C. 24

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Narra Francisco

No hay nada- dijo unos de los guardias.

¿Están seguros?- pregunte serio y molesto, como puede ser posible que hayan entrado sin que los guardias detectaran su olor.

Si mi rey, los vigilantes no vieron o escucharon nada- dijo.

Quiero que cuando amanezca ponga a la manada en alerta, convocare una reunión con ellos, también quiero que hagan la trasformación de los lobos jóvenes, no puedo correr riesgos- le dije a mi beta quien con el guardia salieron a informar a todos los guardias que estaban haciendo guardia.

Entre a mi despacho, no se quien esta haciendo esto pero aseguro que lo pagara muy caro.

Narra Paulina

Estaba en mi habitación con Lisa.

La prima de Francisco no me agrada y como si fuera poco se llama igual que tu- dije, la vi abrir los ojos como platos.

Es broma ¿cierto?- preguntó.

Abrí mi boca para contestarle pero no pude, escuche un pequeño sonido, me pare de la cama y vi un sobre de color blanco, estaba a unos centímetros de la puerta, lo tome y se lo mostré a Lisa.

¿Crees que haya sido de Francisco?- pregunto Lisa, me senté a su lado mientras abría la carta.

No, si fuera el hubiera abierto la puerta o me hubiera llamado- dije, abrí el papel por completo y empecé a leer, mis ojos no tardaron en dejar escapar algunas lágrimas, no podía creer lo que estaba leyendo.

Amiga ¿que pasa? ¿porque lloras?- dijo preocupada.

Francisco, se que en estos momentos estas buscando quien es el vampiro que entro a la manada, ni te molestes en buscar o en reforzar la guardia, en cualquier momento llegare hasta Paulina y te la arrebatare de las manos, la haré una y otra vez mía hasta que se olvide de ti- leí en voz alta para que Lisa escuchara la razón por la cual empecé a llorar.

No te preocupes, Francisco no permitirá que nada te pase- dijo dándome un abrazo.

No se lo diré, se pondrá como loco- dije a punto de romper la carta.

No rompas la carta- dijo quitándomela.

Tienes que decírselo, por tu bien y por el de Francisco, el tiene derecho a saber lo que ellos están tramando- dijo parándose de la cama.

Le quite la carta y salí corriendo de la habitación, Fran me dijo que no saliera de la casa pero Lisa tiene razón, le tengo que decir, llegue al recibidor y cuando estaba dispuesta a abrir la puerta principal escuche a Francisco.

¿A donde vas? Te dije que no puedes salir de la casa- dijo mirándome.

Corrí hasta donde estaba y lo abrace con todas mis fuerzas, enrolle mis piernas en su cintura, el paso sus manos por mi cintura agarrándome con fuerzas para no caer al suelo.

Me miro y se sorprendió.

¿Estabas llorando?- me preguntó, le di la carta y le tome de la mano para ir a su despacho, no se cual sera su reacción cuando la lea pero tengo miedo de todo lo que pueda pasar.

Me senté en el mueble y el en su silla, abrió la carta y empezó a leer, lo mire, su expresión era de enojo, mucho enojo.

No puede ser, ¡¡NO PUEDE SER!!- grito aventando todo lo que estaba en su escritorio, me sobresalte por aquella actitud, lo observe por un instante con miedo pero luego entendí que tiene miedo de perderme. 

Me pare de mi lugar, tenia sus manos en su cara, estaba frustrado.

Amor- le dije sacando lentamente sus manos de su rostro para que me mirara.

No te quiero perder- dijo, tenia los ojos llenos de lágrimas.

Quieren venir por ti- agregó abrazándome de la cintura.

No lo harán, no lo permitiremos, somos tu y yo contra el mundo- dije entrelazando nuestros dedos.

Me sentó en el escritorio y separe mis piernas para que se posicionara en ese pequeño espacio, empezó a besar su marca y subió a mi boca, lo acerque mas a mi para profundizar el beso, me quito la camisa dejando mis pechos al aire.

Francisco- escuche que Dylan abrió la puerta del despacho.

¡¡SAL DE INMEDIATO, AHORA!!- grito fulminándolo con la mirada.

Me puse la camisa y me baje del escritorio.

Definitivamente lo matare- dijo dejándose caer en su silla.

No seas dramático- dije riendo.

Ve a dormir, tengo que trabajar- dijo.

No me iré sin ti- le dije cruzando mis brazos.

Ve, tardare mucho, no quiero que te desveles- dijo dándome un beso.

Camine hasta la habitación y hay estaba Lisa, dormida, tome dos almohadas y una sabana del closet, salí de la habitación y entre al despacho de Francisco, no pienso dejarlo solo en estos momentos.

Mi reina, ¿que haces aquí? Tienes que descansar- dijo poniéndose de pie.

Lo se, por eso traje esto- dije poniendo lo que traje en el sofá de su despacho.

Hay dormirás muy incomoda- dijo ayudándome a acomodar las almohada en el sofá.

No importa pero por el momento te ayudare con el trabajo- dije sentándome en una de las sillas, Fran sonrió y se sentó en su silla, me paso unos papeles y los acomode por orden alfabético, también recogimos lo que Fran tiro al suelo, después de unas dos horas mire el reloj y ya eran las 1:00 am, mis ojos pesaban, no sabia si podía mantenerme despierta.

Ve a dormir- dijo tomando mi mano, lo mire y le sonreí, deje los papeles en su lugar y camine hasta el sofá y en minutos no tarde en quedarme dormida.

Narra Francisco

Estaba que me llevaba el demonio, me quieren quitar a mi hermosa Luna, no puedo ni pensar en lo que haría si eso llega a pasar, me volvería loco, no soportaría ni un día lejos de ella.

La observe por unos minutos eternos, se veía tan hermosa, sus labios en una linea recta, sus largas pestañas y sus ojos cerrados, en estos días a crecido un poco y sus ojos han cambiado de color, muy pronto esa mas fuerte de lo que ya es.

Hola mis amores, espero que estén bien, les dejó este capitulo con mucha dedicación, también les quería decir que muchas gracias por leer, para los próximos capítulos estaré dedicando capítulos.

Las amo, Besos😘

Mi Mate, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora