Capítulo 23

23.8K 1.5K 82
                                    

Darren acarició la suave y pálida piel del vientre de Nikki, ya se había deshecho de su blusa, ahora era el turno de ella de despojarlo de su camisa, botón por botón mientras besaba su cuello, lentamente él deslizó su falda de Nikki por sus piernas, su coordinado de sostén y bragas era negro y eso le encantaba a Darren. Se dio cuenta que su corazón comenzó a latir muy rápidamente, su deseo era desesperado, su lujuría incrementó considerablemente, tanto que olvidó todo a su alrededor, y sus pensamientos prudentes. Se recostó sobre ella de nuevo, esta vez besándola más desesperado, sus dedos enterrándose en su piel, mordió su labio superior, fue más fuerte de lo que pensó y ella se quejó.

—Lo siento... —dijo mientras se alejaba

—¿que pasa? —Nikki no había malinterpretado su rudeza, pero Darren no era así— ¿nunca lo habías hecho?

—Si, pero... yo no soy así, disculpa si te lastimé —dijo avergonzado, en verdad él no era así, sintió que era otra persona, su instinto por un instante fue... animal.

—Bueno... —ella sonrió— yo nunca lo he hecho, así que no sé como es... —Apretó sus labios aún sonriendo.

Darren negó y se agachó para tomar la ropa de Nikki y se la dio

—si nunca lo has hecho, probablemente deberías esperar a que alguien especial llegue a ti... no lo desperdicies conmigo... —mojó un poco sus labios, deseando poder besarla más, mientras se abotonaba la camisa

Nikki suspiró, se puso su falda y caminó frente a Darren aún en sostén, para buscar su blusa la cual Darren lanzó, él apreció los rasguños de su vientre mucho más marcados que los del rostro, aunque los del rostro ahora ya sólo se notaban cada que la mirabas fijamente y muy de cerca, los de su vientre fueron probablemente más graves.

—¿esas son las que causó Addison? —preguntó de la nada

—¿de que hablas? —Nikki juntó sus cejas mientras se ponía su blusa, Darren señaló su vientre— si... aquel día Addison me invitó al cine y me llevó a un oscuro callejón, creí que para hacer... cosas... pero en realidad quería matarme...

Darren no prestó la atención debida a lo que Nikki le decía, comenzó a mover la cabeza de un lado a otro buscando una fuente de sonido, se escuchaba tan cercano, un maullido casi chillido, estaba seguro que era de un gato pero nunca había escuchado a uno maullar tan agudo

—¿escuchas eso?

—¿escuchar qué?

—¿tienes un gato?

—Espero que sea una broma... ¿un gato entre dos hombres lobo? si claro...

—escucho un gato

Darren se levantó y abrió la ventana, ahora el maullido era más fuerte, pero no solo era eso, también los sonidos del tráfico, las pisadas, todos los sonidos martilleaban en su cabeza.

—Oh mira... ahí está el gato... —Nikki, sentada en su cama, señaló al tejado que estaba tres casas en frente de la de ella— ¿como pudiste escucharlo?

Darren alzó la cabeza, su vista fue un poco pálida al principio, pero después se aclaró más que el agua, aún a dos metros de Nikki podía ver sus pestañas y ojeras, incluso sus poros, creyó que tal vez era porque ella se había descuidado esos últimos días por guardar luto.

—Darren... ¿estás bien? Tus ojos... —Nikki retrocedió, no podía creer lo que vio en los ojos de Darren, por un instante creyó ver... un resplandor

Darren sentía una presión en el pecho, pero era diferente a sus dolores patológicos anteriores, esto era psicológico, como si hubiera desarrollado claustrofobia de un minuto a otro

El Corazón del Hombre LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora