cap 27

221 6 0
                                    

—¿Qué es lo que recuerda de su época en la universidad? —preguntó Niall Horan con una sonrisa.
—Fue la mejor etapa de mi vida —respondió y dejó que la invadiera la nostalgia—. Al menos, hasta aquella noche…
—Hábleme de aquellos días —le pidió con interés.
—Estudiaba Historia del Arte, estaba cursando el cuarto semestre.
—¿Vivía en el campus?
—No, preferí quedarme en casa con Jack; después de la pérdida de nuestros padres, nos hicimos muy íntimos.
—Supongo que con su belleza y simpatía debió de ser muy popular.
_______ se sonrojó.
—No pasaba desapercibida pero tampoco era muy popular; solo me limitaba a sacar buenas notas y a divertirme un poco. Diversión sana —se apresuró a aclarar.
—Supongo que sí.
—Éramos un grupo de chicas que se reunían los fines de semana para olvidarnos de los exámenes y de los libros. —Esbozó una sonrisa—. Lisa y yo éramos las que más unidas estábamos del grupo. Nos parecíamos mucho y no solo en lo físico; nos hacíamos llamar las «mellizas de corazón».
Niall sonrió.
—Supongo que no todo era estudio y salida con amigas —señaló y apoyó el brazo sobre el respaldo del sofá.
—No, claro que no. Cuando estaba cursando el tercer semestre conocí a Jack.
Los ojos de Niall se abrieron como dos platos.
—¿Jack Gordon? El hombre que está detenido, ¿verdad?
_______ asintió.
—Comenzamos a salir después de que nos presentara uno de sus amigos de Delta Omega. Cuando me conoció, me dijo que se había despertado esa mañana y que una voz en su cabeza le había dicho que aquel día conocería a la mujer de sus sueños.
—Y tú le creíste. —Se detuvo cuando se dio cuenta de que había dejado de lado la formalidad—. Espero que no te moleste que te tutee.
—No, por supuesto que no.
—¿Te enamoraste de él?
Esa era exactamente la clase de preguntas que temía que le hiciera y a las cuales no estaba segura de querer responder.
—No tienes que contestarme si no quieres —le recordó él.
—Si me hubieras hecho esa misma pregunta hace cuatro años, te habría respondido que sí, que amaba a Jack Gordon, pero ahora que ha pasado el tiempo, sé que en realidad, nunca estuve enamorada de él; creo que en esa época solo estaba enamorada del amor.
—¿Y ahora, estás enamorada de alguien más?
_______ sonrió mientras sopesaba la idea de responder a aquella pregunta. La llegada de Liam la sacó de aquella situación embarazosa.
Niall Horan apagó la grabadora de mala gana. _______ notó el fastidio en la expresión de su rostro.
Liam observó al hombre sentado junto a _______.
—Detective, ¿cómo está?
Liam se acercó y estrechó la mano del reportero.
—Ni siquiera recordaba que usted iba a venir esta mañana —comentó con el ceño fruncido.
—Yo tampoco —intervino _______.
—Creo que hemos terminado por hoy, _______ —dijo Niall y guardó la grabadora y los papeles dentro de su maletín—. ¿Cuándo quieres que volvamos a reunirnos?
—No lo sé.
—¿Te parece bien mañana por la mañana?
_______ miró a Liam.
—Me temo que va a ser imposible, Niall —dijo Liam.
El reportero notó cierto desdén en el tono de su voz.
—Bien, entonces será mejor que te llame por teléfono para arreglar una nueva entrevista.
—Estoy de acuerdo. Te acompaño.
Liam lo observó cojear mientras caminaba junto a _______.
—Espero su llamada entonces —le dijo _______ y abrió la puerta.
—Es una lástima que no podamos vernos mañana —comentó con pesar.
—Liam me concertó una cita con un psicólogo y no puedo posponerla —le explicó mientras bajaba la voz.
—¿Un psicólogo?
—Sí, según Liam, es un experto en hipnosis.
—Entiendo, seguramente eso te ayudará a recordar.
_______ asintió.
—Ojalá sea así —le dijo antes de marcharse.
—¿Qué tanto cuchicheabais tú y el reportero ese? —Liam seguía de pie en medio de la sala.
—De nada —respondió al pasar a su lado mientras fingía indiferencia.
—Ven aquí. —La sujetó de la cintura y la abrazó con fuerza—. Lo único que quería era llegar y estrecharte entre mis brazos; por eso me he molestado cuando he visto a ese tipo contigo.
_______ se separó y tomó su rostro con ambas manos.
—¿Ha sucedido algo malo? —Cerró los ojos un instante y luego los abrió—. Te han sacado del caso; es eso, ¿verdad?
—No, _______, no es eso. Phil se enteró de lo nuestro, pero decidió que es mejor tenerme dentro del caso que fuera de él.
—¿Entonces? —No le gustaba nada la sombra que veía en sus ojos verdosos—. Me estás asustando, Liam.
—Ven, sentémonos. —La llevó de la mano hasta el sofá. Frank seguía durmiendo—. ¿Cómo sigue?
—Bien, Frank está bien. —Se dio cuenta de que Liam estaba solo dando rodeos—. ¿Me vas a decir qué es lo que sucede, por fin?
Cuando Liam apretó su mano con fuerza y clavó sus ojos verdes en los de ella, supo que era algo grave.
—Ha vuelto a matar. Hemos encontrado a la quinta víctima, temprano esta mañana, en su casa —dijo, por fin, sin soltarle la mano.
_______ no pronunció palabra alguna; su silencio, sus labios temblorosos eran mucho más elocuentes.
Liam vio que sus ojos se humedecían. Todavía no le había dicho lo peor.
—_______, hay algo más que debes saber. —Le soltó la mano y la sujetó del hombro—. La víctima… —Hizo una pausa. ¡Dios, cómo odiaba hacer aquello!— La víctima se llamaba Lisa Rogers.
_______ intentó decir algo pero lo único que salió de su garganta fue un grito desgarrador.
—¡No, no! —Dejó que Liam la estrechara entre sus brazos, mientras ella golpeaba su espalda con los puños cerrados—. ¡No!
Liam la abrazó y la consoló, aunque nada de lo que él hiciera o dijera podría hacerle sentirse mejor.
—Lo siento, _______, lo siento mucho.
Ella continuó golpeando su espalda hasta que sus puños cerrados cayeron vencidos. Apoyó la cabeza en el hueco del hombro de Liam y dejó que el llanto saliera a borbotones. Necesitaba llorar por la muerte de Lisa, aunque supiera que aquellas lágrimas jamás lavarían la sensación de culpa que le carcomía el alma.
Liam la alzó y la llevó hasta la habitación. Ella no decía nada, solo lloraba con desconsuelo y con el rostro hundido en su hombro. La colocó con cuidado sobre la cama y ella, entonces, le tomo la mano.
—No me dejes, Liam, no quiero quedarme sola —le pidió y clavó sus ojos castaños en los de él.
—No voy a dejarte. Te amo, _______. —Se acostó a su lado y _______ se acurrucó en su pecho. No supo si ella lo había escuchado en medio del aturdimiento y el estado de conmoción en el que estaba sumida. Él le acaricio el cabello mientras ella empapaba su camisa con su llanto. Liam cerró los ojos. Ya nunca podría dejarla, la amaba demasiado como para soportar estar alejado de ella.
Allí, en aquella habitación y con _______ aferrada a sus brazos, hizo una promesa en silencio. Y la cumpliría, aunque se le fuera la vida en ello.

El timbre no paraba de sonar, Liam se despertó y camino tambaleándose hacia la puerta antes de que _______ se despertase.
—Lamento despertarte, Payne. —Diana entró y lanzó una fugaz mirada hacia la habitación, a través de la puerta semiabierta pudo ver a _______ recostada en la cama.
—¿Qué pasa Diana? —Se restregó los ojos para terminar de despertarse.
—¿Se lo has dicho? —preguntó y señaló en dilección a _______.
—Sí. Le ha perturbado mucho la noticia, no paraba de llorar. Ha sido angustiante, nunca antes había visto sufrir a alguien de esa manera. —Se estremeció de solo recordar el rostro compungido de _______.
—¿También le has dicho lo del mensaje?
Liam negó con la cabeza.
—No, no me ha dicho nada.
_______ estaba de pie, junto a la puerta de la habitación. Estaba pálida en extremo y unas ojeras oscuras asomaban debajo de sus ojos.
—_______, yo… —Se acercó a ella y la sostuvo por los hombros, parecía que en cualquier momento se iba a derrumbar.
—No te disculpes, sé por qué no me lo has contado y te lo agradezco, pero creo que soy una de las principales damnificadas en todo este asunto y tengo derecho a saber todos los detalles, sobre todo, cuando me atañen a mí de manera directa —lo dijo casi sin inmutarse, aunque por dentro, solo quería seguir llorando.
—_______ tiene razón, Liam —convino Diana.
—Lo sé, pero estabas tan mal que no he querido abrumarte con más problemas.
—Demasiado tarde, Liam. El problema está conmigo desde hace cuatro años y no depende ni de ti ni de mí. —Se cruzó de brazos—. ¿Qué mensaje ha dejado esta vez? ¿Por qué ha atacado a alguien a quien yo conocía?
Diana creyó que sería mejor si ella respondía a aquella pregunta.
—«_____(d), estoy acercándome.» Eso es lo que grabó en la piel de Lisa Rogers. —Miró a Liam—. Liam, he venido en persona para avisarte de que Jack Gordon ha sido liberado hace una hora. El crimen de Lisa fue cometido ayer domingo por la mañana, y ambos sabemos dónde estaba él en ese momento.
Liam asintió en silencio, de algún modo, lo esperaba. Ya había comenzado a barajar la posibilidad de que Jack Gordon solo fuera un chivo expiatorio. Alguien que solo había servido a los propósitos del verdadero asesino, aun sin saberlo.
—Estamos casi como al principio —dijo Diana con desánimo.
—No, hay una conexión en todo esto y la vamos a encontrar —aseguró Liam, absorto en sus penFrankientos.
Diana se quedó observando cómo Liam abrazaba a _______. Era obvio que aquella ya no era una relación del detective que protege a la chica que se encuentra en peligro. Descubrió que no solo había ternura en aquel gesto, había devoción y mucho amor.
Una espinita de envidia se removió en su interior; no porque desease estar en los zapatos de _______ y ocupar un lugar de privilegio en el corazón de Liam Payne, sino porque nunca se había sentido amada de aquella manera.
—Bueno —comenzó a decir incómoda—. Eso era todo; quería que lo supieras por mí.
Liam le hizo un gesto de agradecimiento por lo que había hecho.
—Me marcho, mi hermana me espera —dijo y fue hacia la puerta.
—Nos vemos mañana, después de la cita de _______ con el doctor Foster. —Liam la acompañó—. Gracias, Diana.
—No te preocupes. —Observó a _______, que se había vuelto a acostar—. Preocúpate mejor por ella.
—Lo haré. Nos vemos mañana. —Despidió a Diana y se apoyó contra la puerta cerrada.
Dejó que _______ volviera a descansar mientras él preparaba algo liviano de cenar. Frank entró en la cocina en el preciso momento en que cortaba un enorme trozo de carne.
—¡Bandido, siempre sabes llegar en el momento justo!
Quitó unos pequeños pedazos de carne para Frank y metió el resto en el horno.
—Toma, disfrútala.
Aprovecharía el tiempo que iba a tardar en asarse la carne para hacer un poco de pesas en la terraza; necesitaba quitarse el estrés que lo estaba agobiando. Atravesó la puertaventana y caminó hacia el balcón, se cercioró de que los dos coches que cuidaban el edificio siguieran ahí. Phil le había asegurado que tendrían vigilancia las veinticuatro horas y, aún así, no podía sentirse tranquilo.
Se quitó la camisa, se quedó solo con los vaqueros y dejó caer su cuerpo extenuado sobre la banqueta acolchada. Levantó las pesas con ambas manos; subía y bajaba con movimientos lentos. Aquel simple ejercicio lograba relajarlo más que ninguna otra cosa. Respiraba y exhalaba, una y otra vez. Estaba comenzando a anochecer y se había levantado una suave brisa. Extrañaba el sabor del mar y el agua agitándose por la fuerza del viento cada vez que salía a navegar. Imaginó lo maravilloso que sería compartir con _______ aquella parte de su mundo que no conocía nadie. Pensó que, cuando la pesadilla terminara, ese sueño podría, por fin, hacerse realidad…

No me olvides[Liam&Tu]TERMINADAWhere stories live. Discover now