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A veces las cosas eran diferente a lo que uno esperaba, Aleck había crecido en medio de un grupo de arcángeles que lo utilizaban, le habían enseñado que los demonios eran sus enemigos, que los querubines no existían y que el brujo que lo amo había matado a sus padres, pero una misión le cambio la perspectiva, todo lo que creyó verdad se fue derrumbando, con algunos sueños e historias que le fueron mostrando la verdad, aun existen dudas, pero tiene quien lo apoye en esto

Esa misma tarde Jace e Izzy habían entrado por la ventana sorprendiendo a ambos chicos. Luego de que le explicaron a Aleck la situación este se había encerrado en banda en su habitación, no dejaba entrar a nadie, incluso había intentado cerrar el vínculo con su parabatai, pero al sentir la ausencia su propia desesperación lo anulo, había sido un golpe duro para el ojo azul.

Aleck por favor sal de la habitación- Jace llevaba pidiéndole eso desde la tarde del día anterior, pero no lo conseguía, había sentido lo que su hermano había tratado de hacer, había golpeado a la puerta, llamado y suplicado, pero no conseguía que abriera esa maldita puerta, para ese punto ya estaba pensando en tirarla abajo

Jace, dame permiso- Magnus llegó con la comida para Aleck, estaba muy preocupado, pues a pesar de todo no parecía levantarse como debería

Jace se alejo y Magnus toco, la puerta se abrió bajo su toque revelando a un chico muy diferente al que había visto la noche anterior, su piel había recuperado su color, sus ojos azules brillaban de una forma que parecía fuego, estaba solo con un pantalón y su torso nuevamente se veía formado además de verse gotas de sudor cayendo por este, físicamente se veía bien, pero aún estaba luchando contra los estragos que la extracción de sus alas y el nacimiento de las nuevas estaba provocando

Hola Magnus, lamento mucho haberlos preocupado - salió de la habitación arrastrando las alas, pues eran tan grandes que era inevitable no hacerlo

Buenos días- saludo a sus hermanos, ambos se quedaron igualmente sorprendidos al verlo- te ves mucho mejor hermano- Izzy se acercó y lo abrazo con fuerza, él no dudo en corresponder

Lamento mucho si los preocupe, para mi la noticia fue muy dura de asimilar y necesitaba mi tiempo- admite bajando un poco la mirada, ambos lo miraron con algo de pena

Izzy se quedó con él y Magnus junto con Jace salieron al balcón- no entiendo ¿porque le fue tan duro?- pregunta el mayor al otro ángel

Alec siempre fue alguien muy entregado a sus entrenamientos, a las leyes, todo lo que se le pedía lo hacía y más, el vivía en la enfermería por agotamiento, por eso fue concidera uno de los mejores, entrando a la elite mucho antes que cualquier otro

Cuando yo llegue con ellos Alec tendría 6 años y se comportaba de una forma más madura y responsable que cualquiera de los adolescentes que conocí, me tomo trabajo acercarme a él, después de todo debía criar a Izzy

A pesar de que recibía apoyo Alec siempre se concideraba responsable por el bienestar y la educación de su hermana, fue gracias a ella que yo me pude acercar, Izzy es muy opuesta a Alec, ella es mucho más abierta, se hizo amiga mía sin problema

Alec fue muy desconfiado con migo los primeros años, no fue hasta que nos enviaron a misiones juntos que me empezó a aceptarme, la primera vez el iba atrás,  creí que era para vigilarme, pero después me di cuenta que él era así

Se hacía atrás para cuidar nuestros pasos, aunque de alguna forma terminaba más herido que nosotros, ahí me di cuenta que su debilidad era la familia

Y ellos también, cuando le dijeron que debía ir a Edom fue la primera vez que se negó a una orden, y yo pensé que lo dejarían tranquilo, pero no fue así,  Alec iba a ser usado como un arma, quisiera o no

Un ángel y un hijo del demonioWhere stories live. Discover now