tres.

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los pasos se hicieron cada vez más fuertes para los oídos del moreno, queriendo decir que la persona que se encontraba en el baño estaba parada en frente del cubículo donde calum yacía.

sin darse cuenta, el adolescente comenzó a temblar esperando que todo sea una broma pesada, no sabía quien estaba del otro lado de la puerta pero ya se daba una idea de quien podía ser; seguramente uno de los agresores que tanto lo molestaban.

intentó hacer el menor ruido posible parándose arriba del retrete y poder mirar por encima de la puerta, cuando lo logró no pudo ver a nadie dentro de los baños por lo que se tranquilizó un poco.

destrabó la puerta e intentó abrirla, pero para su mala suerte, se había trabado. bufó ya cansado de todo e hizo fuerza intentando abrirla pero era nulo, la puerta ni siquiera demostraba moverse.

—maldita seas —la pateó dando un último intento y volvió a sentarse dónde estaba antes, seguramente alguien de limpieza iba a entrar y lo ayudarían.

se quedó unos minutos esperando que la puerta de entrada se abra y así pedir ayuda pero nada, nadie entraba. casi todos se encontraban en clases menos una persona.

el moreno sacó uno de sus cuadernos de su mochila y también un lápiz, si se iba a quedar allí por horas, por lo menos iba a hacer algo productivo.

líneas se comenzaron a trazar en la hoja, calum no sabía que iba a dibujar, solamente dejó que su mente fluya. sin darse cuenta, había escrito el nombre luke en aquella hoja.

miró indiferente y cerró el cuaderno para volverlo a meter en la mochila y esta vez sacar sus auriculares, pero antes de realizar la segunda acción, la puerta de entrada se abrió.

—¡ayuda! ¿alguien me escucha? —gritó esperando escuchar una respuesta del otro lado.

—no —una voz resonó en los oídos del moreno, rodó los ojos y continuó hablando.

—se trabó la puerta y necesito ayuda.

la persona que se encontraba del otro lado caminó hasta el mismo cubículo que el de calum y antes de intentar abrirla, habló.

—muévete lo más lejos posible de la puerta.

al escucharlo, el muchacho hizo caso y se alejó de la puerta apoyándose en una pared.

al sentir los pasos y dar por hecho que el joven que se encontraba encerrado en el cubículo ya se había corrido, forzó la puerta y como si fuera arte de magia, ésta se abrió.

calum se pudo encontrar con un joven rubio y alto del otro lado, sus ojos eran de un color celeste y algo tenían que llamaba su atención.

no tomó noción del tiempo y se pudo dar cuenta que lo quedó mirando por un tiempo largo, por lo que se sonrojó y miró al suelo.

—gracias —dijo al mirarlo nuevamente.

—de nada, calum. —el rubio respondió con una sonrisa en sus labios y salió del baño escuchando como el nombrado lo llamaba.

calum se apuró a salir de allí esperando encontrarse con el muchacho afuera pero no fue así, el pasillo estaba vacío de entrada a salida, todos estaban en sus respectivas aulas menos calum.

se apresuró a llegar hasta su aula y cuando lo hizo, abrió la puerta generando que todos se callen del otro lado.

—buenas tardes, hood. —habló el mayor a penas lo vio.

—lo siento señor, me quedé encerrado en el baño.

—¿y cómo yo puedo creer eso?

—lo va a tener que hacer porque yo mismo fui a sacarlo de allí. —calum siguió la voz con sus ojos y se sorprendió al ver al rubio allí.

haunting ⋇ cakeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora