Sin nombre

65 9 3
                                    

Mi fuego, intranquilo,
buscaba incendiar cualquier corazón
y el de aquel chicuelo
me pareció el indicado.

Me acerqué y le bailé para darle calor;
en él había tanto por quemar,
que le consumí pliegue por pliegue

las ganas
y las tripas
los sueños
y las sobras

Ahora que está calcinado,
se quedó buscándome en
niñas de falditas corta
que no saben nada de la vida
y menos de la muerte;
en ellas no hay chispas
que emocionen o recompensen

Mientras tanto yo, muy lejos
de él, camino por la calle escuchando
a otros prevenirse:

《Cuidado, que esa de flequillo te arruina con solo ponerte los ojos encima》.

《No, niño》 Pienso yo 《Esta desgracia no va para todos》.

Mala, muy mala, pero te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora