Capitulo 21: La llegada de Phobus; el desafío de Kathlemi

1.5K 127 2
                                    

—Tienes agallas para intentar parar uno de mis ataques niña, pero me sorprende aún más que hayas sido capaz de lograrlo —dice Phobus en un tono sarcástico, mirando a la diminuta Kris en comparación a su tamaño—.
Ella no dice absolutamente nada, solo mantiene sus sombrías alas abiertas y observa con enojo al coloso.
—¿Kris? ¡¿Cómo hiciste eso?! —Le preguntó Alba gritando; sorprendida por la repentina aparición de su amiga, y por su descomunal poder—.
El silencio continuaba...
—Creo que estoy perdiendo el tiempo aquí contigo, te eliminare ahora mismo y a todas las demás.
Inmediatamente, el monstruo abre su boca y exhala una ráfaga de aliento ardiente, pero Kris crea una enorme pared de sombras con la que se cubre de la llamarada, esto provoca que Samanta, Wind y Alba, detrás de ella; queden entre dos muros de fuego.
—¡Váyanse! ¡Ahora! ¡Y evacuen a todos los que puedan! —Les ordena Kris—.
Perplejas e impresionadas, viendo el rostro desconocido y casi maligno de su amiga que las protegía de un poder tan descomunal, rápidamente se van; obedeciendo lo que ella les dijo hasta perderse de vista.
Phobus deja de exhalar y dice fingiendo asombro: —Impresionante... es mejor llevar esto enserio, eres todo un estorbo, lo que no quería.
Casi a la velocidad de la luz  lanza su puño encendido contra Kris, pero ella lo esquiva haciendo que este impacte contra el suelo, de inmediato lanza su otro puño pero también la muchacha también lo esquiva, luego levanta las dos manos y las une creando un solo puño cargado con fuego.
—¡Muere ya!
Kris con gran agilidad asciende con utilizando sus alas, evitando ser alcanzada por ese ataque. Phobus, al ver eso, procede a disparar una incontable multitud de bolas de fuego hacia su posición en el aire. Ella entonces crea una burbuja de sombras a su alrededor para cubrirse de las grandes y terribles explosiones que se forman cuando las bolas impactan. Incluso las ondas de choque liberadas tras cada estallido quiebran algunas cabañas; sin duda todas las ventanas reventaron de golpe. El villano, enojado abre sus alas y con un alto salto alcanza la burbuja, la toma con su enorme mano de gigante y la arroja con todas sus fuerzas contra el suelo, como si fuese un meteorito; su tamaño es ciertamente colosal, la muchacha es solo un poco más grande que su cabeza. El impacto quiebra y hace levantar grandes pedazos de concreto, e incluso varias cabañas explotan en pedacitos por la fuertísima onda expansiva. Madera, rocas y todo tipo de estructuras y materiales vuelan por los aires. La burbuja de sombras se desvanece y afortunadamente Kris sigue ilesa, el coloso de fuego desciende a toda velocidad con la intención de pisarla, pues se mantenía levitando gracias a sus alas.
«Es hora de contraatacar», piensa ella. La chica se levanta sobre el pequeño cráter y el concreto levantado entre pequeñas flamas y mucho humo sin mostrar expresión alguna, como un ser sin alma, entonces con su Skaiamancia crea en sus manos y dedos un potente orbe oscuro palpitante, como un pequeño sol negro que destellaba efímeras chispas de oscuridad. Viendo la palma del pie del monstruoso a punto de aplastarla, le dispara el orbe antes de que la pise. El pie de Phobus choca contra este generando un sonido de impacto ensordecedor y una ráfaga de viento muy fuerte. Eventualmente dicho orbe estalla y tras una gran cantidad de energia skaiamantica liberada, incluso más sombría que la noche, Phobus sale volando hasta caer en unas cabañas carbonizadas. Estas se desploman como débiles castillos de arena. Cuando se pone de pie nuevamente y haciendo vibrar el suelo por su tamaño, una indescriptible furia lo inunda; su apariencia se hace más aterradora. Fuego se desprende vivamente sobre su piel, sus músculos se inflan y el punto del concreto donde está parado se hunde.
—¡Maldita engendra!
Kris, preparada, observando fijamente a su diabólico rival procede a crear con Skaiamancia un gran mandoble, un escudo y una armadura de oscuridad que le cubre la blanca y pura que tiene puesta, entonces con sus grandes alas da un gran impulso similar una flecha viviente, procede a atacar a ese monstruo de forma directa. En el punto de salto crea un estallido oscuro que levanta pedazos de concreto y destruye decenas de cabañas; un poder impresionante. Phobus al verla cubre sus garras con fuego, y con estas bloquea los potentes tajos energizados de la muchacha.
Mientras tanto Wind, Alba y Samanta escapaban del pueblo usando sus alas, en esta ocasión las de la joven astromante se mostraban de una energia color celeste y purpura, con destellos blancos; pues era de noche (poder lunar). El escenario detrás de ellas, y de todos los demás alumnos y guardias que huían despavoridos de la zona, era realmente aterrador; las intensas columnas de fuego y humo consumían todo el extenso lugar, se escuchaban los estallidos de poder y como algunas cabañas a lo lejos volaban por los cielos en mil pedazos. El firmamento era bloqueado por el humo gris con inicios ígneos. También algunas personas corrían por las calles, pues era evidente que no habían bebido espíritu de vuelo, tras de eso, seguramente había un gran número de heridos. Wind, por unos momentos miró hacia atrás, contempló asi el nefasto escenario en el que se había convertido aquel pueblo. Muchas preguntas retumbaban en su cabeza, no poseía ni la menor idea de las respuestas a todas estas, sus ojos se mostraban bien abiertos y algunas de las preguntas eran como ¿Cómo existen monstruos tan fuertes? ¿Quién es? ¿De dónde vino? ¿Cómo entró a la Academia? ¡¿Cómo Kathlemi lo está enfrentando?! A pesar de todo, minúsculamente sentía que era su culpa; con los hechos sucedidos en Rangeus donde un monstruo intentó venderla, era posible que la hayan buscado hasta la Academia.
—Qué demonios está sucediendo… —murmuró Alba inenarrablemente preocupada—. ¡Todo esto es confuso!
—¿Cómo Kathlemi hace todas esas cosas? ¿Quién es ese monstruo y como atravesó el campo de fuerza?
Samanta, aunque también nerviosa parece mantener mas calma que sus amigas, se demuestra en el tono sereno de su habla: —Ese monstruo es el Señor del Fuego Phobus, había leído sobre el en un libro de Historia. Él y sus hermanos son de los enemigos más antiguos y fuertes del Aether; tenientes del Nether. No logro entender como está aquí, se supone que se hallaba encerrado en el Bastión de los Invencibles. Y sobre Kathlemi… ¡¿en qué demonios se ha convertido? ¿Qué alumno le hace frente a un teniente del Nether
Por otro lado, cosas más misteriosas ocurrían. Aquella Profesora hemomante, se hallaba de pie y solitaria en un balcón de la Academia desde donde se podía admirar todo el pueblo en llamas, y la pelea de Kris y Phobus. El brillo del fuego alcanzaba a hacer brillar los carmesíes ojos de la Profesora, en su rostro se expresaba una camuflada ira. —Niña entrometida… se ha arruinado.
La batalla se convierte en una danza de golpes, bloqueos y esquivos entre garras y espada, la chica ingenuamente imagina que su rival se ha concentrado en bloquear ataques, así que le dispara un grueso rayo sombrío desde sus ojos, pero él lo esquiva, y logra asestarle una patada que la arroja muy lejos. Aprovechándose de la situación, comienza a crear discos de fuego para disparárselos a toda velocidad y repetidas veces, como una ráfaga de flechas por parte de un ejército. Los discos son tan calientes que conflagran y desintegran todo lo que tocan, y cuando se acercan al suelo, lo convierten en magma. Kris rápidamente se levanta, y al ver esa gran cantidad de discos ígneos dirigiéndose hacia ella, procede a crear discos oscuros también para disparárselos de la misma forma. Ninguno de los discos disparados por ambos logra alcanzar al otro, todos chocan entre si haciendo explosiones de fuego-sombra una y otra vez. Al final Phobus se cansa de repetir lo mismo y canaliza un ancho láser de fuego; Kris copia el ataque disparando también un láser de sombras. Los dos láseres impactan a mitad de camino, ahora la batalla se convierte en una competencia de poder y fuerza; para ver quien logra rebatir el láser del otro. Las llamas y las sombras combinadas que se desprenden del centro comienzan a petrificar todo a su alrededor, los restos de madera y objetos quemados comenzaron a cubrirse de rocas. Phobus camina poco a poco hacia al frente, tomando mucha ventaja sobre el láser de Kris, parece ser que él será vencedor.
—¡Tu muerte te acecha niña! ¡¿Estas lista?!
De repente Kris toma la ventaja sobre el láser de Phobus haciéndolo retroceder a el.
—¡Estoy lista para todo Phobus!
Phobus se encuentra en aprietos, el poder skaiamante de Kris es muy fuerte, por lo que recurre a una habilidad que muy pocas veces utiliza:
«Jamas imagine que esta Academia guardara estudiantes tan fuertes, ella no es normal, tendré que hacerlo». Entonces procede a endurecer su piel manteniendo una postura defensiva; dejando que el láser de Kris lo golpee. La explosión generada es de magnitudes catastróficas, pero Phobus sigue en pie gracias a su habilidad. Entonces Kris, a la velocidad del rayo, carga contra él; asestándole un golpe de sombras en el pecho que automáticamente desactiva su piel endurecida de lo fuerte que fue. Furioso, responde con muchísimos golpes que por suerte la chica logra esquivar, excepto el ultimo, que al asestárselo la arroja contra una cabaña, y a esa cabaña el monstruo le arroja una pyrobomba creada por el mismo; que luego de unos segundos explota generando una gran devastación, y una enorme nube de fuego en forma de hongo que llega hasta el cielo.
Phobus, creyendo haberla matado, comienza a reírse como maniático. Las heridas en su cuerpo sangran más rápido, sin embargo no parece importarle. Pero esa dicha desaparece al esfumarse el humo y al desvanecerse el fuego. Kris sigue en pie, con quemaduras, sangre y moretones en todo su cuerpo, pero esta vez la que se enoja es ella, entonces enciende un aura de skaiamancia más poderosa que la anterior, sus ojos de ser grises se tornan totalmente negros como al beber la sangre de Berenax. Phobus vuelve a sonreír, y procede a activar su aura de pyromancia también, La verdadera pelea está por comenzar. Ambos cargan al mismo tiempo y se lanzan muchos golpes, la intensidad del choque de puños constante quebraba el suelo, y las cabañas de alrededor se hacían trocitos poco a poco. Phobus de repente se impulsa hacia atrás y vuelve a exhalar el aliento de fuego, pero Kris lo repela cubriendo todo su cuerpo con la armadura de sombras; asestándole un golpe ascendiente por la mandíbula. Reaccionando rápidamente; el villano le devuelve el ataque con un puño directo que ella logra parar con su mandoble, pero es una muy mala idea, porque con su otra mano crea una espada de fuego con la que la corta, y le rompe la armadura totalmente. Luego intenta seccionar su carne pero ella bloquea los intensos tajos. La velocidad de pelea de Phobus es tan grandiosa que la chica comienza a retroceder, y se concentra solo en protegerse. Él se aprovecha de eso y le asesta otra patada que la arroja lejos; después comienza a crear una pyrobomba gigante, cargándola con todo su poder.
—¡Este ataque destruirá toda la Academia!
La Profesora hemomante, al escuchar las palabras de Phobus gracias a su súper audición, una habilidad hemomantica, exclama tras estremecerse: —¡Maldito imbécil! —Entonces se va rápidamente del lugar utilizando sus alas.
Kris aunque herida; se levanta y desde lejos lo atrapa con una gran cantidad de tentáculos de sombra, tentáculos salen uno tras otro, llegan a ser tantos que le es imposible moverse, por lo que la pyrobomba se desvanece. Ya que no se puede liberar fácilmente de los tentáculos; Phobus grita de furia y usa una de sus habilidades más destructivas. Su cuerpo comienza a sobrecargarse y a resplandecer; en cuestión de segundos una ígnea y devastadora onda expansiva sale de su cuerpo, liberando toda la energia almacenada y reduciendo a cenizas todo a su paso; todo se conflagra en instantes. Kris logra protegerse volviendo a hacer la burbuja que había creado antes. Segundos después se detiene. Ahora el monstruo jadea y sangra por el cansancio. Kris retira la burbuja y se horroriza con lo que pasó a su alrededor:
Todo el pueblo desapareció...
No quedó ni una sola cabaña en pie, solo subsistió una gran extensión de tierra plana quemada, y un horizonte detrás de ella desde donde se veía la Academia.
—Dios mío... ¡¿qué has hecho?! —dijo sorprendida y observando el nefasto escenario—. ¡Pudiste haber matado gente! «Ese desgraciado... Wind… Alba… Samanta…». Phobus comienza a crear de nuevo la pyrobomba gigante que estaba haciendo antes, pero Kris se mueve a la velocidad de la luz contra él e invoca una lanza de sombras con la que le atraviesa el pecho.
—¡Que! Como... te moviste tan rápido —balbucea Phobus sin creer lo que había pasado, vomito sangriento sale de su boca—.
La pyrobomba vuelve a desvanecerse, y la chica vuelve a invocar tentáculos para inmovilizarlo. Una vez más intenta usar su aliento abrasador, pero inmediatamente ella le da un fuertísimo golpe en la cara cerrándole la boca.
—Te he derrotado "Señor del Fuego Phobus".
Ante esas estremecedoras y humillantes palabras, el monstruo la mira con desprecio y le dice:
—Esto es solo el comienzo niña.
Antes de que Kris lo matara con un ataque de sombras; el transforma su cuerpo en cientos de flamas y desaparece...
Ella se queda confundida, es como si se hubiese teletransportado. De repente se escuchan muchos aleteos, como si una bandada de pájaros gigantes estuviese acercándose, la chica voltea y al parecer es un ejército de guardias, junto a todos los profesores de la Academia.
—Llegan muy tarde.

Academia AetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora