epílogo

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Dos meses después.
_______ respiró profundamente y dejó que la brisa que soplaba aquella tarde inundara sus pulmones. Apoyó los brazos en el balcón y sus ojos se posaron en la sortija que llevaba en el dedo anular de su mano izquierda.
Se había convertido en la señora Payne tres días atrás y todavía le parecía estar viviendo un sueño, después de haber estado inmersa en una pesadilla que había durado más de cuatro años. Aquellos dos meses habían pasado demasiado rápido y, en ese momento, apenas podía detenerse a pensar en todo lo que había sucedido.
Liam había pasado casi dos semanas en el hospital recuperándose de la herida en su abdomen. Todavía se le helaba la sangre cada vez que recordaba los momentos que habían pasado en aquel edificio abandonado.
Por fortuna, la policía y los paramédicos habían llegado rápido al lugar. Sonrió al recordar las reprimendas que había recibido Liam de su compañera sobre no haberle avisado de nada y haberse enfrentado a aquella situación él solo, arriesgando su propia vida. Liam había sabido calmarla con un apretón de manos y una de sus mejores sonrisas encantadoras.
Ese día, en el mismo momento en que Niall James Horan caía el vacío, la pesadilla de _______ terminaba. Al menos la amenaza latente de la que había sido víctima había llegado a su fin. Después de aquella experiencia se despertaba por las noches bañada en un sudor frío. Estiraba la mano y, entonces, se daba cuenta de que Liam no estaba con ella porque estaba internado en el hospital. Siguió sus consejos y los de su hermano y volvió a las sesiones de terapia. Aquellas dos horas semanales, poco a poco, le fueron devolviendo la paz y el sosiego que su vida necesitaba. La terapia y Liam habían sido su motor para seguir adelante.
Cerró los ojos y pensó que, si algo malo le hubiese sucedido a él, ella no lo habría soportado. Liam había puesto su vida en peligro para salvarla. Sin detenerse a pensar en las consecuencias, había permitido que Niall lo hiciera partícipe de su juego. Le agradeció lo que había hecho por ella y fue a diario al hospital. Se quedaba durante todo el día y regresaba por las noches a casa, completamente agotada, para acostarse a dormir junto a Frank y el pequeño Otelo II.
Lo amaba y le debía la vida.
Abrió los ojos cuando percibió su presencia. Se quedó allí, quieta. Le gustaba que él la observara antes de acercarse.
Liam se recostó contra la puertaventana y se metió las manos en los bolsillos.
Una brisa ligera echaba el cabello de _______ hacia atrás, y él pensó, una vez más, que era la mujer más hermosa que había conocido en su vida.
La mujer que había comenzado a amar, casi sin darse cuenta, desde el primer encuentro: tan asustada y vulnerable. Su necesidad de protegerla poco a poco se había ido convirtiendo en algo más profundo, más grande. Tan profundo y tan grande como el amor que sentía por ella.
No le había importado poner en vilo su propia vida por salvar la de ella. Después de todo, si algo le hubiera sucedido a _______, si la hubiese perdido en manos de aquel loco, el dolor habría sido insoportable y la vida ya no habría sido jamás la misma.
_______ había estado junto a él mientras se recuperaba de su herida, y sus cuidados y su devoción eran la mejor recompensa por tanta angustia.
Su último día en el hospital sería inolvidable para ambos. Acostado en aquella cama y con el rostro todavía algo pálido le había pedido oficialmente que se convirtiera en su esposa. Había contado con la complicidad de Jackson que se había encargado de traerle un anillo a escondidas. Se estremeció al recordar la emoción en el rostro de _______ cuando le dio la pequeña cajita de terciopelo negro. Ni siquiera había habido necesidad de palabras, se habían mirado y eso había bastado. Ella lo había abrazado y, segundos después, la habitación del hospital se había llenado de gente. Estaban todos. Jackson y Elizabeth que, para alegría de _______, parecían estar más cerca que nunca. Se habían unido al festejo Emma y Zayn, que se habían escapado un par de horas de la editorial para felicitarlos, y también habían llegado Diana y Phil, con una botella de champán y algunas copas.
Aquel momento había sido el más feliz de su vida y, sin embargo, la persona más querida no podía estar con él compartiendo su felicidad. Cuando salió del hospital, fue a visitar a su padre a la clínica con _______. Ambos le dieron la noticia de que el caso del secuestro de _______ y de los crímenes del Asesino de las Flores finalmente se había cerrado. James Payne había llorado al oír las novedades y ambos lloraron con él.
«Ha terminado; todo ha terminado.» Las palabras de su padre se le quedaron grabadas durante días. Era así, costaba creerlo, pero sus vidas habían recobrado la calma que les había sido arrebatada como consecuencia de la enferma obsesión de un hombre.
Atravesó la terraza y se paró detrás de ella. Aspiró el aroma a gardenias que emanaba su cabello suelto y estiró la mano.
Le acarició el cuello y percibió cómo _______ se estremecía con aquel contacto. Se dio media vuelta y, cuando ella clavó sus ojos castaños en los suyos, el corazón comenzó a latirle furioso contra las costillas.
Él exhaló un lento suspiro.
—Estás más bella que de costumbre esta tarde —le susurró y se acercó a ella.
_______ le sonrió y le acarició el rostro con el dorso de la mano.
—¿Te he dicho últimamente lo mucho que te amo?
Él miró su reloj.
—No en las últimas tres horas —respondió y se hizo el ofendido.
Ella se pegó a su cuerpo y se puso puntillas para llegar a su oreja.
—Te amo, detective.
—Repítelo. —Sus manos comenzaron a descender por la espalda de _______.
—Te amo. —Su voz se perdió en medio de los besos que él le daba.
De repente, ella lo separó y le puso ambas manos sobre el pecho.
—Todavía no hemos hablado de la luna de miel, detective —le reprochó y frunció el ceño.
Liam sabía que aquel había sido un asunto pendiente. Sobre todo, porque después de la boda improvisada, _______ se había tenido que ocupar de los preparativos del lanzamiento de «Art & Pleasure». El proyecto había terminado y había sido un éxito, y _______ solo había conseguido más proyectos que habían cargado su agenda casi por completo.
—Eso tiene solución —dijo con aire misterioso.
—Apuesto a que sí —respondió ella y bajó la mirada.
Su olfato policial le decía que _______ también le estaba ocultando algo.
—¿Qué te traes entre manos, _______?
Ella le sonrió, lo tomó del brazo y lo arrastró fuera de la terraza.
—¿Adónde me llevas?
—Tú solo déjate llevar.
Salieron del loft y subieron al piso superior. Liam sabía adónde iban, pero no sabía lo que ella estaba planeando.
Entraron al taller a toda prisa y Liam no encontró nada fuera de lo normal, solo pinturas cubiertas y otras a medio terminar.
—¿Hay algo que yo debería ver? —preguntó intrigado.
_______ le tomó la mano y lo condujo hacia el bastidor que daba a la ventana.
—Cierra los ojos —le pidió.
Liam sonrió, le estaba gustando aquel juego.
Dejó que ella lo condujera mientras él procuraba mantener sus ojos cerrados y no hacer trampa.
Cuando se detuvieron supo que estaba delante del lienzo en el que _______ había estado trabajando y que se había empeñado en ocultar.
—Puedes abrirlo...

No me olvides[Liam&Tu]TERMINADAOù les histoires vivent. Découvrez maintenant