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Magnus y Aleck comieron tranquilamente mientras Presidente estaba patas arriba recibiendo las caricias del menor

Alexander- el mayor lo mira a los ojos dudando si decirle o no- si dime- lo miro dejando de acariciar al gato recibiendo un maullido en protesta

No nada, solo es una tontería- respondio levantándose luego de comer, Alec klo miro por un segundo pero no insistio, prefiero terminar de comer y seguir mimando a presidente que ya se estaba quedando dormido

Magnus se sirvió un whisky sobre rocas, su trago para el estrés, aun estaba pensando en que decirle, pero se veía tan comodo que no quería incomodarlo con ello

Oye Magnus- Aleck se levantó apoyandose en la pared, ya se sentía mucho mejor, aunque un dolor en su cicatriz lo estaba doblegado un poco, no le prestaba demasiada atención

Aleck, no deberías hacer tanto esfuerzo, lo sabes- lo ayudó a caminar hasta el sofá donde antes estaba sentado- ¿que es eso?- señaló el vaso de whisky, el brujo miro el vaso y sonrio- es un trago, ¿no lo habías visto antes?

Niega, pues a pesar de todo no era de beber, y lo máximo que había llegado a probar eran los cócteles

- Magnus, cuéntame una historia- le pidio, estaba cansado y solo quería dormir, así que se acomodo contra el mayor acariciando al mínimo, no estaba muy seguro del porque, pero se sentía cómodo a su lado

Magnus al escucharlo aprovecho para contarle de su poder de forma indirecta

bueno, hace mucho tiempo existían 3 clases de ángeles, los querubines, los arcángeles y los ángeles normales- comienza

Pero los Querubines no existen- alega Aleck , o al menos eso es lo que le dijeron

-todo puede ser posible, los Querubines eran los más poderosos de todo el cielo, eran leales, cariñosos, comprensivos, en fin, eran el ejemplo de lo bueno, lo justo y lo bondadoso, además de ser sumamente hermosos y aunque eran los favoritos por ello no todos estaban felices, los arcángeles por ejemplo, ellos los querían muertos o desterrados, por esa razón empezó una guerra

La Guerra Santa- murmuró el azabache recordando algo que le habían dicho hace mucho tiempo

si, exacto, los arcángeles eran inferiores en poder y por eso jugaron de forma sucia en las batallas se dejaban ganar, pero luego empezaron a darles caza, los envenenaron, los asesinaron a cada uno, pero los arcángeles iban en grupos; poco a poco fueron ganando terreno, los querubines a pesar de ser fuertes, no querían lastimar a sus compañeros, se ocultaron y protegieron a sus hijos, con el paso del tiempo los adultos fueron asesinados, los niños los ocultaron como ángeles suprimiendo su poder; pero luego de algunos años los arcángeles se dieron cuenta de estos niños que en realidad no sabían lo que eran, así que desde bebés los arrebataban de los brazos de sus padres, los entrenaban y los controlaban. Con el tiempo se dieron cuenta que podían ser usados como armas y soldados, su poder natural aumentaba las posibilidades de éxito,  era normalmente ángeles élite, sus poderes curativos eran mayores, su velocidad, fuerza y resistencia era más que el de los demás y sus alas eran lo que más los delataban, pues eran más grandes, más fuertes y mucho más hermosas

Y hasta donde se mi querido Alexander, aun hay niños, pues algunos se han emparejado y han tenido hijos, según se dice hace 18 años nacio un querubín y a los pocos años el segundo de la misma familia, pero el primogénito era el más fuerte

Para cuando Magnus término Aleck estaba profundamente dormido, una pequeña sonrisa adornaba sus labios y sus brazos rodeaban al gato que se veía bastante comodo

-Tu mi ángel eres un querubin y te están utilizando, te enviaron a matarme porque sabían que yo podía decirte la verdad, porque tu y yo compartimos un pasado y porque fui amigo de tus padres

Un ángel y un hijo del demonioМесто, где живут истории. Откройте их для себя