperaba que el siguiera pronunciando su nombre. Vio al hombre quedarse en silencio, se inclino hacia el -Entre tú y yo, sabes que es conmigo con quien necesita hablar -se aparto y le observo -¿Y bien?


-En el bosque -el bajo la vista al suelo -PP.. Pero, señorita, puede que este acompañado.


-No, aun no -y con una sonrisa giro sobre sus pies y camino hacia la casa.






Eara Sthorth, sobrina del Conde Sthorth.


La había conocido ahí, entre aquellos arboles, como una mujer común y ahora. Ella podía asegurar todo lo que el había querido destruir. Era digna de ser una condesa y el no quera una condesa, el no quería preservar el título de Conde. No quería que quedara nada del desgraciado que le concedió su apellido.

El CondeWhere stories live. Discover now