Miradas Asesinas (Primer Libro)

capitulo 6

—Tranquila, no les haré nada, solo quiero revisar si esta bien.—
Se aferra fuertemente al canasto sin dejarme ver.    —Mira pequeña yo solo quiero ayudarlos, el tipo malo que te lastimo ya no está, confía en mi, necesito revisar a ese bebé.—le digo lo más tranquilo y suave que puedo.

—¿Tú no nos matarás?-—

—No, yo quiero protegerlos, te doy mi palabra que mientras este yo, nadie los volverá a lastimar—. Sonrió. —te lo prometo— .

No sé lo que estoy diciendo en estos momentos, pero aquellos ojitos tristes me hacen querer protegerlos.

—Dejame verlo—asiente y se aparta lentamente sin despegar la mirada de mí, temiendo a cada uno de mis movimientos.

Descubro con cautela la manta que cubre el canasto y veo en el a un bebé  hermoso y frágil, lo tomó entre mis brazos, reviso que no tenga alguna herida visible, cuando término me doy cuenta que esta bien.

—¿Qué edad tiene—  cuestiono al ver lo pequeño que parece ser.

—4 meses— Que coño!!!!! —hoy los cumplió— responde la pequeña

—Es tu hermano ¿cierto?— afirmo más que preguntar

—sí—

—¿Y tu madre?—el bebé deja de llorar y se duerme entre mis brazos tranquilamente.

—Ella murió hace 3 meses, poco después de que nació mi hermanito—Sus ojos se opacan otra vez.

—Lo lamento tanto — esto es muy doloroso para ella,  sé lo que es perder a quienes amas.

—Me hizo prometer que lo cuidaría—lentamente se  le deslizan algunas lágrimas.— pero no puedo, ese hombre malo casi nos lastima— me arrodillo junto a ella y la abrazo.

—Ahora yo te prometo que los cuidaré a ambos— Me abraza más fuerte mientras asiente y llora un poco.

—Y tú padre??— su rostro cambia a uno de horror

—Él nunca nos quiso, nos echo a mi hermanito y a mí.—
Aprieto mi puños fuertemente. —él nos mando con ese señor, dijo que yo no era su hija y que no nos quedía ver más, le pidió matarnos.— secó sus lágrimas y le sonrió.

—Descuida, ya nos les hará daño—

—Lo mataste?— Pregunta inocentemente.

—No, solo esta durmiendo— 

—Mentirosa esta muerto—hace una pausa— pero se lo merecía, era malo.—

—Bueno, sí está muerto—me rió

—Vámonos los llevaré a casa—Jacque me mira horrorizada—a la mía, desde ahora también de ustedes—la tomó de la mano y nos dirigimos a buscar un taxi.

                             ...

Antes de llegar a casa llamo al doctor y le pido traer fórmula para bebé, antes de que pueda preguntar más  cuelgo.

Hago una segunda llamada.

Desconocido

—Pequeña Demonio, ¿a que se debe tu llamada?.— se escucha tras la linea

—¿Acaso no puedo saludar al hombre que me ha ayudado tanto? —Escucho como  ríe ante lo dicho

—claro que puedes, pero imagino que necesitas algo para llamar a esta hora.— se ve que me conoce un poco 

—Necesito dos de tus mejores hombres y una niñera de total confianza que sepa cuidar bebés, para mañana temprano.—digo firmemente.

—¿Para que una niñera?, es raro, amenos que... No me digas que ya eres mamá.— pregunta algo impresionado.

—¿Puedes o no conseguirme lo que te pedí?—  exclamo con molestia.

—Está bien a que hora los necesitas— escuchó como ríe

—A las 7, después te contaré todo—

—Claro que lo harás pequeña, cuidate y tendrás lo que pediste puntual.— sé que se preocupa por mi.

—Gracias, adiós Marcus.— cuelgo la llamada, ya casi llegamos así que despierto a Jacquelin, que se ha quedado dormida.

—Llegamos pequeña—pago el taxi y bajamos caminando hasta el edificio, me acerco al conserje y al policía que cuidan.

—¿Buenas noches, no ha venido un doctor?—

—No señorita— habla el conserje amablemente

—Ok, cuando llegue le pueden decir que vaya a la residencia 227—

—Sí, no se preocupe— escucho antes de seguir mi camino

Subo el edificio con los niños. —aquí es—señalo la puerta

—Entremos—  indico cargando al bebé en brazos

—Es hermosa—dice la niña apenas entra.

—Ahora es tú casa también—miro su vestido—ven te daré algo de ropa mientras esperamos al doctor.—

El bebé sige dormido así que busco ropa para Jacque y se la coloco.

~ algo grande para ella,  pero servira~

Escucho como tocan la puerta, reviso la cámara que instale para observar quien viene, cuando veo al doctor lo dejo pasar.

Una vez adentró revisa a los niños,  me da unas recetas, también la fórmula para el bebé y unos biberones, que por cierto había olvidado pedir.

~que suerte que los trajo~

Después de marcharse le doy  biberón a Alexander,(así se llama el bebé) y un sándwich a La niña.

Los llevo a la habitación y los recuesto conmigo, su cansancio es tanto que se duermen rápidamente.

—Esto no era parte de mi plan— observó el techo pensando como van a cambiar las cosas.
—Vine a matar no a ser madre y salvar a estos niños. —
Miro dormir a los pequeños que duermen angelicales. —no podía dejarlos.—

~no eres tan mala después de todo~ 

—Los protegeré c—sonrió -
— mañana será un largo día—suspiro cansada.

Me recuesto y  me dejó caer en brazos de morfeo....

Gracias por leer!!!  💕