¿De verdad eres tú?

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5; ¿De verdad eres tú?
Haneul

─Por última vez Min, no pienso llevar esto a la fiesta─ me mantenía en mis trece mientras observaba desde el espejo a mi amiga cruzada de brazos que tampoco parecía ceder con ello... ─¡Pero si estas espectacular! Cualquiera diría que eres la misma Haneul empollona de siempre─ especuló ella pasando su vista de arriba a abajo por mi poco tapado cuerpo.

─¡Por eso mismo!─ contesté yo con un pequeño tono de desesperación.

No quería que la gente me viera con esto puesto. Mejor dicho, no quería que la gente me viera en cualquier fiesta con esto u otro modelo del mismo tipo.

Min me había obligado ─ tal y como indica la palabra ─ a ponerme ese vestido ajustado de escote en V y más corto que cualquier vestido que se había comprado anteriormente. Aunque tengo que decir que el color marino de este me encantaba, no dejaba nada a la imaginación con él puesto y eso ya era un tema que ella sabía perfectamente que no me gustaba tocar.

─ Me voy a cambiar, me pondré uno de los míos─ dije sin ánimos. Sabía que no tenía ningún vestido que fuera el indicado para llevar a una fiesta, pero no me importaba, no iba a ir así, como si fuera otra perra del montón en busca de un chico.

─ ¡A no! Te quedas con ese puesto y punto. Venga, venga, a maquillarse que hoy vas a arrasar─ continuó ella con su idea arrastrándome hasta el baño con su estuche de pinturas caras que no servían para nada.

La miré de mala gana y ella únicamente me sonrió mientras me sentaba en la tapa del váter y esperaba a que me untara con todas esas cremas y polvos, tal y como le había enseñado su madre.

«Va a ser una noche muy larga» pensé mientras suspiraba por quinta o sexta vez en lo que llevábamos de día.

[ . . . ]

─¡Min! Llegaste─

«Quiero salir de aquí»

─¡Inna! Pues claro, no me perdería esta fiesta por nada─

«De verdad que quiero salir de aquí»

─Oh, Haneul. No me lo puedo creer, ¿también has venido?─ es entonces cuando me percaté de que ya estabamos dentro de la fiesta y no había vuelta atrás. Ya no podía escapar.

─ Eh... Supongo que sí, prácticamente Min me ha arrastrado hasta aquí─ dije subiendo los hombros, aunque el apretado vestido no me lo permitía demasiado.

─¡Estás preciosa! ¿De verdad eres la misma?. Haber si vas a tener una gemela y no me lo has dicho. ¡Chica estás que te sales!─ comentó silbando y con una risita mientras me examina de arriba a abajo ─ Creo que es la primera vez que te veo tan elegante... ¡Y con tacones!─

─Y te aseguro que será la última─ le guiñé el ojo cuando me paré a su lado.

─¿Por qué? Estás divina con esa ropa─ No sé porque pero ahora le había salido una perfecta voz de pija de los culebrones. De seguro que los miraba diariamente.

─Porque... ─ Miré al suelo y suspiré─ Me recuerdo demasiado a una persona cuando visto así─ Min me rodeó con sus brazos sabiendo de quien estaba hablando. Por otra parte Inna me miraba sorprendida sin entender nada, pero aun así me sonrió.

─Te entiendo completamente, yo me recuerdo a mi madre siempre que voy desaliñada por la habitación y no me gusta sentirme así. Por eso siempre intento estar bonita y vestir elegantemente. ─ cuando levanté la cabeza me di cuenta que estaba siendo sincera, tenía un brillo especial en sus ojos que jamás, después de dos años de asistir en casi todas las clases juntas, había visto.

─ Me alegro que me entiendas, de alguna forma... Supongo─ le devolví la sinceridad con una de mis mejores sonrisas desde hacía mucho tiempo.

─ Venga chicas... ¡Es hora de divertirse y emborracharse!─ Pude notar que Min estaba mas alegre que nunca. No se si sería por la fiesta, mejor dicho, porque era la última fiesta del año o porque pudo comprobar por ella misma que Inna y yo nos llevábamos bien, de vez en cuando.

Salí de mis pensamientos cuando oí un fuerte crujido procedente de los grandes altavoces puestos entre cada columna ─que había como 7 en toda la sala─. Miré hacia el pequeño escenario improvisado y... Mark si no recuerdo mal, estaba mirando a la gente con el micro en mano a punto de empezar a hablar.

─ Si, buenas noches señores. Tenemos el gusto de inaugurar la fiesta desde este mismo momento─ Miles de gritos y aplausos llenaron la sala en menos de un parpadeo.─ Está bien, está bien, calmaos. Sé que os alegra oír eso pero tengo otro par de cosas que decir. Cómo ya sabéis, cada año tenemos abierto el Karaoke en la otra sala y también sabéis que siempre nos cuesta mucho arrancarlo porque no hay nadie valiente para ser la primera persona en cantar ─«Eso no me gusta cómo suena» ─¡Bien!─ Continuó Mark después de una pequeña pausa dramática donde se escuchaban únicamente cuchicheos por parte de los presentes─ esta vez mi colega Jimin y yo hemos tenido una brillante idea. ¿Recordáis que os han pedido el nombre antes de entrar en la sala?─ Todos dijimos que sí con la cabeza─ Pues tenemos todos esos nombres en esta gran bolsa─ otro chico se acercó al escenario con lo que parecía una vieja bolsa de cuero y se la colocaba delante de Mark─ Ahora, yo mismo sacaré el nombre de la persona que tendrá el honor de inaugurar el Karaoke este año y ya advierto. ¡No tiene opción a decir que no!─ Sonrió maliciosamente dirigiéndose hacia todos. Min sólo veía sorprendida el escenario y yo por mi parte tragué saliva exageradamente. Mark metió la mano dentro de la bolsa y sacó un papel en blanco perfectamente doblado.

Lo abrió con sumo cuidado y entonces se acercó al micro de nuevo que lo había dejado en las manos de su amigo.─ Y la persona elegida es...─ de nuevo una pausa dramática que hacía que mi corazón latiera a mil por hora. No quería salir al escenario, no tan temprano por lo menos y encima con este vestido puesto. Mark carraspeó antes de continuar. «¡Venga imbécil dilo ya!» y, como su hubiera leído mis pensamientos lo soltó de golpe.─ ¡Min! Un gran aplauso para ella─ Noté como todo el mundo respiraba de nuevo cuando no pronunciaron su nombre, yo incluida. Pero... Cuando me percaté de lo que había dicho Mark volví a la realidad y miré a mi amiga preocupada. ─Min..─ Pude decir a duras penas pero ella no respondía. ─¿Quieres que vaya a cantar por ti?─ le cogí la mano y fue cuando reaccionó. Sabía que aquello daría resultado, aunque no estaba demasiado feliz con mis palabras.

─¿De verdad?─ pronunció ella mirándome dulcemente mientras notaba como sus ojos se habían empañado un poco. Puedo asegurar que estaba a punto de llorar.

─De verdad─ le dije sincera mientras sonreía. ─Sabes que yo puedo hacerlo. No le tengo miedo al escenario...─ finalicé apretando su mano.

─¡Ai, Haneul como te quiero!─

Y así, después de un tierno abrazo, Mark habló de nuevo llamando a Min y la acompañé hacía el borde del escenario.

𝖣𝗎𝗅𝖼𝖾 𝖲𝗎𝖾𝗇̃𝗈; 𝖠𝗆𝖺𝗋𝗀𝖺 𝖱𝖾𝖺𝗅𝗂𝖽𝖺𝖽 © 𝐩. 𝐣𝐢𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora