¿Qué es lo que sueñas?

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3; ¿Qué es lo que sueñas?
Externo

«¿Qué es lo que sueñas?»

Esa frase la había escuchado demasiadas veces Haneul. Pero la realidad es que no tenía sueños, que no soñaba nada.

Ha vivido siempre a la sombra de su hermana, haciendo lo que ella quería, estudiando lo que sus padres creía mejor para poder seguir los pasos de la mayor y ella, bueno, ni siquiera ha protestado en toda su vida con eso. Simplemente asentía a todo y acababa haciendo lo que ellos le decían, sin pensar que a lo mejor, ella quería ser alguien diferente que su hermana, alguien que no fuera la 'perfecta' chica de la universidad como lo fue ella o, la mejor de la clase o la que tenía más amigos... Esa no era Haneul, sino su hermana.

Pero sus padres se empeñaban en que tenía que ser su viva imagen. Su clon. Y no quería eso.

En realidad, ella sí tenía un sueño: No ser como su hermana.

Para lograrlo, necesitaba acabar esta carrera como sea y estaba segura de que un chico, lo estropearía todo.

ㅡY dime. ¿Qué harás después de acabar la universidad?ㅡ Las palabras del nuevo hacen que vuelva a la realidad.

ㅡSupongo que comenzar otra carrera, o empezar a trabajar.ㅡ Le respondió sin ánimos. No le gustaba hablar del futuro, en especial del suyo, porque sabía que ya estaba escrito.

ㅡ¡Eso es muy aburrido! ㅡ soltó el contrario sin previo aviso, haciendo que toda la cafetería les mirara.ㅡ ¿No tienes sueños?ㅡ

«Esa maldita pregunta de nuevo. No, no tengo sueños.»

«Soy una aburrida sin sueños que solo sirve para ser la sombra de mi hermana» Le dieron ganas de gritar lo más alto que le permitían sus pulmones. Pero optó por no decir nada.

ㅡSupongo que no. Soy cuerpo sin alma ni sueñosㅡ continuó hablando removiendo el capuchino que estaba enfrente de ella.

ㅡNo creo que no tengas sueños. Alguno tiene que haber dentro de ti, solo que le da miedo a salir... - Bingo.

«¿Es que caso todo el mundo puede ver a través de mí como un cristal?» Pensó de nuevo. No era la primera vez que le decían esa pregunta tampoco y, no le gustaba demasiado que descubrieran como era realmente ella.

ㅡPuede que sí, pero... No es que le dé miedo a salir, sino que no le dejo salir. Es muy diferente. ㅡEsta vez suspiró antes de responder y continuó haciendo círculos con la cuchara.

ㅡEntonces eres tú la que tiene miedoㅡ el contrario se quedó mirándola a los ojos. No sabía porque, pero se empezó a poner nerviosa.

ㅡMira. He aceptado venir aquí para agradecerte que me salvaras en el callejón. Pero, ni tienes que saber mi vida entera ni tampoco tengo intención de contártela. ㅡEsperaba que con esas palabras le dejara bien claro que no tenía ningún interés en que fueran amigos.

ㅡHay tiempo para eso, tenemos todo el curso para conocernos. Aunque me digas esas palabras no me alegaré de ti, solo te aviso por si era eso lo que estabas pensando ㅡ

ㅡDeja de hacer eso. Odio la gente que lo hace. ㅡ

ㅡ¿Hacer el qué? ㅡ preguntó coqueto.

ㅡLo sabes perfectamente, "chico nuevo"ㅡ y dicho esto, dejó un billete encima de la mesa, agarró con fuerza sus pertenencias y salió a toda prisa de la cafetería, tan deprisa que cuando se percató de lo que había hecho, ya se encontraba a un par de calles del local.

[ . . . ]

ㅡ Ya he vuelto.ㅡ cerró la puerta de su habitación en la residencia.

─ Ya pensaba que te había pasado algo...─ comentó su mejor amiga tumbada en el sofá blanco que tenía la habitación mientras la observaba.

─ Seguro que sí. No te hagas la loca que sé que le dijiste el camino que seguíamos siempre hacia la universidad desde mi trabajo y que también contrataste a ese tío que, si te digo la verdad, actuaba de pena.─ le soltó todo de un tirón a lo que Min se quedó perpleja parpadeando con cada frase que decía su mejor amiga.

─ No sé de lo que me estás hablando, pero sin duda suena a un culebrón de los malos. ─ bromeó Min mientras volvía la cabeza hacia abajo ojeando la revista que antes estaba cotilleando.

─ Creo que tú eres la primera en tragarse esos culebrones.─

─ Sabes que solo lo hago cuando no tengo nada mejor que hacer. A parte tampoco es que esté enganchada...─ puso las manos en alto.

─ Da igual, no estábamos hablando de eso. La verdad es que me esperaba cualquier cosa de ti menos eso. Has caído muy bajo Min.─

─ De verdad que no sé de que me estás hablando chica. Después de que te fueras, me dirigí a la cafetería de la escuela yo sola cuando uno de los nuevos de segundo llegó y me invitó a comer. Pasamos la tarde juntos y al final fuimos al cine, después volvimos a la residencia y he estado a penas 10 minutos aquí antes de que tu llegaras. ─ Se defendió Min.

─ ¿Me estas diciendo que tu no le dijiste al nuevo donde trabajaba ni el camino que cogemos siempre y que no contrataste a ese tío que casi me lleva obligada a dios sabe donde y que no fuera por el nuevo ahora mismo sería otra de las miles de chicas desaparecidas en lo que llevamos de año?─ comentó elevando la voz más de prisa de lo que ella solía hablar.

─ ¿¡Qué!? ─ fue todo lo que pudo decir Min mientras continuaba inmóvil observando a Haneul con los ojos abierto cómo platos.

─ ¿De verdad te lo tengo que volver a decir todo?─ suspiró y maldijo para sus adentros.

─ ¿Me estas diciendo que el nuevo te ha salvado de un aprovechón? ─

─ Eso mismo te estaba intentando decir desde hace ya raro...─

─ De verdad que yo no he hecho nada de nada. Aunque pensándolo bien... ¡Con mi cerebro no sé como no se me había ocurrido algo como eso!─

─ ¡Min! ─ contestó Haneul cabreada.

─ Es que todavía no lo asimilo... El nuevo te ha salvado. Eso es el destino tía.─

─ Ya cállate.─ Pudo decir Haneul de la vergüenza que sentía mientras atinada a lanzarle uno de sus cojines en la cara de su compañera y supuesta mejor amiga. Min, primero puso cara de enfadada pero le duró poco y al cabo de unos segundos se empezó a reír como nunca y así, acabaron en una pelea de almohadas.

𝖣𝗎𝗅𝖼𝖾 𝖲𝗎𝖾𝗇̃𝗈; 𝖠𝗆𝖺𝗋𝗀𝖺 𝖱𝖾𝖺𝗅𝗂𝖽𝖺𝖽 © 𝐩. 𝐣𝐢𝐦𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora