1| El Chico Malo |Ruggarol|

23: "Sentimientos ocultos"

[Narrador omnisciente]

Dio un último suspiro y se tomo la pastilla. Ajj! Sabia horrible, tenia un sabor agrio o algo parecido.

Dejó el vaso en la mesa de noche y decidió ir a buscar su blusa en medio de la desordenada cama. Al encontrarla, se la colocó lo mas rápido que pudo. Se encontraba nerviosa, y como no si acababa de tener sexo con el riesgo de que la hayan podido oír.

¿Y si lo habían hecho? ¿Si los habían oído? Joder, se le caería la cara de vergüenza si eso fuera verdad.

Su celular sonó en el fondo del bolsillo trasero. Inmediatamente lo tomo y un escalofrío se apoderó de su cuerpo al leer el nombre de la persona que la llamaba. Michael.

Temblando, decidió contestar. sería lo mejor.

—¡Karol! — contesto él con la voz eufórica — Maldición karol ¿donde mierda estas? ¿tienes idea de lo angustiado que he estado? Tu mamá puede matarme si se entera que no estas acá. De donde quiera que estés, toma un maldito taxi y vente para acá.

— No — contestó ella casi en un susurro.

— ¿no? — volvió a prguntar él. Esta vez, mas enojado — karol, joder es una orden. Por lo menos dime donde estas, ¿Por que has desaparecido?

— Estoy bien, tranquilo — suspiro — estoy en casa de una tia, quise venir a visitarla por este fin de semana. No te dije nada porque sabia que te opondrías, y hace tiempo quería verla. No le he dicho nada a mi mamá, por favor tú tampoco lo hagas. Ella ahora esta ocupada trabajando.

En eso, la puerta de la habitación se abrió y Ruggero hizo presencia. Karol le hizo un gesto con la mano para que no dijera nada, susurrándole que se trababa de su primo. Pero para él, eso poco o nada le importaba, sino, todo lo contrario, le divertía.

— Dile que hace a penas unas horas has tenido sexo conmigo — dijo él en su oído.

Karol abrió los ojos como platos e inmediatamente tapó el auricular del celular ¿Es que acaso estaba loco?

— ¿Karol? ¿Karol estas ahí? — dijo Michael un tanto preocupado.

— Mike, estoy bien ¿si? Tengo que colgarte, te llamo luego, adiós — y colgó, sin esperar respuesta.