Visita al cementerio

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La noche me respira y yo no sé, si soy de ella o ella es mía.

Y el viento me mece y yo me dejo, pero me estremece.

Y una sombra me sigue, le pido que vaya al frente, para que me guíe.

Y un grillo me canta,  le digo que pare, porque me espanta.

Y un guardia me entretiene, me le escapo, para que no me frene.

Y ella se acerca, le digo que rápido, que te quiero de vuelta.

Y la culpa me acude, le ruego que no, porque sin ti no pude.

Y estás tras el cemento, me rueda una lágrima, propia del momento.

Y me estoy yendo, suspiro a suspiro, para no seguir sufriendo.

Mala, muy mala, pero te quieroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora