Treinta y uno

312 30 2
                                    


Estábamos en el parque.

Tu cabeza estaba en mi regazo y mi mano en tu pelo.

Nos estábamos contando chistes, mientras comíamos papas fritas con helado.

Nuestra obsesión.

"Había una vez una casa tan pobre, pero tan pobre, pero tan pobre; que tuvieron que pintar los muebles en las paredes y vinieron los ladrones y..."

"¿Y...?"

"... Se los borraron."

Reímos hasta llorar esa tarde.

Y todavía lo sigo haciendo cuando lo recuerdo todo esos momentos.

Nunca lo olvides.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora