Sin darme cuenta ya la amaba

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El miércoles aun no terminaba, me quedaban algunas horas más por cubrir decidió según yo en terminar este sufrimiento de mis prácticas profesionales como psicólogo, que debí haber terminado en el 2016 pero como siempre fiel a mis principios de persona con Autismo lo que es importante para los demás, para mí en realidad no lo es, esas obligaciones impuestas terminan por aburrirme y las termino ignorando, que más un par de días más pensé-que equivocado estaba.

Así que, pues terminamos de atender al niño problema, y la chica nueva seguía ahí, trataba de mantener un bajo perfil sin duda.

Confieso que me quede con la duda, me seguía preguntado a mí mismo, ¿Por qué me tortura de esta manera no contándome más nada? Llego el turno de regresar al consultorio principal este que en su puerta está marcado con el número 8.

Se acercaba mi hora de salida, gran dilema ya que generalmente no me quedaba ni un minuto más después de la 1, pero me había prometido a mí mismo hacer más horas para cumplir más rápido con mi cuota mensual requerida de las formalidades de mi benemérita institución privada a la cual asistía regularmente a entregar mis desdichados reportes con las tan amables y dispuestas señoritas de servicios escolares.

-Pues bien, los tres regresamos in facto al consultorio, generalmente yo siempre llenaba los reportes de lo todo lo sucedido en el día tan productivo, y mi compañera entrenaba a la "nueva" en los artes de llenar los reportes con gracia y velocidad, ya que yo olvidaba poner la tan importante fecha en la mendiga hoja.

Mientras trabajamos en las hojas del reporte ellas platicaban, yo generalmente regrese a mi burbuja y ordenaba mis pensamientos y claro anotaba las fechas concienzudamente aquel terrible acto de no hacerlo no me volvería a ocurrir de nuevo.

La tipa en cuestión parecía ignorarme, tal vez porque con su arrogancia de niña bonita donde todos los tipos se mueren por ella y esta obviamente en una posición de poder se aprovecha de esos nobles hombres.

Lo que no sabía ella es que a mí me daba igual si hablaba con ella u no, equis como se dice en estos tiempos acá en nuestra bella ciudad fronteriza.

-seguí, sin esfuerzo, pero ella se puso literal enfrente de mí, mientras nuestra compañera "Chabela" su otro nombre que por cierto odiaba y ponía caras de disgusto cuando le llamaban de esa manera, más a mí porque en realidad no éramos amigos, es más nunca lo fuimos.

Se pusieron hablar acerca de un tipo con la que la chica rubia estaba u estuvo saliendo recientemente, por no seguir con una postura de mal genio, lo primero que solté de mi boca fue lo siguiente:

-¿Quién es el?, rayos que había hecho, porque pregunte eso, así que pues ya había metido la pata, muy bien y hasta el fondo, sin marcha atrás me puse en mi papel de escuchar pero desde la postura de todo un psicólogo, la escuchaba con atención mientras disimuladamente notaba con gracia el bello color de su cabello, - una rubia de verdad frente a mi queridos amigos.

Ya entredós en la conversación se trataba de su novio, dije pues bueno no podía ser de otra forma, tan bella dama no podía estar sola.

Hasta aquí llego mi intento dije: solté risas en mis pensamientos, aun preocupado por la hora, pero que iban transcurriendo muy bien seguí poniéndole atención a su charla.

Pensé: Dios este tipo todavía se da el lujo de no verla, solo cuando tiene tiempo lo hace y prefiere no hacerlo, que desdicha la mía jajaja.

-Me miró fijamente un instante con esos ojos verdes u cafés no estaba seguro aun, de qué color eran mientras formaba las palabras y menciono esto que en mi se quedaría como lo que yo siempre tendría por ella, claro hipotéticamente si una mujer como ella siquiera supiera que existo.

Autismo y unos ojos verdesWhere stories live. Discover now