C. 23

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Narra Paulina

Vamos amor, despierta, tenemos que prepararnos para ir con mis padres- escuche a lo lejos.

Me moví en mi lugar, no me quería levantar.

Esta bien- dije levantándome de la cama.

Estaré en el comedor- dijo besando rápidamente mis labios para desaparecer de la habitación.

Entre al baño y me bañe, salí y me puse esto.

Baje las escaleras para ir al comedor donde estaba Lisa, Dylan y Francisco

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Baje las escaleras para ir al comedor donde estaba Lisa, Dylan y Francisco.

Buenos días- dije sentándome al lado de Fran.

Buenos días- dijeron todos al unisono.

Después de comer salimos de la casa para montanos en el auto de Francisco.

Mis padres nos están esperando- dijo Francisco poniéndose el cinturón de seguridad.

Todo el viaje estuvo silencioso, Dylan y Lisa estuvieron hablando con Francisco y yo simplemente miraba por la ventana.

Cuando legamos pude ver una hermosa mansión, era enorme, Francisco aparco el auto y bajamos de el.

Paulina, querida que bueno verte- dijo mi suegra caminando hacia mi para abrazarme.

Igualmente- dije abrazándola.

Hola hijo- saludo mi suegro.

Hola padre- dijo dándose un abrazo.

Vamos, que tus primos están adentro- dijo la mama de Francisco, empece a caminar pero sentí unas manos en mi cintura.

No te separes de mi, mis primos son unos sucios- dijo molesto, asentí y tome su mano para entrar a la enorme casa, pasamos el recibidor hasta llegar a la sala de estar, pude ver a 3 chicos una chica y una mujer ya de cierta edad.

¡¡Fran!!- dijo la chica corriendo a los brazos de mi novio.

Un momento, le dijo ¿Fran? solo yo le puedo decir así.

Hola primito- dijo uno de ello.

Hola- saludo Francisco.

Mire a la chica que aun estaba abrazaba a Francisco, mi mano ya no estaba entrelazaba con la de el, mire a Lisa y ella me miro sorprendida.

Tenemos mucho de que hablar- dijo la chica arrastrando a Francisco a no se donde.

Ella es Paulina, nuestra reina- dijo mi suegra, mire a todos quien hacian una reverencia.

Reina ¿podría hablar con usted?- dijo uno de los primos de Francisco.

Claro y por favor, no me digan así, al fin y al cavo somos familia- dije sonriendo.

Caminamos hasta un hermoso jardín, había unas bancas de color blanco, nos sentamos.

Mi nombre es Mauricio soy el mayor de los cuatro- dijo sonriendo.

¿La chica que abrazo a Fran? ¿es tu hermana?- pregunte de momento.

Si, ella es Lisa, es la menor- dijo, se llama igual que mi amiga.

La chica que vino con nosotros también se llama Lisa- dije.

(................................)

Entonces mordió el pastel y se le callo al suelo- dijo riendo, Mauricio es muy gracioso, me a contado en su cumpleaños 24, su hermana a mordido su pastel y se le callo de las manos.

Paulina ¿que haces con este?- escuche, era Francisco, se escuchaba muy molesto.

Hola- dijimos los dos al unisono.

Vamos- dijo tomándome del antebrazo.

Suéltame, me lastimas- me queje pero no me hacia caso.

¿No oyes? la estas lastimando- se interpuso Mauricio.

Tu cállate, y no quiero que toques ni hables con ella, Paulina es mía- dijo molesto, se le notaba en los ojos.

Ya por favor, no peleen- dije, mis ojos se estaban llenando de lagrimas.

Eres un idiota por comportarte así con ella, es tu reina ¿y la tratas así?- le reprocho, no se en que momento empece a llorar, las lagrimas salieron sin permiso alguno.

Me zafe del agarre de Francisco y entre a la enorme casa, camine hasta no se donde, la casa es tan grande que ni me di de cuenta a donde caminaba, veía muchos pasillos, muchas puertas, no sabia en donde estaba.

Empece a caminar y empece a abrir puertas, todas eran habitaciones, estuve abriendo y cerrando puertas hasta que por fin pude ver las escaleras para poder bajar a la primera planta. 

Empece a bajar y cuando por fin termine de bajar las eternas escaleras me encontré con mi amiga.

¿Donde estabas? Francisco tiene rato buscándote como loco- dijo abrazándome.

Me perdí, esta casa es gigantesca- dije sorbiéndome la nariz.

Paulina- dijo Francisco, corrió hacia mi y me abrazo.

Pense que te había pasado algo, no sabes lo preocupado que estaba por ti- dijo besando todo mi rostro. 

Ya basta- dije riendo.

Estoy bien- dije mirándolo a los ojos, caminamos hasta la sala, donde estaban todos.

Platicamos entre todos, cenamos y luego nos fuimos a la manada, llegamos y subimos a la habitación. 

Me quite la ropa frente a Francisco quedando en ropa interior, me pare frente al espejo, cuando me agarro del antebrazo me dolía mucho y eso provoco un moretón supero obscuro.

Lo siento mi reina- dijo abrazándome por detrás, dejando un beso en su marca asiendo estremecerme de placer.

Los celos me cegaron- agrego.

Me prometiste controlarte- le dije dándome la vuelta para verlo a la cara.

Se lo que te prometí pero es inevitable no ponerme celoso cuando un chico esta cerca de ti- dijo para unir nuestros labios, nos separamos por falta de aire.

Ve a darte un baño, yo iré por agua- dije dándole un beso en la nariz, beso cortamente mis labios y entro al baño, me puse una toalla y salí de la habitación, baje las escalera y me fije en una de las ventanas que estaba abierta, había alguien afuera por que pude ver una sombra observándome, por la poca iluminación que daba la Luna le pude ver los ojos, estaban rojos.

¿Que hace un vampiro aquí?- pregunto mi subconsciente.

Por instinto corrí escaleras arriba y entre a la habitación, vi a Francisco salir del baño.

¿Pasa algo cariño?- pregunto sonriéndome.

Vi a alguien afuera, me estaba observando desde una ventana, creo que era un vampiro, tenia los ojos rojos- dije rápidamente, respire por la falta de aire.

Lo vi fruncir el ceño, se vistió, hacia muecas con su rostro.

Hable con Dylan, tengo que salir, por favor, ve con Lisa, no salgan de a casa- dijo besando mi frente y luego mis labios.

Te amo- dijo saliendo de la habitación.

Yo también te amo- dije mientras escuchaba el silencio que inundo la habitación.

Hola mis amores, perdón por no actualizar ayer, se me daño el celular, pero ya tengo todo solucionado, espero que les guste este capitulo.

Besos.

Mi Mate, Mi LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora