"Oh mi niña, sólo estoy buscando un par de aretes, no me prestes atención." Disimulando al echar breves vistazos hacia mí, continuó dando vueltas. ¿Pensaba que yo era estúpida y no lo notaba, o realmente era tan mala para ocultar sus verdaderas intenciones? Me removí en mi lugar, sentada en la cama, inquieta. Su entrometimiento estaba poniéndome nerviosa.

Justo como creí, su curiosidad pronto pudo más.

"¿Saldrás con amigas?" Indagó cautelosamente, asomando la cabeza por el espacio en medio del marco y la puerta.

"Sí." Respondí con simpleza, rogando que ese fuera todo su interrogatorio. Para mi desgracia, no fue así.

"¿Dinah, Normani, Allyson y Troye?" Profundizó.

"Hm..." No quería mentirle, pero no sabía si sería una buena idea tener la incómoda charla en ese momento.

"¿Qué significa eso, Karla? Sé más clara, por favor." Mi yo interior gimoteó, sintiéndose acorralada entre cuatro paredes.

"Mmm... ¿N-no?" Froté mi antebrazo, intentando formular una excusa convincente.

"¿No, qué?"

"Uh, e-es que-" Justo en ese instante, el timbre de la casa sonó y ambas abrimos grande los ojos. "¡Yo voy!" Corrí tras ella, pero para cuando había llegado abajo, mi madre, con su plumero en mano, ya había abierto la puerta principal.

Lauren, vistiendo su atuendo típico de chica mala, se encontraba parada en el porche, con la espalda recargada contra una de las columnas y las manos parcialmente guardadas en los bolsillos delanteros de sus pantalones.

Una media sonrisa se formó en su semblante al verme hecha una estatua en la sala

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Una media sonrisa se formó en su semblante al verme hecha una estatua en la sala. Quise gruñir, pero me contuve. Se dirigió a estrechar respetuosamente la mano de mi madre.

"Buenas tardes, usted debe ser la madre de Camila, ¿no es así?" La media sonrisa, era ahora una sonrisa completa, gentil y brillante.

"Esa soy yo, sí." Al parecer incapacitada para quitar la vista de las orbes esmeralda, mi madre alzó las cejas, se veía sorprendida.

El encanto Jauregui.

"Mamá..." Traté de intervenir.

"¿Y tú, linda, quién eres?" Sería imposible detenerla ahora. Era evidente que no se le había pasado por alto el haber visto una camioneta diferente a la de Dinah aquella vez en que olvidé mis libros de cálculo y salió a entregármelos.

"Lauren Jauregui, voy al instituto con Camila. Ella y yo somos buenas ami-"

"Pareja." Admití. Después de todo, era ineludible. De una manera u otra, ella tendría que enterarse. "Lauren y yo estamos saliendo, Mami." Cabizbaja, me preparé para el regaño de mi vida. No me consideraba todavía joven para tener novias o novios, pero no sabía qué tal lo tomaría mi madre, siendo aún chapada a la antigua.

Mates (Camren G!P)Onde as histórias ganham vida. Descobre agora