No creía en los milagros.Pero desde ese mañana empecé a hacerlo.
Fue gracioso verte correr (otra vez) por el pasillo de la clínica.
Está vez,
no eran de dos enfermeras que huías:
Eran cuatros.
Fue gracioso.
Me pregunté porqué lo hacías.
YOU ARE READING
Nunca lo olvides.
Short StoryEras como la apuesta de sol. Hermosa, remota, única. Por eso yo no podía detenerte, tampoco podía retenerte. ¿Son ambas, solo por un momento? ¡NO ACEPTO EL PLAGIO! Tenga imaginación, no copie.