Capitulo 1

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Nada podía ser más aburrido que estar con Mabel y sus amigas comprando ropa. Aquello era estar en el mismísimo infierno según Dipper. Las manos le dolían por cargar las bolsas de las chicas mientras ellas hablaban de chicos.

Pudo haberse quedado en la cabaña, pero eso suponía el tener que trabajar sin paga para Soos y de igual forma el aburrimiento le llegaría. Se preguntaba si algo interesante podría pasar. Los últimos 4 Veranos que había pasado allí en Oregón no fueron lo mismo después de su cumpleaños número 13.

Dipper suponía que después de eso grandes cosas se avecinarían. Vaya que estaba equivocado.

En un principio, todo marchó bien. Cuando regreso a Gravity Falls estaba preparado para cualquier cosa y ese fue su error. Tuvo expectativas tan altas que su desilusión y decepción fue enorme al final de aquel verano cuando no ocurrió mayor cosa. No había visto a Stan y Ford hasta dos veranos más tarde. Fue cuando las cosas se animaron un poco.

Sus dos tio-abuelos les contaron a él y Mabel cosas realmente sorprendentes de sus viajes por el mundo deteniendo anomalías. Era bueno ver a ese par tan unidos como antes. Pero nuevamente nada más interesante sucedió. Y ahora, con diecisiete años, Dipper no encontraba nada tan interesante como años atrás.

Wendy se había mudado, puesto fue a una univerdad al Sur-oeste del país. Soos estaba ocupado con la cabaña y su novia. Sus Tíos iban y venían y rara vez se quedaban. Y su consuelo, Mabel, andaba siempre con sus dos mejores amigas.

Era triste y humillante saber que Dipper no había podido entablar una amistad con alguien así como Mabel lo había hecho. A veces solía salir con Pacífica pero usualmente ella estaba ocupada en asuntos familiares así que Dipper debía seguir a su hermana como perro faldero aunque no quisiese.

Después de entrar a una tienda de ropa interior, Dipper decidió que iría a dar una vuelta por ahí para no tener que ver a su hermana y sus amigas con poca ropa. Ya había tenido suficiente.

Se distrajo mirando una tienda de instrumentos y considerando la idea de aprender uno para hacer algo con su vida. Más no se percato de la chica que venia a toda velocidad y chocó con él, causando que ambos cayeran de golpe.

— ¿Acaso no puedes fijarte por donde vas? — Gruñó molesto mientras se sobaba la frente.

— Lo siento.— Escuchó decir. Estiró la mano y tomó su gorra, la acomodó nuevamente sobre su cabeza y miró la mano que estaba tendida frente a el.

Subió la mirada hasta encontrarse con dos pares de ojos negros mirándole con Vergüenza y una pequeña mueca. No dudó en tomarle la mano a la linda chica de cabellos negros y levantarse.

La chica le sonrió con timidez. Su tez morena escondía pequeñas pecas en las que Dipper logró fijarse. La miró con detenimiento.

— Lo siento.— Repitió nuevamente la chica al notar que no diría nada y solo le miraba. — Tenía algo de prisa y no me fijé.

— No te preocupes, estoy acostumbrado a caer por las chicas.— Contestó casi al instante mientras le sonreía. Carraspeo al notar el ridículo tono que había usado. Abrió sus ojos y sus mejillas se colorearon de rosa.— Quiero decir...eh, si, no hay...¿Problema?

La chica río y Dipper sonrió con vergüenza.

— Soy Dipper. — Tendió su mano, esperando dejar atrás lo que acababa de decir.

— Sam.— Estrechó su mano con gusto. — Soy nueva aquí en el pueblo.

Era por eso que Dipper no le había visto, porque podía jurar que una cara tan linda como aquella no pasaría desapercibida por aquí. Podía jurar que se había quedado como tonto mirándola, puesto la incomodidad en la cara de Sam se hizo presente.

— En ese caso. ¿Quieres que te invité a un café y conocer el pueblo? — Si. La peor excusa de todas para invitar a salir a alguien.

— Oh, no. Gracias. — La sonrisa en su cara se esfumó. Bien hecho Dipper, siempre arruinas las cosas con las chicas, se dijo. — Debo volver con mi padre. — Él asintió comprendiendo.— Pero tal vez mañana. —asintió con una nueva sonrisa sobre su rostro.

— ¿En el parque?

— A las dos. — Coindició. Un pequeño destello se formó en el brazalete que ella llevaba. Lo miró con curiosidad hasta que ella lo apartó de su vista. — Te veo luego, Dipper. — Y corrió nuevamente pasando de largo al Pines.

No estaba seguro de por cuanto mantuvo esa sonrisa idiota en su rostro. Más al volver con su hermana, esta se borró. Las chicas le esperaban con más bolsas para cargar.

— Oh. ¡Ahí estas! — Le había dicho Mabel antes de arrastrarlo nuevamente por todo el centro comercial.

Esperó encontrarse a Sam nuevamente, más su cabellera negra no apareció.

Al día siguiente se despertó con más ánimo que de costumbre. Hizo un gran esfuerzo por verse bien. No quería admitirlo y no lo haría jamás en voz alta pero había estado esperando una oportunidad así desde hacia meses.

Se miró por ultima vez en el espejo y sonrió.

"Que perdida de tiempo"

Se sobresaltó al escuchar aquello. Parpadeó un par de veces y busco al dueño de la voz, más no encontró nada. Su ceño se frunció y se permitió negar varias veces antes de volver en si. Posiblemente los nervios hablaban por él.

— Uhhh, pero mira que guapo te has puesto. — Volvió a sobre saltarse y grito por lo bajo al ver a Mabel en el marco de la puerta subiendo y bajando las cejas. — ¿A donde vas a ir? ¿Eh? ¿Conociste a alguien?

— Umh. Pues...— Dipper ladeó una pequeña sonrisa y antes de poder decir algo, su hermana lo bombardeó de preguntas.

— ¡Entonces si! — Chilló tal como adolescente fangirl.— ¿Quién es? ¿Le conozco? ¿Cómo sucedió? ¿Dónde se verán? ¿A que hora? ¿Vas muy tarde? — Soltó una pequeña risa.— ¿Cómo fue posible?

— Mabel. Por favor. — Salió del baño seguido de su gemela. — Es alguien nueva en el pueblo.

— Oh, eso explica mucho. — Dipper rodó los ojos y se encaminó hasta la sala. Miró el reloj en la pared.

12:45 pm.

Aún tenía tiempo de hacer algo antes de la cita, el problema era que no sabia que.

— ¿Y bien?

—¿Y bien que? — Mabel rodó los ojos y se cruzó de brazos. — ¿Qué?

— ¿Enserio piensas ir así?

— ¿Que hay de malo? — Se miró. Era su ropa habitual. Un pantalón que no sabia si era gris en realidad o el color se fue cayendo con el tiempo, una camisa roja, su chaqueta azul oscuro, sus habituales zapatillas y su gorra de pino. No podía estar mal. ¿O si?

— Todo. — Dijo con obviedad. — Mira. No puedes irte así. Quedate aquí, llamaré a las chicas para que me ayude a vestirte como es debido.

Mabel subió las escaleras y Dipper corrió hacia el bosque.

Dimensional Guardian ||Billdip|| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora