siete.

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siguió la indicación de su amigo y corrió fuera de la heladería mientras miraba atentamente hacia todos los lugares posibles donde el rubio pudiera haber ido y pudo ver un gran cuerpo caminando rápidamente, dejando el lugar.

-¡luke! -siguió caminando acercándose al nombrado y sin darse cuenta chocó fuertemente con él cuando paró para saber quien lo llamaba.

el ojos marrones se tambaleó un poco y estuvo a punto de caerse, pero las manos del menor fueron más rápidas y lo sostuvieron dejándolo a pocos centímetros de su rostro.

-calum, ¿por qué estás aquí? -sin soltarlo, preguntó.

-quería hablar contigo. -quiso safarse del agarre pero el ojos celestes no lo soltaba y aquello hizo que calum, por tercera vez, se ponga rojo de vergüenza.

-pensé que no tenías nada para decirme -cuestionó ya soltándolo. -ya todo me lo dijiste en el baño.

-¡calum! -coby apareció de la nada, y se lo veía cansado cuando llegaba al lugar. -¿¡sabes todo lo que tuve que correr!? -habló mientras intentaba tomar aire. -oh, estaban hablando, perdón.

-no, está bien coby. calum no tiene nada que decir. -el rubio intentó irse pero el mayor lo sostuvo.

-no. sí que tengo que hablar contigo. -lo miró a los ojos, esperando que deje de hacer fuerza y se quede.

-volveré a la heladería, ve a buscarme allí cal. -se fue de allí y dejó nuevamente a aquellos dos jovenes solos.

-lo siento, no quise tratarte así. es que, no puedo hablar contigo. siento que me genera algo y no me salen las palabras de la boca, también soy muy enojón pero contigo es peor. realmente no entiendo que me pasa.

el rubio rió, luego besó la mejilla de hood y dejó a calum allí, confundido mientras tocaba su cachete.

-¿calum? ¿estás bien? -coby salió de los arbustos, viendo como el mayor no decía ninguna palabra y seguía mirando por donde el menor se había ido.

pasó la mano frente a su cara intentando que le preste atención pero calum no decía ni hacía nada.

-me dio un beso. -respondió luego de un largo tiempo.

-sí, lo vi. -su amigo iba arrastrándolo yendo hacia sus respectivas casas. -¿puedes caminar? no pesas poco y puedes caminar solo.

-se fue sin decirme nada. -volvió a hablar sin escuchar lo que su amigo había dicho.

-también lo vi, pero aquello me pareció raro.

cuando llegaron a la casa de calum, los dos chicos entraron y se dirigieron hacia la habitación del mayor. a penas entraron los dos se acostaron en la cama, exhaustos.

-estoy muy cansado, cally. -se levantó un poco para mirar a su amigo. -¡puedes dejar de tocarte! -arrojó la primera almohada que encontró, riéndose.

-¡me dio un beso! ¡luke me dio un beso! -gritó como un pequeño niño mientras bailaba.

-sí, lo hice.

haunting ⋇ cakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora