Eso ya no importa, ahora ella está aquí y estuvo hace unos minutos al borde de la muerte, puedo jurar que sentí miedo, mucho miedo de perder a Allison quien se ha convertido en alguien importante en mi vida en muy poco tiempo. Stefan y yo habíamos alquilado una casa en Withmore para estar más cerca de todos y así poder resolver los problemas con más rapidez además de que necesitábamos un lugar para dormir.

Entramos en la pequeña casa, me dirigí hacia a mi habitación depositando suavemente a Allison en la cama, le quito la ropa ensangrentada y sucia para después colocarle una de mis camisetas negras (ya que la mayoría son de ese color) La observo, realmente no parece una chica de veintitrés años, sus facciones son finas y delicadas como las de una niña, al igual que su cuerpo, es delgada pero con las curvas suficientes para atraer a un hombre, pero lo que más destaca de ella, es su hermosa sonrisa, esa que ilumina a donde quiera que vaya, la que me iluminó a mí. Acaricio su mejilla suavemente con mis nudillos, apenas rozándola porque tengo miedo de hacerle daño, la quiero mucho, a pesar de tan poco tiempo.

Comienza a moverse y después abre sus ojos, esos lindos ojos mieles.

― Hola ― La saludo amablemente dándole un beso en los labios.

― ¿Qué ha pasado? Yo...

― Tranquila, todo ha terminado, ahora estas bien ― Sus ojos miran los míos, lagrimas aparecen en ellos y bajan rápidamente por sus mejillas para terminar en el colchón de la cama ― Eh ¿Qué pasa?

― Pensé que morirías, si no hubiese estado allí... ― Solloza y me abraza fuerte, tumbándonos así sobre la cama, su cuerpo queda sobre el mío pegándose de una manera deliciosa a mi cuerpo.

― Esta bien, gracias a ti sobreviví ― Y era cierto, de no haber sido por ella, quizás estuviese muerto. ― Pero te arriesgaste y tú casi mueres.

― habría valido la pena, por ti.

― No lo vuelvas a hacer amor ― La miro angustiado.

― Eso no lo puedo prometer. Te quiero Damon, mucho te quiero muchísimo ― Esconde su cara en mi cuello, paso mis manos por su espalda y después bajo a sus piernas, me siento junto con ella en mi regazo, tomo su rostro de las mejillas y la hago mirarme.

― También te quiero ― Susurro y después pego sus labios a los míos, el beso es dulce y tierno como ella se merece, puedo oír como su corazón late rápidamente, como la sangre fluye dentro de ella, no puedo evitarlo, el percance de hace un rato me ha dejado hambriento y no puedo evitar sentirme atraído por el olor de su cuerpo, por la suavidad de su piel, sin darme cuenta de que es lo que estoy haciendo, he descendido mis besos a su delgado cuello, el cual podría romperlo sin dificultad alguna podría matarla en cuestión de segundos, y eso me hace querer protegerla más, porque es tan frágil, es tan ella. Mis colmillos salen, perforo su piel y Allison suelta un gemido, tomo sus glúteos y la pego más a esa parte de mi cuerpo, ella no sabe cómo me excita morderla, el sabor único de su sangre, pego a mi amigo en su parte intima, rozándome con ella, y sus gemidos son de puta madre, me existan demasiado.

Dejo su cuello y voy directo a sus labios, al principio se queja, pero me sigue el beso con euforia.

― Eres exquisita en todas las formas posibles― La alago.

― Opino lo mismo querido― sonríe y suelta un bostezo-

― Creo que deberías dormir ―

― Y ducharme ― Observa la habitación ― ¿en dónde estamos? ― Pregunta,

― En mi casa, anda a ducharte ― Observo sus mejillas sonrojadas y su cabello alborotado, la herida que le acabo de hacer hace un momento sigue sangrando, por lo que paso mi lengua por ella para quitar los rastros de sangre. ― Es en esa puerta, la de la derecha, estará todo lo necesario.

Le guiño un ojo antes de que se meta a la ducha y cierre la puerta, después de un par de minutos oigo la regadera, me tumbo en la cama, también me hace falta un baño, después de que ella salga me ducharé yo.

Hoy en definitiva ha sido un día de mierda...

― Así que ya has olvidado a Elena― Dice Stefan desde la puerta.

― La he superado ― Paso mis manos por mi cara.

― Pensé que la amabas.

― Lo hice, pero con Allison es diferente.

― Si tú lo dices ― Dice con indiferencia.

― Al menos yo si acepto mis sentimientos, no como tú―- Escupo fríamente.

― Si mas no recuerdo, tú estabas enamoradísimo por Elena hace unos meses y aun cuando llegaste ¿Por qué una extraña te iba a enamorar? ¿Qué tal si nos está engañando? Estas depositando toda tu confianza en ella, podría apuñalarte por la espalda y tu más que nadie sabe eso ― Declara fríamente ¿Cómo se atreve? Me levando de la cama, lo tomo por la camisa y lo pego a la pared, lo miro a los ojos, estoy enojado.

― ¿Crees que si nos estuviese engañando hubiese arriesgado su vida por mí? ¿Qué no vez que es tan inocente? Ella es una chica pura, es demasiado buena ― Le gruño en la cara.

―Damon, no es necesario que me defiendas ― La dulce voz de Allison inunda la habitación ― Sé que tienes dudas sobre mi Stefan, sin embargo no he venido aquí para hacer año, ni siquiera sé porque estoy aquí, créeme que por mí no sucedió esto, si quieres que me vaya lo haré ― Suspira ― Encontraré la forma de irme a mi mundo yo sola, no es nece...

― ¡Tú no te iras a otra parte! Si él no quiere estar contigo que se vaya, te necesito ― LE confieso, ella es, no se mi luz, si no fuese por ella estaría perdido.

― Pero Damon, no soy bienvenida aquí ― Excusa.

― Que no te importe, ¿recuerdas como era yo? Nadie me quería pero siempre estaba allí, jodiendo gente, y si es necesario lo haré contigo― Sonrió

― Oh Damon

― Me voy de aquí, Damon.... ― Miro a Stefan ― Solo cuídate hermano.

Da media vuelta y se marcha, escucho como la puerta de la entrada se cierra, nos ha dejado solos, podremos hablar y aclarar las cosas, no quiero que se valla.

― ¿Puedes prestarme ropa? Es que yo―- Y es cuando la miro, lleva solo la toalla blanca enrollada en su cuerpo, ¡Dios! Es jodidamente sexy

― Oh claro ― sonrió de lado

― Creo que después de todo me quedaré.

― Te quedaras ― La beso en los labios.

IMPOSIBLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora