Waiting for love

Capítulo 6: "Reencuentro"

Temporada de verano, me he convertido en un adulto; es tiempo de poner los pies sobre la tierra y ser alguien decidido.

Han pasado ya 2 años, he mantenido contacto con Paloma, varias veces nos reunimos para platicar y conversamos de lo bien que a ambos nos va en la universidad; ella está estudiando psicología y yo estoy estudiando para ser fiscal. Nuestras universidades no están muy lejos una de la otra y durante este semestre a ambos se nos acomodaron genialmente nuestros horarios para poder vernos más seguido. La próxima semana es el cumpleaños de Paloma, ella es un año menos que yo; pero quiero agradecerle por todo este tiempo que llevamos de amistad. Aunque, Paloma ya no es la misma de antes, todo en ella cambio; su estatura permanece igual al menos para mí, no es muy alta ni muy pequeña; su piel se aclaró un poco más, antes era morenita; ahora está más aperlada; y su cabello nunca se lo ha teñido o decolorado; no le gusta el maquillaje nunca he visto que se maquille, así que definitivamente está descartado eso, además de que no sé cómo rayos se compran esas cosas.

Paloma siempre viste colores pastel, y su cabello es largo, me encanta cuando vamos caminado juntos y esas ondas de su cabello se mueven como si tuvieran vida; Paloma es una chica excepcional.

Era un día nublado cuando fui a recoger a Paloma para comer juntos, parecía que fuera a llover, era su cumpleaños; así que me dirigí hacia el edificio donde ella esta; nunca había entrado en el edificio de psicología; a diferencia de otros; estaba muy calmado. Alumnos recorriendo los pasillos, que eran largos pero vistosos; cuadros pegados en la pared y en el piso líneas que parecía como si fuera una línea del tiempo, cada que caminaba más; los cuadros mostraban imágenes más llamativas, celebres precursores de la psicología y al mirar al techo, pintado totalmente de blanco lo que hacía que con el sol y la luz del pasillo se iluminaran esos cuadros. El edificio donde estaba Paloma era genial.

Estaba tan embelesado mirando los cuadros, cuando sin querer tope con una chica; y sus libros se cayeron; inmediatamente la ayude, cuando tome uno de los libros y mire el nombre que tenía, no podía creerlo... ¡Era Rebeca!

Su apariencia, era diferente, en aquel entonces; rebeca era una niña alta, de tez clara, y un cabello negro largo; y sus labios muy rojos

Había conservado su altura, me llegaba hasta la barbilla; su piel seguía clara y su cabello corto, sus pestañas eran largas; pues el maquillaje que ese día llevaba hacía que lucieran largas y acomodadas, maquillada de una manera simple pero elegante; la reconocí.

- ¿Rebeca, eres tú?

- ¿Joel, Qué haces aquí?

Me quede pasmado y sorprendido a la vez, no salía por mi boca ninguna palabra.

- Vamos a la cafetería, ¿me acompañas? Me dijo Rebeca.

La lluvia había comenzado, y yo seguía sin asimilar las cosas, así que fui con Rebeca, a la cafetería, sin darme cuenta había terminado ahí.

-Vaya, hace mucho tiempo que no nos vemos, ¿Cómo has estado?

- Bien, gracias. Le dije.

-Me alegro mucho. Cuéntame que ha sido de ti.

Escucharla hablar como si nada hubiera pasado, acaso estaba loca; como rayos podía hablarme tan tranquilamente después de que destrozo mi amistad con Santiago e hizo añicos mi amor por ella; como mierdas podía hablar con tanta facilidad; en verdad era una perra desgraciada.

- Normal, me ha ido normal. Muchas cosas pasaron. ¿Qué fue de ti y Santiago?

Cuando mencione el nombre de Santiago, miro hacia otro lado y tomo un sorbo de su café, donde nos encontrábamos no era una cafetería muy pequeña, al decir verdad era amplia y muy elegante; tenían unas mesas muy bien decoradas y ventanas grandes por donde se podía visualizar la lluvia que en ese momento estaba. Mi mente se cerró y se centró en ella, muchas preguntas venían a mi cabeza; quería hacerla hablar por lo que había sucedido en aquel tiempo; pero de qué manera lo hacía, de qué manera hacia que ella me dijera lo que había pasado y porque había jugado conmigo.