¿Donde estas, Uraraka? pt 2

Começar do início
                                    

-Uhm, ¿y no has pensado que si no estaba en tu departamento es porque no quiere estar ahí?

-¡No me importa! ¡Solo quiero saber si esta bien! ¡Si esta viva! -Bakugou puso ambas manos en la mesa con fuerza, levantándose al mismo tiempo, su jefe no lo estaba ayudando en nada.

-Tranquilo siéntate, no he dicho que no te ayudaré. -Habló calmado. -Solo te digo que si ella no está contigo es porque no quiere, no creo que se haya ido solo porque sí, y de ser así, no deberías obligarla ni hostigarla.

-¿Huh?

-¿Le habrás dicho o hecho algo que no le gustó? Tal vez soltaste un comentario que la hizo enojar, tú sabes, las chicas son algo sensibles. -Masaki bebió un poco de su whisky, cerrando los ojos.

-¿Acaso tú sabes algo de chicas? Si eres un viejo sin remedios. -El rubio frunció el ceño, ese hombre lo hacía enojar tanto.

-Oye, no me trates así, también fui joven. -Decía con los ojos llorosos. -Bien, en realidad eso no importa, entonces, ¿Cuando fue la última vez que viste a la chica?

Katsuki se lo pensó un poco. -Uhmm, creo que fue el día que desperté.

-¡¿QUÉ?! ¡¿Y esperas hasta ahora para buscarla?! ¿Has hablado con los padres de ella o algún familiar? ¿Amigo? ¿Alguien?

-¡NO DIGAS ESO! ¡NO SABES COMO ME COMIDO LA CABEZA PENSANDO EN QUIÉN PODRÍA SABER ALGO! ¡HE IDO A LOS LUGARES MÁS HORRIBLES PARA OBTENER INFORMACIÓN! -El chico estaba enojado.

-Jejeje, no te alteres hombre, bien, empezaré con mi investigación, dame toda la información que tengas y te ayudaré. -Su jefe le sonrió de una manera que calmó un poco su enojo.

-Bien, te diré todo lo que quieras. -Dijo bajando la vista.

-No te preocupes Katsuki, la vamos a encontrar, más que mal, yo igual necesito de ella.

Y así estuvieron hablando por unas largas horas, el rubio le contó todo lo que sabía de la chica y lo sucedido en el hospital, luego de unos retos y consejos que nadie pidió por parte de su jefe, Bakugou salía de la estación de policías, un poco más tranquilo que antes.

Se subió a su vehículo y fue a una cafetería que estaba por ahí cerca, últimamente estaba bebiendo demasiado café.

Mientras esperaba la taza con el líquido oscuro, en su mente pasaban miles de ideas, pero algo que si le molestaba era la forma en como se lamentaba por lo que había hecho.

Por lo general nadie toleraba el mal humor de él, las personas siempre corrían sin siquiera conocerlo solo por la impresión que daba, que a pesar de ser un histérico que no se sabe controlar, también podía ser una buena persona (o eso pensaba), pero ella, esa tonta, siempre se quedaba a su lado.

A pesar de que la había tratado pésimo, a pesar que todas las cosas horribles que le dijo, por muy mal que siempre la tratara, por todas las veces que le gritó y le hizo algún comentario o broma fea, Uraraka siempre se mantuvo con él.

Pero no pudo verlo hasta ese momento, después de decirle todo lo que dijo y de dejarla irse llorando, después de todo ese daño que creo en la morena, solo ahí pudo darse cuenta de que era momento de quedarse al lado de la esa chica y no dejarla ir, así mismo como ella lo hacía con él... pero no lo hizo.

-Cara Redonda, lo siento tanto.

Se puso la mano en la frente, ella le había salvado la vida, literalmente hablando del villano que casi lo mató, pero ahora no pensaba en eso, ella lo salvó, le había enseñado a vivir de nuevo, le devolvió la alegría y lo sacó de la monotonía del trabajo, antes de Ochako, él solo despertaba para ir a trabajar y volvía para beber algo y dormir, y así se repetían todos los días en su vida desde hace 5 años atrás.

La vida no es tan malaOnde histórias criam vida. Descubra agora